Rafael Coronado: “Aún no se descarta que el fenómeno El Niño sea leve o en su defecto no exista este año"
El 2023 significó una pérdida de volumen para el arándano peruano (se habla de un 40% menos que el 2022), ¿será difícil recuperar el volumen este 2024? ¿Se conseguirán los precios del 2023 que estuvieron muy altos? ¿Cómo está la campaña en estos momentos? En relación al estado actual de la presente campaña de arándanos en el Perú, Rafael Coronado, responsable de ensayo de arándanos en Dole-Piura, menciona, en primer lugar, el comportamiento del clima. “Lo cierto es que hay una disminución de probabilidades de efectos de El Niño 2024, se estima que será moderado, al 33%, debido al anticiclón del Pacifico. Esto alienta a pensar que será un año bastante favorable, al menos en cuanto a las condiciones climáticas. Es preciso mencionar también la experiencia que nos dejó el 2023; este año se pondrán en práctica labores más finas de manejo fisiológico, sobre todo en la poda, y en manejo integrado de plagas”, dice.
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Algunos campos en Piura aun siguen cosechando. ¿Cómo así? Coronado explica los motivos: “Básicamente se debe a la demanda global, debemos aminorar los costos ocasionados el 2023. Esto puede tener efectos negativos en la calidad del producto, pero no deja de ser rentable para el productor. El cambio de fecha de poda es algo que también venimos haciendo, para sobrellevar las lluvias, y evitar que la planta llegue a estados vegetativos extremos; cambiando la fecha de poda podemos obtener temperaturas mínimas mejores, que favorezca a la inducción de flores”.
¿Qué tan importante será y es el recambio varietal en el arándano peruano? ¿Es un factor importante para salir airoso en esta campaña del 2024? ¿Qué tipos de variedades se requieren, con qué características? Para Coronado, hay que elegir las variedades dependiendo de las condiciones específicas en las que nos encontremos, con el objetivo de mejorar la eficiencia en el uso del agua, la resistencia a plagas y enfermedades, y la adaptación a variaciones climáticas.
“Siguiendo esta línea, en Dole estamos trabajando en un test plot en Piura con siete variedades de un vivero de alta calidad. Lo que buscamos es obtener herramientas para mejorar la producción, pero sobre todo una mayor adaptabilidad en la zona de Piura, donde los embates climatológicos son más intensos. Existen muchas variedades que debieran ser validadas en la zona antes de decidir sembrarlas".
Agregó "las variedades que en sus inicios fueron de altos rendimientos, como Biloxi, hoy han perdido competitividad frente a las nuevas variedades patentadas; es necesario un recambio varietal; hay variedades que maduran en ventana de mercados específicos, lo que nos permite aprovechar periodos de alta demanda y precios favorables; hay variedades con mayor resistencia a plagas y enfermedades, y hay que apuntar a ellas, sobre todo en el norte; no olvidemos que en el 2022 el trips afectó económicamente la producción de arándanos en el norte en un 35%”, dice.
No hay que bajar la guardia
Pero, ¿cómo viene afectando el fenómeno El Niño la producción de arándano en Piura? ¿La situación para el arándano viene siendo, este 2024, más complicada en el norte que en el sur? El responsable de ensayo de arándanos en Dole-Piura responde: “A pesar de que este Niño parece que vendrá moderado, no podemos bajar la guardia, ya que, por las lluvias y los desvaríos climatológicos, las producciones de arándanos se pueden ver afectadas, ya sea por daños en los cultivos, o alteraciones en los ciclos de crecimientos, de floración y de cosecha. Con las experiencias de años ‘lluviosos’ en Piura, los técnicos han aprendido a manejar cómo, cuándo y cuánto regar en estas condiciones. Del mismo modo, ya tenemos experiencia ganada en cuanto al aumento de plagas”.
Rafael Coronado dice que el problema en Piura, el año pasado, fue que no se lograron las temperaturas mínimas requeridas para la buena fructificación; eso no solo pasó en los arándanos, si no también en otros cultivos como el mango, la uva, el limón sutil, entre otros.
“En cambio, en el sur, estos efectos fueron bajos o casi nulos; en Ica, los ciclos fisiológicos de los cultivos sucedieron con total normalidad, alcanzando grandes producciones. Teniendo en cuenta El Niño, es probable que la producción de arándanos en el norte enfrente más desafíos que en el sur. Las empresas y agricultores en el norte pueden necesitar implementar medidas preventivas y de mitigación más robustas en comparación con su contraparte del sur”, advierte.
En conclusión, Coronado dice que el éxito de la campaña 2024 del arándano peruano dependerá de la capacidad de los productores, de las experiencias vividas por los técnicos, para conseguir el objetivo de seleccionar y manejar las nuevas variedades de manera efectiva.
“Es importante darle el tiempo necesario a los nuevos cultivos para que maduren y produzcan frutos, y así saber cuáles son los beneficios completos del recambio varietal, más allá de 2024. Las empresas deben continuar con los ensayos en nuevas variedades para lograr su adaptación a las condiciones climáticas, y conseguir mayor productividad, resistencia a plagas y enfermedades".
Enfatizó diciendo que "es importante continuar en el monitoreo de los pronósticos climáticos y trabajar en estrecha colaboración con expertos en climatología y agronomía para desarrollar estrategias que minimicen el impacto negativo de El Niño. La implementación de tecnologías agrícolas avanzadas y practicas sostenibles pueden ser la clave para manejar estos desafíos. Aún no se descarta que el fenómeno El Niño sea leve o en su defecto no exista, se está hablando de que habrá lluvias propias de la estación; es vital seguir informándonos hasta fines de marzo para poder descartar la posibilidad de un posible evento. Por último, hay que decir que, por los resultados del 2023, el sur, especialmente Ica, resulta la ecología más apropiada para que los arándanos produzcan mejor en calibre, sabor, bloom, etc. ¿Cómo así? Específicamente por condiciones de cambios climáticos”.