Anacardium occidentale L., también conocido como cayú, nuez de la India, anacardo, merey, cajú, castaña de cajú, marañón, cajuil, caguil o pepa, es un árbol originario de Sudamérica, del nordeste de Brasil, costa de Colombia y sur de Venezuela. Muchos de sus componentes son utilizados en la elaboración de productos diversos, como por ejemplo dulces, cosméticos y medicamentos.
El anacardo es un fruto que se consume en su mayor parte como fruto seco. Siempre lo consumimos en bolsa tostado con sal aunque también se comercializan anacardos crudos aunque luego veremos qué significa esto de «crudos». Es un fantástico alimento con muchas propiedades nutritivas y un gran aporte calórico, pero ¿sabes de dónde viene, cómo y dónde se cultiva? Empecemos.
Su nombre científico es el Anacardium occidentale L. Aunque aparentemente no tenga nada que ver, el anacardo es de la familia del mango y comparten hábitat. Efectivamente es una especie de origen tropical y subtropical, haciendo muy dificil su cultivo en Europa, salvo en algunos lugares como Canarias (en pleno trópico) o incluso se han dado en zonas del sur de la península y me consta por algunos foros que hay gente intentándolo a nivel particular en zonas del norte desde Galicia hasta el País Vasco. Imaginamos que con fines comerciales pocos habrá en nuestro país.
Si buscamos su origen nos vamos a Brasil, a su zona tropical, pleno Amazonas. Pero si indagamos de su distribución actual nos encontramos con que son Brasil y la India los lugares donde más se produce.
Es un árbol de uno 6-7 metros con un grueso tronco y hojas oblongas de un verde muy brillante. Las especies destinadas a producción dan fruto durante 25-30 años y desde el tercer cuarto año de trasplante ya están dando fruto. Es una especie perenne que ramifica a baja altura del suelo y suele extenderse. Es decir, la copa del árbol es más extensa que alta.
Lo que nos llega a España es sólo el interior de la nuez. En realidad, salvo que tengas un mango en tu casa o te hayas interesado por el árbol en alguna ocasión, dudo mucho que hayas visto cómo es el fruto. Aquí te mostramos una foto.
Curiosamente, la nuez (el verdadero fruto) se encuentra como te podrás imaginar por la forma, en esa especie de protuberancia marrón. El resto es una parte carnosa que en España ni hemos olido porque es extremadamente perecedera. En los lugares de origen se come y se hacen diversas bebidas, mermeladas y fermentaciones varias ya que tiene un alto contenido en azúcares. Es de sabor dulce. A esta parte del fruto se le suele llamar «manzanas» del anacardo, también llamadas manzanas de cajú o marañones.
Los frutos secos son un grupo de alimentos de diversos géneros y especies. Sin embargo tienen bastantes cosas en común que las hacen ser justamente eso: un grupo de alimentos muy concreto. Destacan por su bajo contenido en agua, lo que les permite una caducidad mayor y una gran concentración de nutrientes que los hace ser verdaderas bombas energéticas. Por ejemplo, la nuez tiene gran cantidad de zinc, consiguiendo una rápida recuperación después de un deporte intenso.
Con la moda de las gelatinas para deportistas etc. etc. desde Agromática venimos a reivindicar el fruto seco como elemento energético de gran recuperación cuando se hacen deportes exigentes. ¿Y qué pasa con el anacardo?
Los frutos secos, por lo general, contienen un 20% de hidratos de carbono o incluso algo menos. La nuez, la avellana, la almendra, los piñones están todos rondando el 15-20%. Sin embargo, el anacardo, junto con las castañas, son los frutos secos que más cantidad de carbohidratos tienen. Como has podido ver antes, ronda el 30%, prácticamente el doble que el resto. Entre los carbohidratos y las grasas es uno de los frutos secos más saciantes que hay. Te comes un puñado y ya no quieres ni una miga de pan.
Además, la mayoría de estos carbohidratos son complejos, de absorción lenta, por lo que no nos darán subidones de azúcar repentinos. Si estamos haciendo deporte intenso como correr o andar en bici, su porcentaje de azúcares simples nos da el empujón inicial necesario. Eso supone sólo el el 6% ; el otro 24% son los complejos, de absorción lenta que que nos darán la dosis energética poco a poco. En definitiva, para los deportistas de gran nivel, la relación energía/peso del anacardo es prácticamente insuperable y resulta un elemento casi indispensable en largas carreras.
Además, como podemos comprobar, es un alimento rico en grasas (casi todos los frutos secos) y la calidad de esas grasas se ve mermada si se comen fritos con sal. El proceso de fritura deteriora fitoesteroles y antioxidantes muy beneficiosos presentes en el anacardo. Pero tampoco es que podamos comerlos crudos crudos. Tienen siempre un ligero toque de tostado o cocido. ¿Y no se pueden comer crudos? Pues en realidad no. El anacardo contiene un aceite tóxico llamado urushiol causante de severas dermatitis sólo al contacto con la piel. Muchas plantas de esta familia contienen este compuesto.
[alert style=»yellow»]Los anacardos crudos en realidad no están crudos del todo. Han sido ligeramente cocidos para degradar por completo el urushiol. Aun así siguen comercializándose como crudos. [/alert]
Por supuesto, aunque están tratados, siempre conservarán mejor los compuestos termolábiles que con una fritura con sal.
Partimos de la base de que necesitamos un clima tropical así que:
Temperatura mínima de 20ºC. Las regiones tropicales suelen tener una media de 24-25ºC y los rangos en los que se mueven durante el año varían entre 20 y 30 siendo días especialmente calurosos aquellos que pasan de los 35ºC. Por encima de esta temperatura lo pasa mal.
La humedad ambiental en zonas tropicales está asegurada. Sin embargo, siempre y cuando el sistema radicular esté bien desarrollado y haya reservas en el suelo, el anacardo puede soportar ciertos periodos de sequía y por tanto, una humedad relativa baja (alrededor del 30%). En estos casos, será conveniente aumentar las dosis de riego.
Es importante comentar que la altitud también le afecta. Donde mejor se da es en zonas de cotas bajas (menos de 500 msnm). Por encima de esta altitud suele mermar su crecimiento y a partid e los 1000 m no se da en absoluto.
Su sistema radicular es muy extenso y profundiza mucho en el suelo, siempre y cuando este sea suelto. Nada de suelos compactos. Además es necesario que desarrolle el sistema radicular convenientemente por lo que hemos comentado en el apartado anterior. Las raíces son sensibles a ciertos nematodos del suelo que merman su crecimiento. Debemos tener cuidado también con los hongos presentes en el suelo y tratarlo previamente ya que es muy sensible. La solarización no es un método de lo más natural porque se carga mucha microflora del suelo, pero si queremos plantar anacardo debemos partir de un suelo «sano» (obviando que nos hemos machacado mucha de la microflora), nutrido y suelto.
La siembra directa del anacardo compromete muchas más semillas por lo que la germinación protegida y el trasplante posterior es lo más recomendado. Además de regular mejor los espaciados entre árboles.
El riego debe ir de moderado a abundante si es con fines comerciales y no estamos en zonas de mucha pluviosidad. Soporta sequías pero el árbol no crecerá de la misma manera. En una zona tropical, su hábitat, no necesitará riegos excesivos ya que la pluviometría está asegurada por encima de los 2000 mm anuales. En zonas subtropicales o más secas habrá que darle un apoyo con algo de riego para asegurar su óptimo crecimiento. Como hemos dicho, no importa demasiado si la humedad relativa ambiental es baja o media, siempre y cuando tenga agua disponible a través del sistema radicular tan profundo y extenso.
Enfermedades muchas y la gran mayoría de ellas de origen fúngico (criptogámicas). Se cuentan por decenas así que la prevención es clave en este cultivo. La mejor de las luchas contra enfermedades fúngicas se hace antes de la aparición de síntomas. Después ya resulta muy complicado y sobre todo costoso. Le atacan varias cepas de Aspergillus, Fusarium, Pytophthora, Sclerotium y un largo etcétera.
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