El colinabo es una planta hortícola muy utilizada en la gastronomía del norte de Europa así como en Norteamérica. No es considerada un híbrido artificial sino un cruzamiento entre 2 especies muy conocidas, dando como resultado el nombre científico de Brassica napobrassica.
Esta combinación de 2 plantas del género de las brásicas (Brassica) da como resultado un fruto con un sabor parecido al del nabo, pero más dulce y con tonos que nos recuerda al de la col.
El género de las crucíferas incluye más de 30 especies, entre las que se incluyen cultivares e híbrido que hoy en día se utilizan en la gastronomía. Son muy conocidos en el norte de Europa, donde se preparan multitud de ensaladas y guiso, teniendo como abanderada la col, las coles de Bruselas y el nabicol.
La planta nabicol presenta un tamaño medio parecido al brócoli, pero formado por hojas individuales y sin forma de roseta. Supera con facilidad los 20 cm de altura, sin contar las raíces.
Es una hortícola cuyos frutos se encuentra en la raíz, como es el caso del nabo. Este fruto tiene un tamaño medio de 10 cm de longitud y 8 o 10 cm de ancho, prácticamente esférico y con la cabeza más aplanada, con piel blanquecina violácea o de color pardo, e interior con pulpa amarilla o blanca.
De cada planta se obtiene un fruto, que actúa como raíz y almacén de reserva. Suele tolerar muy bien el frío y es considerada una planta resistente.
Nombres comunes: nabicol, colinabo o rutabaga
Aunque el colinabo está muy presente en la zona norte de Europa y también en Norteamérica, no hay que despreciar el consumo y volumen de plantación de la Comunidad de Galicia, en España, donde esta verdura tiene presenta en diferentes guisos de la gastronomía gallega.
El colinabo y muchas otras especies brásicas son plantas que necesitan climas frescos para cultivar, no soportando temperaturas excesivamente cálidas. Por tanto, es un cultivo que se planta en invierno en zonas cálidas y al inicio o final del invierno en las zonas europeas frías.
Es importante mantener durante todo el desarrollo del cultivo una buena iluminación, ya que esto favorece la acumulación de carbohidratos en el fruto y reduce el desarrollo excesivo de la parte aérea y el tallo principal, lo que reduce la energía disponible para la raíz.
El colinabo se cultiva en suelos de textura media, ricos en materia orgánica y que presenten un drenaje adecuado. Es un cultivo de raíz, por lo que el agua estancada genera pudriciones en el fruto que lo hacen inservible a nivel comercial.
En general, los suelos frescos son los que mejores producciones ofrecen a nivel mundial, evitando su cultivo en zonas arenosas que producen raíces poco tiernas.
En cuanto al pH, el ideal es cercano neutro o ligeramente alcalino, a partir de pH 6,5 en adelante. Zonas muy ácidas perjudican su desarrollo y la calidad del fruto.
Necesita suelos profundos que permitan una raíz de 10 cm, por lo que como mínimo se suele preparar el suelo con un mínimo de 20 cm de profundidad. Para ello, se realizan las siguientes labores previas a la plantación del colinabo o nabicol:
El ciclo completo depende de la fecha de plantación, pero en los meses más cálidos dura alrededor de 80 días, y con tiempo frío se alarga a los 90-100 días.
Se siembra a final del otoño en zonas cálidas y a mediados de otoño en zonas más frías. Sin embargo, también se puede cultivar durante todo el año posterior al invierno, excepto en zonas muy calurosas.
El marco de plantación del colinabo abarca de 30 a 40 cm entre plantas y 50 a 75 cm entre surcos.
Necesita un nivel adecuado de humedad, manteniendo de forma constante el sustrato hidratado. El estrés por falta de agua provoca fisiopatías relacionadas con la anticipación en la floración, momento en el cual el fruto pierde valor y se vuelve amargo.
A diferencia de la col, el colinabo es mucho menos exigente al aporte de nutrientes. Generalmente se obtiene un rendimiento de 25 t/ha, muy inferior al de la col, que tiene un media aproximada de 40 t/ha.
Por ello, un plan nutricional medio requiere las siguientes unidades fertilizantes NPK:
Es muy importante la preparación del suelo y el aporte de materia orgánica, siendo óptimo un nivel medio en análisis de suelo de al menos un 2%, realizando aportes de 30 a 40 t/ha de estiércol o compost vegetal cada 3 o 4 años.
En general, las plagas y enfermedades que afectan al nabicol son comunes para el resto de crucíferas, encontrando especies específicas y otras muy genéricas y propias de muchos otros cultivos (no necesariamente de la misma familia).
Principales plagas
Principales enfermedades
Como fruto del género Brassica, su contenido mineral y vitamínico es muy alto, por lo que se constituye como una verdura muy a tener en cuenta en cualquier dieta saludable.
Las principales propiedades y beneficios del nabicol son las siguientes:
En el nabicol encontramos diferentes polifenoles con capacidad antioxidante y secuestrante de radicales libres, elementos que producen la oxidación celular y dañan el organismo.
Entre ellos encontramos como fuente principal los carotenoides, cuyo consumo reduce el envejecimiento prematuro y previene diferentes enfermedades cardíacas, inflamatorias e incluso diferentes tipos de cáncer.
Las brásicas como el colinabo almacenan gran cantidad de elementos minerales, y entre ellos el que más destaca es el potasio. Este elemento es importante para regular la hidratación celular y favorecer la resistencia de los huesos, además de formar parte de enzimas indispensables para el organismo (como las encargas de obtener energía).
El potasio también está relacionado con una buena salud cardiovascular, teniendo un impacto positivo sobre la hipertensión.
La vitamina C, tan reconocida en frutas como la naranja, también está muy presente en hortícolas como la coliflor, el brócoli o el colinabo. Esta vitamina es muy importante para disponer un sistema inmune fuerte, mejorando la salud ósea y previniendo enfermedades de carácter grave como el cáncer.
La fibra es un elemento que no incluimos en cantidades suficientes en nuestra dieta. Está íntimamente relacionada con nuestro sistema digestivo, pero también actúa previniendo enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras enfermedades graves.
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