La biosolarización es una técnica de manejo integrado del suelo que combina la solarización con la incorporación de materia orgánica. Su objetivo principal es el control de patógenos del suelo, malezas y nematodos, permitiendo al mismo tiempo mejorar la estructura y fertilidad del suelo.
La solarización de suelos es una técnica de desinfección que utiliza la energía solar para calentar el suelo y así controlar patógenos, nematodos, insectos y semillas de malezas. Es una alternativa no química a otros métodos de fumigación o tratamientos del suelo y se ha utilizado principalmente en regiones con alta radiación solar.
La biodesinfección de suelos es una técnica de manejo y tratamiento del suelo que busca reducir o eliminar patógenos, nematodos y otras plagas del suelo utilizando medios biológicos, en lugar de químicos. Es un término general que puede incluir varias técnicas, y la bio-solarización, que mencionamos anteriormente, es una forma de biodesinfección.
La idea central de la biodesinfección es utilizar organismos benéficos o materia orgánica para suprimir o competir con los organismos dañinos presentes en el suelo. Algunas de las técnicas o métodos de biodesinfección incluyen:
1. Bio-solarización: Como ya mencionado, combina la solarización con la incorporación de materia orgánica al suelo.
2. Inoculación con Antagonistas: Introducción de microorganismos benéficos al suelo que suprimen o predan a los patógenos. Ejemplos incluyen ciertas cepas de Trichoderma, Bacillus y Pseudomonas.
3. Biofumigación: Consiste en la incorporación al suelo de plantas trituradas que, al descomponerse, liberan compuestos con propiedades nematicidas o fungicidas. Ejemplos de plantas utilizadas para este propósito son algunas especies de mostaza o Brassicaceae.
4. Rotaciones con Cultivos Antagonistas: Plantar cultivos que reduzcan la población de patógenos, ya sea por la producción de sustancias antagonistas, por la competencia o por otros mecanismos.
5. Uso de Abonos Verdes: La incorporación al suelo de plantas o cultivos específicos que, al descomponerse, mejoran la estructura y la salud del suelo, y pueden tener propiedades antimicrobianas.
La biodesinfección es particularmente atractiva en sistemas agrícolas sostenibles o ecológicos donde se busca reducir la dependencia de productos químicos. Además de controlar patógenos, estas prácticas suelen tener otros beneficios, como la mejora de la estructura del suelo, el aumento de la materia orgánica y el fomento de la biodiversidad microbiana.
1. Incorporación de Materia Orgánica: Antes de la solarización, se incorpora al suelo materia orgánica en descomposición, como estiércol, compost o restos vegetales.
2. Mojar el Suelo: Se riega el suelo para aumentar su humedad, lo cual es esencial para la eficacia del proceso.
3. Cubrimiento con Plástico: Después de mojar, el suelo se cubre herméticamente con una lámina de plástico transparente, generalmente durante los meses más cálidos del año. La radiación solar calienta el suelo debajo del plástico, y el efecto invernadero creado bajo el plástico aumenta la temperatura del suelo a niveles que son letales para muchos patógenos y semillas de malezas.
4. Descomposición de la Materia Orgánica: Bajo estas condiciones de alta temperatura y humedad, la materia orgánica se descompone rápidamente. Durante este proceso, se pueden producir compuestos tóxicos para patógenos del suelo. Estos compuestos, combinados con el calor, ofrecen un doble golpe contra patógenos y nematodos.
5. Finalización: Después de varias semanas (el tiempo exacto puede variar según las condiciones climáticas y el objetivo específico de la biosolarización), se retira el plástico, y el suelo queda listo para la siembra o plantación.
Los beneficios de la biosolarización incluyen la reducción de patógenos del suelo y malezas, la mejora de la estructura del suelo, y el aumento de la disponibilidad de nutrientes para las plantas. Además, es una alternativa sostenible y ecológica a los fumigantes químicos para la desinfección del suelo.
La bio-solarización puede ser aplicada en una amplia variedad de sistemas de cultivo, tanto en la agricultura convencional como en la orgánica. Es especialmente útil en sistemas donde el uso de fumigantes químicos es limitado o prohibido, o donde los agricultores buscan alternativas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Algunos de los sistemas de cultivo en los que la bio-solarización puede ser aplicada incluyen:
1. Horticultura: Especialmente en cultivos como tomates, pimientos, berenjenas, fresas y otras frutas y verduras susceptibles a enfermedades del suelo.
2. Viticultura: En viñedos para controlar nematodos, enfermedades del suelo y malezas antes de la plantación de nuevas cepas.
3. Fruticultura: En la preparación del suelo antes de plantar árboles frutales.
4. Viveros: Para desinfectar el suelo antes de la producción de plántulas o plantas jóvenes.
5. Agricultura Ornamental: En cultivos de flores y otras plantas ornamentales que pueden ser susceptibles a enfermedades del suelo.
6. Agricultura Orgánica: En cualquier cultivo donde se evite el uso de químicos sintéticos, la bio-solarización puede ser una herramienta efectiva para el manejo integrado de plagas.
7. Agricultura Protegida: Como invernaderos o túneles altos, donde es importante mantener un control estricto sobre las enfermedades del suelo.
8. Cultivos de Rotación: La bio-solarización puede ser empleada entre ciclos de cultivos principales, como una práctica de manejo para reducir las poblaciones de patógenos y malezas.
Cabe señalar que la eficacia de la bio-solarización puede variar según las condiciones específicas de cada región o sistema de cultivo, como la intensidad y duración de la radiación solar, la temperatura, el tipo de patógeno o maleza que se desea controlar, y la cantidad y tipo de materia orgánica utilizada. Es importante llevar a cabo pruebas preliminares o consultar estudios locales para determinar la mejor metodología para cada situación específica.
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