Chile: Buena calidad, pero más competencia
Estados Unidos tiene un récord de uva en los frigoríficos, y los exportadores chilenos están en alerta. Su apuesta es que la excelente condición de la fruta tempranera les permita mejorar la comercialización.
La próxima semana partirá todo. Cuando los temporeros de la zona alta de Copiapó, el valle frutícola más tempranero de Chile, corten los primeros racimos de uva de mesa, comenzará a rodar una nueva temporada exportadora de frutas. No es exagerado decir que en siete días más se empieza a jugar buena parte del destino de una industria que vende al exterior más de 3.000 millones de dólares anuales. La uva de mesa representa la mitad de esos ingresos, y es en Copiapó donde se marca la tendencia en ese rubro.
Y las señales son preocupantes. En Estados Unidos, por lejos el principal mercado para la uva de mesa chilena, los stocks son bastante más altos que en la temporada pasada. De hecho, a mediados de octubre había 4,8 millones de cajas más que el año anterior a igual fecha, un notable 50% de aumento (ver infografía). Ese nivel es similar al conseguido en la temporada 2008-2009, recordada por sus pésimos retornos.
"Esta puede ser una temporada complicada. Hay que estar muy atentos a cómo se moverá la demanda en Estados Unidos. Hay que preocuparse de observar si será capaz de absorber rápidamente ese mayor volumen local", afirma Manuel José Alcaíno, presidente de Decofrut.
En todo caso, hay señales de que la demanda está funcionando a buen ritmo, lo que ayudaría a descomprimir las altas existencias de uva de mesa en Norteamérica
"Me tocó ver en Estados Unidos hace unos días cómo el consumo funcionaba bien, en torno a las 3,5 a 4 millones de cajas semanales. Los precios son atractivos para los consumidores. Eso sí, la producción tardía de California está muy retrasada, lo que hará que entre mucha fruta al mercado. Sin embargo, se podría amortiguar por las lluvias que han caído en los últimos días en ese estado, lo que afectaría la capacidad de guarda de esa uva de mesa. El escenario será confuso por un par de semanas pues hay muchas variables en juego", afirma Juan Colombo, gerente del programa de uva de mesa de Subsole.
Sin embargo, no hay que preocuparse sólo de los volúmenes, sino que también del comportamiento de nuevas variedades de uva de mesa lanzadas en EE.UU. Recientemente la Universidad de California liberó gratuitamente a los productores de ese estado tres alternativas de producción tardía: scarlet royal, autumn king y sweet scarlet.
Esos nuevos productos tienen una mejor vida de poscosecha y se adaptan mejor a los gustos de los consumidores.
En el ambiente frutero norteamericano se las conoce como "crimson killers", pues amenazan con desplazar a esa variedad, una de las más exportadas por Chile a ese mercado. El crecimiento de 235% de la scarlet royal es un fenómeno a mirar con mucho, mucho ojo.
Productores optimistas
A pesar del complejo panorama en Norteamérica, entre los fruticultores del norte chico hay tranquilidad. Su principal argumento es que ésta promete ser una de las mejores cosechas de los últimos años. En primer lugar, las parras vienen con entre 10 y 15% de mayor producción. De hecho, en la Asociación de Productores y Exportadores de Copiapó (Apeco) proyectan cerca de 14 millones de cajas de uva de mesa para esta temporada, unos 2 millones más que en una campaña promedio.
En segundo lugar, el desarrollo fenológico de las parras muestra un retraso de 10 a 15 días. Los productores copiapinos confían en que esa demora les permita encontrarse con un mercado, por lo menos en parte, más despejado en Estados Unidos.
Finalmente, la calidad de esta cosecha está en un buen nivel. "Cuando existe una buena fruta, siempre hay demanda. Los fruticultores de Copiapó hemos hecho inversiones muy fuertes en los últimos años en busca de ese objetivo. Por ejemplo, ahora se privilegian las parras injertadas, que cuestan hasta cuatro veces más que una de pie franco, con el fin de responder mejor a las exigencias del mercado", señala Rafael Prohens, presidente de la Apeco.
El dirigente nortino afirma que la decisión de reforzar la calidad es un cambio estructural de la industria frutícola nortina, pues para subsistir con el bajo nivel del dólar y sus altos costos laborales, típicos del norte chico, se requiere optar a precios de fruta premium.
Alejandro Barros, presidente de la exportadora Aconex, refuerza la posición de los agricultores nortinos.
"No vamos a tener los precios altísimos de la partida de la temporada 2009-2010; sin embargo, eso no significa que vayamos a enfrentar una campaña exportadora negativa. Si la calidad de la uva chilena es buena, el consumo se va a mover a un buen ritmo", remata Alejandro Barros.
Ojo con PerúManuel José Alcaíno, presidente de Decofrut, llama la atención sobre el crecimiento de los envíos de uva de mesa
de Perú a Estados Unidos. Claramente, el foco inicial de ese país en enviar red globe a China está cambiando. Las exportaciones peruanas a Norteamérica deberían crecer esta temporada entre 25 y 30%, básicamente en las variedades superior y flame.
Fuente: Revista del Campo