Áncash-Perú: Campaña de erradicación de mosca de la fruta para exportar mango
Los productores del distrito de Moro y del valle de Nepeña, en Áncash, tomaron acuerdos para el inicio de una campaña de erradicación de la plaga de la “Mosca de la fruta” (Ceratitis Capitata) con la finalidad de tener los campos limpios y listos para la exportación de mango que inicia en abril.
Los agricultores se reunieron con especialistas del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), quienes les explicaron de la urgencia de recoger la fruta que cae al suelo, por excesiva maduración, y que sirve como hospedero a la mencionada plaga.
“Estamos en proceso de certificación de campos y vemos que muchos campos no cumplen con las medidas preventivas. Si no cumplen entonces no podrán certificarse y menos exportar. Hay un incremento considerable de la plaga de la mosca de la fruta”, remarcó la directora ejecutiva del Senasa-Áncash, Nelly Wilcas, quien lideró la reunión que se desarrolló en la Municipalidad Distrital de Moro.
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También estuvieron presentes la alcaldesa de Moro, Julia Ochoa, de Pamparomás, Vidal Milla y el director ejecutivo del Servicio para el Servicio para el Desarrollo Integral Rural (SEDIR), Juan Cerna Espinoza, quienes coincidieron en coordinar acciones y apoyar la campaña de erradicación de la plaga de la “Mosca de la fruta”.
“La mosca de la fruta” es altamente peligrosa que daña la pulpa del producto (mango) generando pudrición. De ahí que los agricultores deben recoger y enterrar la fruta tendida en los campos con la finalidad de disminuir los índices de contaminación. El Senasa coloca hasta 2 trampas oficiales por campo y, según la propia entidad, solo se deben encontrar 2 moscas en cada monitoreo. Los agricultores también pueden colocar trampas caseras.
Preocupación por la mosca de la fruta
El presidente del Comité de Sanidad Agraria (Cosagra) del valle de Nepeña, Jesús Gayoso Senosaín, señaló que es importante que los agricultores se comprometan a limpiar a sus campos para controlar la plaga que genera importantes daños económicos.“La situación es preocupante. Los agricultores saben que deben recoger y enterrar la fruta como principal medida de control”, afirmó.
Moro y el valle de Nepeña cuenta con 1200 hectáreas de cultivo de mango y casi igual cantidad de productores que dependen económicamente de la mencionada fruta.