El personal agrícola de Rothamsted Research logró una primicia en el Reino Unido este mes al sembrar semillas de Camelina sativa editada genéticamente solo unas semanas después de que se relajaran las regulaciones para los senderos de campo científicos, lo que permitió a los investigadores mucha más libertad para planificar sus experimentos de campo.
Usando una sembradora diseñada específicamente para el número relativamente pequeño de semillas que se usa en el trabajo de prueba de campo, la parcela se preparó y sembró en unas pocas horas. Sin embargo, la gran diferencia fue el tiempo que se ahorró al solicitar el permiso para realizar el ensayo.
Según las regulaciones anteriores, los sitios de prueba tenían que ser identificados específicamente y solicitar el permiso de DEFRA siguiendo un procedimiento de solicitud detallado. Ahora, bajo el nuevo estatus de Planta Superior Cualificada (QHP) del gobierno, la clasificación de cultivos transgénicos no transgénicos posterior a la UE, las plantas se pueden sembrar en cualquier parte de la granja de Rothamsted. Para la prueba actual, el proceso de aprobación para el estado QHP tomó solo unos minutos en comparación con los meses requeridos por las regulaciones anteriores al Brexit que agrupaban los cultivos GM y GE.
El profesor Johnathan Napier, que dirige la investigación de Rothamsted sobre plantas de Camelina modificadas genéticamente que pueden producir aceites omega-3 de cadena larga, dijo: "Las nuevas regulaciones facilitan significativamente la realización de ensayos de investigación y estamos muy contentos de poder aprovechar de inmediato este. Estoy emocionado por las oportunidades que traerá el nuevo estado QHP en términos de reducción de la carga regulatoria y en el avance de nuestra investigación y desarrollo de semillas oleaginosas con nutrición mejorada y mayor rendimiento”.
Rothamsted es actualmente uno de los pocos sitios en el Reino Unido donde se pueden realizar ensayos de campo de cultivos desarrollados utilizando nuevas técnicas genómicas a escala de granja. Probar los cultivos de esta manera en el campo es una parte esencial para evaluar si la promesa de nuevas características tiene un potencial real.
“Muchos rasgos se identifican en el laboratorio, pero el cultivo agrícola y las condiciones variables en las que se cultivan tienen un parecido limitado con estas condiciones controladas. Por lo tanto, la evaluación de campo es una parte crítica del proceso para brindar rasgos útiles y beneficios sociales de nuestra investigación”, dijo el profesor Napier. “Anteriormente, la regulación dificultaba mucho la realización de tales pruebas para cultivos transgénicos y transgénicos, lo que impedía la innovación. Con suerte, estas nuevas reglas para los ensayos de investigación de GE alentarán a más investigadores a salir del laboratorio y al campo para validar sus descubrimientos”. / Rothamsted.ac.uk
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