SAG realiza capacitación sobre el principio precautorio en materia de plaguicidas
El pasado 14 de diciembre el Servicio Agrícola y Ganadero llevó a cabo una capacitación respecto a las implicancias del principio precautorio en agricultura, especialmente enfocado en materia de registro de autorización de uso de plaguicidas agrícolas. La actividad coordinada por Rodrigo Astete y Rodrigo Sotomayor de la División de Protección Agrícola y Forestal contó con la participación de los profesionales del Subdepartamento de autorización y evaluación de plaguicidas; así como con representantes de los principales gremios afines del agro destacando entre ellos SNA; FEDEFRUTA; ASOEX; AFIPA; HortiCrece e IMPPA; representantes de otras entidades gubernamentales tales como ACHIPIA y empresas comercializadoras de plaguicidas y fertilizantes no agremiadas, especialistas en materia de toxicología, entre otros.
Las ponencias estuvieron a cargo de la Doctora en Ciencias de la Agricultura Karina Buzzetti, Presidente de la Comisión por el Buen Uso de Plaguicidas Agrícolas de FEDEFRUTA; quien se refirió al marco internacional y la contingencia local respecto a la temática de los principios precautorios y preventivos, en el entorno de los tratados y acuerdos internacionales en temática ambiental que involucran a Chile. “La incorporación de estos principios en temáticas de plaguicidas agrícolas ha sido crecientemente solicitado en los últimos años por profesionales de diversos rubros ligados a materias de política ambientales, ONGs, académicos en salud pública entre otros en Chile. Incluso existe un proyecto de Ley ingresado a la cámara del Senado que recoge estos principios en materia de registro de plaguicidas agrícolas entre otras modificaciones en la temática, pero estos temas tienen consecuencias para más miembros de la cadena de producción de alimentos y modifican drásticamente el esquema acostumbrado hasta la fecha, por lo cual resulta relevante estos temas sean difundidos y discutidos con la responsabilidad que corresponde, ya que no necesariamente generan el impacto positivo que sería deseable. Cabe destacar que no son la única vía por lo cual podemos avanzar sustancialmente en la materia, y como Comisión estamos trabajando para apoyar al SAG en este análisis, donde además se ha incluido a otros gremios y especialistas para responder con una mirada multidisciplinaria que nos permita avanzar equilibradamente en sustentabilidad y productividad” -indicó Buzzetti durante su presentación.
La segunda ponencia estuvo a cargo del especialista Mauricio Rodríguez, Ph.D, Director de asuntos científicos de la asociación gremial CropLife Latin America, quien expuso sobre el principio precautorio y su aplicación en los procesos de registros de plaguicidas, los roles y las responsabilidades de los participantes y las experiencias concretas en diversos mercados frente a la implementación de estas medidas. “Cuando la política se impone a la ciencia, perdemos la oportunidad de acceder a tecnologías que la ciencia se ha asegurado que sean seguras. Si bien nunca existe la certeza absoluta, la investigación procura entregar todas las recomendaciones de uso para disminuir al máximo el riesgo. Al analizar la evidencia de cómo se ha implementado el principio precautorio en Europa, resulta relevante se sepa que Chile podría poner en riesgo la seguridad alimentaria, puesto que, a diferencia de Europa, no podrá importar los alimentos que no son capaces de producir por si mismo bajo la implementación de estas restricciones, y no accederá a tecnologías que sí son autorizadas en otros países altamente desarrollados como en Estados Unidos”.
Actualmente, tanto el principio precautorio como el preventivo se encuentran recogidos en al menos dos leyes chilenas provenientes del Ministerio del Medio Ambiente que se vinculan a materias agrícolas, tales como la Ley 20920 y la Ley 21455. “Se debe tener muchísimo cuidado en la aplicación de estos principios, puesto que, siendo estrictos en la materia y a modo de ejemplo, tal y como se discute actualmente en Europa debiésemos prohibir el vino y otros alcoholes debido a que existen algunos estudios que relacionan su consumo con la mayor probabilidad de desarrollar cáncer, y, aunque los estudios no sean vinculantes o no exista certeza científica al respecto, bajo la mirada del principio precautorio éstos productos debiesen prohibirse hasta que la misma industria vitivinícola demuestre que no son carcinogénicos, sin embargo, hoy estos productos están regulados por otras vías, como la venta restringida a menores de edad; alertas de consumo moderado; venta restringida en horarios y locales autorizados entre otros”, concordaron ambos expertos. Así como el vino, existen varios otros ejemplos en alimentos, insumos médicos, cosmética, entre otros-señaló Rodríguez.
En el contexto internacional la aplicación de estos principios en materia de derecho ambiental ha tenido diversas implicancias para toda la cadena agrícola, y hoy, ante la firma del Acuerdo de Escazú y las actualizaciones que nuestro Servicio está trabajando en la materia, retoma mayor relevancia incluir respetuosamente distintas miradas en la discusión, por lo cual ésta es la primera de varias actividades que el Servicio coordinará en la materia-indicó Grisel Monje, Jefa (S) División Subdirección de Operaciones del SAG- quien lideró la actividad.