Puedes hacer un fertilizante casero de hierbas aromáticas utilizando hierbas frescas o secas que tengas a mano. Este fertilizante aportará nutrientes y minerales a tus plantas y, al mismo tiempo, te permitirá aprovechar al máximo tus hierbas aromáticas. Aquí tienes una receta básica para hacerlo:
- Hierbas aromáticas frescas o secas (por ejemplo, albahaca, cilantro, perejil, etc.).
- Agua.
- Un recipiente grande, como un balde.
1. Reúne tus hierbas aromáticas: puedes usar una sola hierba aromática o mezclar varias, según tus preferencias y lo que tengas disponible.
2. Corta las hierbas: si estás utilizando hierbas frescas, córtalas en trozos más pequeños. Esto facilitará la liberación de nutrientes durante el proceso de elaboración del fertilizante.
3. Llena el recipiente: llena un balde con agua, preferiblemente agua de lluvia o sin cloro, ya que el cloro del agua del grifo puede matar microorganismos beneficiosos.
4. Agrega las hierbas: ubica las hierbas cortadas en el agua. La cantidad de hierbas que necesitas dependerá de la cantidad de agua que estés utilizando. Puedes agregar una cantidad generosa de hierbas, pero no necesitas llenar completamente el balde.
6. Deja reposar el agua: cubre el balde y deja reposar la mezcla durante al menos 24 horas. Durante este tiempo, las hierbas liberarán sus nutrientes en el agua.
7. Filtración: después de 24 horas o más, cuela la mezcla para separar las hierbas del líquido. Puedes usar un colador o una tela para hacerlo.
8. Dilución: el fertilizante resultante estará bastante concentrado, por lo que debes diluirlo antes de usarlo para regar tus plantas. Mezcla una parte del fertilizante con varias partes de agua. Por ejemplo, puedes diluirlo en una proporción de 1:10 (una parte de fertilizante por diez partes de agua).
9. Riego: riega tus plantas con la mezcla diluida. Evita regar directamente sobre las hojas para evitar quemaduras solares.
10. Almacenamiento: puedes guardar el fertilizante sobrante en un recipiente sellado en un lugar fresco y oscuro para usarlo más adelante.
Este fertilizante casero de hierbas aromáticas es rico en nutrientes y aportará minerales esenciales a tus plantas. Utilízalo como parte de un programa de fertilización equilibrado para mantener tus plantas saludables y vigorosas. Ten en cuenta que, aunque es natural, no debes excederte en su uso, ya que demasiado fertilizante puede dañar las plantas.
Si estás buscando hierbas aromáticas fáciles y rápidas de cultivar, aquí tienes algunas opciones ideales para principiantes y para quienes quieren disfrutar de hierbas frescas en poco tiempo:
a. Albahaca: es una de las hierbas más fáciles de cultivar en macetas o en el jardín. Germina rápidamente y puede cosecharse en tan solo unas pocas semanas. Prefiere el sol y suelo bien drenado.
b. Cilantro: crece rápidamente a partir de semillas y es una excelente opción para agregar sabor a platos salados y salsas. Es tolerante a la sombra parcial y al calor.
c. Perejil: es otra hierba de crecimiento rápido y es versátil en la cocina. Puede ser cultivado en macetas o en el jardín y es resistente a condiciones de luz variadas.
d. Cebollín: es muy fácil de cultivar en macetas o en el suelo. Los cebollines tienen un sabor similar al de las cebollas verdes y pueden cosecharse temprano.
e. Menta: es resistente y crece rápidamente, pero ten en cuenta que puede volverse invasiva si no se controla. Es excelente para infusiones y cócteles.
f. Eneldo: es fácil de cultivar a partir de semillas y es una excelente opción para agregar sabor a pescados y platos de pepino. Crece rápidamente y tolera la luz solar parcial.
g. Tomillo: es una hierba resistente que crece rápidamente y es ideal para platos de carne y guisos. Prefiere el sol y el suelo bien drenado.
h. Orégano: es otra hierba resistente y de crecimiento rápido. Puede ser cultivado en macetas o en el jardín y es perfecto para pizzas y platos italianos.
i. Salvia: es fácil de cuidar y crece rápidamente. Tiene un sabor fuerte y es ideal para platos de carne y aves.
j. Romero: es una hierba perenne que crece lentamente, pero es muy resistente. Su sabor es intenso y se utiliza en una variedad de platos.
Recuerda proporcionar las condiciones adecuadas de luz, agua y suelo para tus hierbas, y no olvides podarlas regularmente para estimular el crecimiento y mantener su sabor. Además, elige hierbas que disfrutes cocinar y que se adapten a tu clima y entorno. ¡Disfruta de la satisfacción de cultivar y cosechar tus propias hierbas frescas en casa!
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