Se conoce técnicamente como Aceria sheldoni, pero todo el mundo conoce esta plaga como ácaro de las maravillas. Su particular y curioso nombre se debe a la espectacularidad de las formas que desarrollan los frutos una vez el cítrico ha sido atacado. No es nada más ni nada menos que un ácaro eriófido que se encuentre entre las yemas y las flores de los cítricos.
Los daños más comunes que produce el ácaro de las maravillas se dan sobre todo en el cultivo del limón, produciendo las deformaciones características y fácilmente identificables en el fruto.
Hasta el momento hemos mencionado mucho que este ácaro (Aceria sheldoni) ataca a los cítricos en general (especialmente al limón), ya que se han visto casos de ataque del ácaro de las maravillas en naranjos, produciendo deformaciones en brotes y frutos. Sin embargo, esta situación es bastante rara y sólo ocurre cuando hay naranjos o mandarinos cercanos a limoneros.
Las picaduras que produce el ácaro de las maravillas sobre las yemas produce lesiones celulares. Esto afecta negativamente al futuro desarrollo y cuaje del fruto, presentando malformaciones como las que se pueden ver en las imágenes.
Si hay mucha presencia de este ácaro sobre brotes y yemas, éstas pueden llegar a caerse, incluso con aborto de yemas de madera y flor.
Uno de los tratamientos más efectivos contra el ácaro de las maravillas consiste en la aplicación de materias activas autorizadas. (Consultar por los productos autorizados en cada uno de sus países)
Para el control biológico, se buscan algunas especies que atacan a la araña roja (Tetranichus urticae), como Amblyseius californicus o Stethorus puncttillum. Sin embargo, el control biológico de esta plaga actualmente es bastante limitado, teniendo que recurrir a los tratamientos químicos para frenar el avance del ácaro.
Los daños se dan principalmente sobre limoneros, pero pueden afectar a naranjos y mandarinos. Se ven afectadas especialmente las flores, produciendo hipertrofia y caída prematura de frutos en caso de que cuajen. Los frutos que consiguen evolucionar presentan deformaciones extrañas. Dichas deformaciones pueden consistir en
estrías o dedos y cambios en el tamaño del fruto.
Es por ello que hay que realizar dos observaciones anuales, en otoño y primavera, antes que los nuevos brotes alcancen 5 cm. Observar en 25 árboles cuatro ramas completas (ó 30 cm del extremo) por árbol. Las ramas serán de la última brotación completamente desarrolladas. En cada rama observar:
1) visualmente en campo, presencia de deformaciones
ó
2) en laboratorio, al binocular, presencia de ácaros bajo las brácteas de las yemas.
El momento de intervención será cuando el 25% de las ramas presenten deformaciones o cuando se observe presencia de ácaros en el 50% de las yemas.
En caso de decidir intervenir, realizar la aplicación cuando la mayor parte de los brotes de los árboles se encuentren entre 4 y 6 cm.
La llegada de la mosca de alas manchadas, Drosophila suzukii, supuso un desafío mayor para los productores de frambuesa en Chile, ya que este frutal es una de las especies preferidas por esta plaga para reproducirse.
La mosca de alas manchadas, Drosophila suzukii, es uno de los problemas sanitarios más importantes en mora, frambuesa, frutilla y arándano en Chile, desde su llegada al país en 2017.