El calor récord ahoga la producción japonesa de hortalizas
El calor récord del verano de 2023 ha dañado las hortalizas de verano y retrasado la siembra de las de otoño e invierno en Japón. Aunque Japón es casi autosuficiente en el consumo de verduras frescas, puede recurrir a las importaciones para compensar posibles déficits de suministro. Estados Unidos es un proveedor destacado de Japón en cuanto a cebolla, apio y lechuga.
Entre los productos agrícolas japoneses, las hortalizas frescas tienen uno de los índices de autosuficiencia más altos, con un 95% aproximadamente. Importa, en tanto, sólo alrededor del 5%, las que no produce o aquellas que se enfrentan a una escasez temporal de suministro interno.
Bajos rendimientos por escasa floración
Según informes del sector, las olas de calor récord del verano de 2023 están afectando a la producción agrícola en todo Japón. La temperatura media entre junio y agosto fue aproximadamente 1,76 grados centígrados superior a la media de 1991-2020, marcando el mayor aumento de temperatura registrado.
Las hortalizas de verano y otoño, actualmente en fase de recolección, han registrado bajos rendimientos debido a la escasa floración. Incluso Hokkaido, que normalmente experimenta temperaturas más bajas que el resto del país, ha experimentado un calor inusual.
En el centro de Hokkaido, los tomates han mostrado problemas de polinización, lo que impide el cuajado y reduce la producción entre un 10% y un 20%. Incluso cuando cuajan, hay una alta incidencia de ablandamiento y quemaduras por el sol, lo que lleva a un aumento de los productos desechados y de baja calidad.
En lo cuanto a la producción de brócoli en el centro y sur de Hokkaido, JA, una cooperativa agrícola, informó que "debido a la podredumbre y a la incapacidad de producir productos comercializables, los rendimientos han disminuido significativamente".
Las repercusiones se extienden también a la región de Tohoku, situada al sur de Hokkaido, en la isla principal de Honshu.
Los agricultores de la prefectura de Fukushima han informado de daños en pepinos cultivados en campos abiertos, como la flexión y el hinchamiento. En la prefectura de Yamagata, los productores se enfrentan a problemas con el edamame (soja), como la imposibilidad de cosechar debido a un crecimiento prematuro y días en los que la cantidad diaria de recolección la mitad que el año anterior.
En la prefectura de Toyama se teme una reducción de la producción de soja.
Debido al impacto de la caída de las flores por las altas temperaturas, hay menos vainas de lo habitual. También hay campos en los que las hojas amarillean producto de los daños de los ácaros que podrían expandirse en condiciones de altas temperaturas y sequedad, pudiendo afectar al agrandamiento de las semillas.
Alertas ante aumento de plagas y enfermedades
La plantación de hortalizas de otoño e invierno como col, lechuga, zanahoria, daikon (rábano japonés), brécol, coliflor, apio, espinacas, champiñones, boniato, calabaza, hakusai (col de Napa), nabo y coles de Bruselas, suele comenzar a finales de agosto o principios de septiembre.
Sin embargo, este año la combinación de altas temperaturas y escasas precipitaciones ha hecho temer un posible marchitamiento.
Los agricultores también han expresado su preocupación por el futuro aumento de plagas y enfermedades.
Ante la posibilidad de que Japón sufra retrasos o escasez en el suministro de hortalizas nacionales, es posible que los importadores busquen hortalizas de otoño e invierno, como cebollas, apio y brócoli. Estados Unidos es un proveedor clave de estos productos a Japón, aunque los volúmenes han sido bastante limitados en los años en que el país oriental tiene rendimientos normales.