Por Ron Baruchi, Director General de Agmatix
La industria agrícola tiene hoy un aspecto muy diferente del que tenía hace cientos de años. La mecanización cambió la dependencia de la agricultura de la mano de obra humana y la fuerza de los caballos. La Revolución Verde aprovechó la mejora selectiva para producir más grano por hectárea. En los últimos años, este cambio ha continuado, con un enfoque cada vez mayor en la sostenibilidad en todo el mundo, el cambio de las políticas agrícolas para apoyar esto, y un creciente protagonismo de las herramientas agrícolas digitales para llevar a cabo este cambio.
En 2023, veremos cómo cada vez más retos conocidos se abordan con nuevas tecnologías. Aunque las tecnologías mecánicas siguen desarrollándose, serán las digitales las que impulsen la mayor parte del cambio en la agricultura. A continuación, me detendré en cuatro de las principales tendencias agroinformáticas que se avecinan para 2023 y más allá.
Centrarse en aumentar la producción para satisfacer las crecientes necesidades mundiales
Para 2050, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación calcula que necesitaremos producir un 60% más de alimentos para alimentar a una población mundial de casi 10.000 millones de personas. Incluso si alcanzamos esa cifra, 300 millones de personas seguirán luchando contra la escasez de alimentos.
Los países en desarrollo desempeñarán un papel clave en este suministro mundial de alimentos. En la actualidad, países como Filipinas y Colombia están batiendo récords de exportaciones estadounidenses. En 2023, los países en desarrollo seguirán representando la mayor parte del crecimiento de las exportaciones agrícolas estadounidenses.
Como indica la Agencia de Servicios Agrícolas estadounidense, habrá 1,2 millones de acres menos dedicados a la producción de maíz en Estados Unidos. Como consecuencia, los agricultores tendrán que aumentar considerablemente el rendimiento de sus tierras para satisfacer las necesidades de etanol, piensos y alimentos de la creciente población mundial.
En los últimos años, la industria agrícola se ha visto gravemente afectada por fenómenos meteorológicos extremos, interrupciones de la cadena de suministro y problemas económicos mundiales. Estos factores continuarán, y se sumarán otros, con el potencial de desviar la realidad de 2023 de estas perspectivas proyectadas.
A medida que crece la adopción de tecnología, la era digital en la agricultura sigue prosperando. Desde la medición de los niveles de nutrientes del suelo hasta la supervisión del riego y el uso de imágenes de drones para cartografiar y estimar la presencia de enfermedades, la inteligencia artificial (IA) se convertirá en una presencia constante en las producciones agrícolas de todos los tamaños.
Se prevé que el gasto mundial en tecnología inteligente y sistemas conectados en el sector agrícola triplique sus ingresos de aquí a 2050. Esto incluye la IA y el aprendizaje automático. Se prevé que solo el gasto en IA aumente a una tasa de crecimiento anual compuesta del 25,5% entre 2020 y 2026, alcanzando finalmente los 4.000 millones de dólares, y con ello crecerán las capacidades de estas tecnologías.
En estrecha relación, los datos sintéticos se utilizan a menudo para validar los modelos de IA. Basados en datos del mundo real, y creados por un modelo que utiliza los parámetros de conjuntos de datos del mundo real, pueden utilizarse para crear un "gemelo digital". Este gemelo digital sintético emula la vida real, lo que puede ser especialmente útil en agricultura, donde variables como los tipos de suelo y las condiciones meteorológicas deben comprenderse para las aplicaciones del mundo real. Gartner predice que su uso superará al de los datos reales en los modelos de IA de aquí a 2030. Los datos sintéticos, que ya son tendencia en otros sectores, están en la lista de espera de la agricultura para 2023.
La agricultura de precisión aprovecha los sistemas tecnológicos inteligentes y conectados para mejorar los resultados de los agricultores. Los agricultores pueden ahorrar tiempo, dinero y recursos -todos ellos muy valiosos en el mundo actual- con herramientas que facilitan el seguimiento de los cultivos y los planes de nutrición específicos. 2023 desvelará interesantes novedades en el ámbito de la agricultura de precisión.
En 2023, el uso de herramientas AgTech de precisión para la aplicación precisa de fertilizantes será más importante que nunca, impulsado por el aumento de los costes de los fertilizantes. Los costes de los fertilizantes han sido los que más han aumentado en 2022, y se prevé que sigan aumentando durante el próximo año. Con estos costes crecientes, la agricultura de precisión y las herramientas digitales para el uso de fertilizantes se están convirtiendo cada vez más en una inversión rentable.
La sostenibilidad no es una tendencia o un tema nuevo en 2023, pero es seguro que las empresas redoblarán sus esfuerzos. Para ello, tendrán que cuantificar su impacto en la sostenibilidad. La industria agrícola tendrá oportunidades similares para participar en los esfuerzos de sostenibilidad con renovado vigor.
Además de tener un impacto positivo en el medio ambiente, la sostenibilidad medioambiental también aporta beneficios económicos. Además de los numerosos mercados de carbono disponibles para los productores estadounidenses, el Servicio de Conservación de Recursos Naturales del USDA ofrece asistencia técnica y apoyo financiero para mejorar la calidad del aire, conservar las aguas subterráneas y superficiales, la salud del suelo, la mejora o creación de hábitats para la vida silvestre, y mucho más .
Mantenerse al día de todos los cambios que se producen en la industria agrícola puede ser todo un reto. Sin embargo, con las presiones de un clima cambiante y una población creciente, adaptarse es necesario.
Comprender rápidamente el impacto de las nuevas tecnologías o prácticas de producción en el rendimiento y la calidad de los cultivos es fundamental para impulsar un cambio rentable y sostenible. Revisar la investigación disponible puede ayudar a crear modelos de cultivos para predecir el crecimiento y el desarrollo de las plantas. Mejor aún, llevar a cabo su propia investigación mediante ensayos de campo puede ofrecer resultados más precisos para sus propias prácticas, tipo de suelo, clima, etc. Este es otro campo en expansión, y por buenas razones, ya que los agricultores se esfuerzan cada vez más por sacar el máximo partido a sus tierras.
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