Subproductos naturales y sus posibilidades
Por Natalie Devenin, Ejecutiva de Innovación en la Fundación para la Innovación Agraria, FIA, y Consultora independiente en Diseño Agroalimentario.
Ya casi no tenemos excusas para no comer sano. Ni tampoco tantas excusas para no cocinar, viendo que la oferta del supermercado a veces nos tiene gran parte del trabajo avanzado.
Afortunadamente para muchos, la evolución de “subproductos frescos” responde de manera certera y accesible a lo que necesitamos. Si hasta podemos encargarlas por Internet y recibirlas en casa, prácticamente listas para servir.
Deslizando el scroll de arriba a abajo, vemos una gama de productos frescos y otros procesados, como zanahorias en corte juliana, o una pasta verde envasada, ensaladas mixtas, cuatro estaciones, mezclas para wok, apio trozado, porotos desgranados, albahaca baby y ensaladas listas para servir, con aderezos sugeridos.
Este tipo de productos muchas veces pasan a ser esenciales en la lista de supermercado, como los básicos para poder preparar algo en casa de forma más rápida y fácil de complementar con algún tipo de proteína. Pero la oportunidad va más allá de esto. Actualmente hay muchos programas de televisión dedicados a la cocina y a la alta gastronomía, los que suelen tener gran audiencia por interés, curiosidad, buen formato de entretenimiento o por buscar también algún tipo de aprendizaje. ¿Por qué no? Ahora muchos se interesan en explorar en la cocina y de forma creativa.
Esto significa que para un amateur, mientras más simplificado sea el trabajo, más motivador podría ser el dedicar un par de horas en la cocina. Esto abre un espacio de respuesta por parte de productores. El ofrecer productos frescos en nuevos formatos, que simplifiquen las tareas que el consumidor busque realizar, puede ampliar o abrir nuevos nichos. Sobre todo si se trata de productos con un leve dejo de exotismo (que nos haga viajar a través el paladar), o alguna diferenciación en su comunicación o hacia quién va dirigido, y cómo se facilita el servicio de uso y consumo.
Por otro lado, también está el tema, aun poco abordado, de los hogares unipersonales. Si bien existen productos listos de consumo individual, la oferta sigue manteniéndose escasa y poco variada. Sin embargo, los hogares unipersonales son cada vez más frecuentes de encontrar. Sean estudiantes, trabajadores o jubilados, la tendencia de vivir solos es creciente. El que haya una baja respuesta a esto afecta de distintas maneras, por ejemplo, muchas veces una persona se ve en la obligación de comprar cantidades que superan lo que podría ser consumido por ella, en un tiempo determinado, y el alimento termina por perderse.
Estos son dos ejemplos que grafican oportunidades a tratar desde el diseño y comunicación de productos frescos. Son casos cotidianos y de alto alcance, que podrían cambiar la forma en que se consume este tipo de productos, sin que sea mejor o peor, sólo ofreciendo otras variedades para nuevos usos y necesidades que implican requerimientos más específicos.
La oportunidad de proveer más productos listos, de fácil preparación, uso y consumo, quizás acompañado de recetas o sugerencias para el consumidor, en el mismo envase, pueden diversificar las opciones de formas de uso en lo doméstico e innovación en el área. Habrá que ver cómo se vienen las tendencias en cuanto a frutas y verduras.