En ensayos de campo, los cultivos cubiertos total o parcialmente con redes rojas requirieron entre un 25% y un 50% menos de insecticida en comparación con los campos descubiertos. Las redes que incluían fibras rojas resultaron en una menor necesidad de aplicaciones de insecticida, al tiempo que producían cebollas de alto valor comercial.
Probamos redes rojas que tenían un tamaño de malla que era más grande que el cuerpo del insecto, pero aún más efectivas que otras redes blancas o negras convencionales con un tamaño de malla más pequeño. Este ‘control óptico de plagas’ se basa en la naturaleza de la visión del color de los insectos para mantener alejadas a las plagas. La mayoría de los insectos no tienen fotorreceptores rojos en los ojos y les resulta difícil ver el color rojo, por lo que nos pareció curioso que se pueda usar un color invisible para controlarlos.
Estas nuevas redes rojas son más caras que los pesticidas, pero son económicas porque se pueden usar durante años. También son muy eficaces para controlar las plagas sin todo el trabajo que implica la fumigación de pesticidas.
Mi sueño es que en el futuro podamos hacer redes rojas que no parezcan rojas, al menos no para el ojo humano, pero que tengan el mismo efecto sobre las plagas. Con suerte, esto reduciría los costos de fabricación y podemos encontrar formas de aumentar la durabilidad.
Si los consumidores están interesados en este tipo de agricultura sostenible y en el uso de menos pesticidas químicos, no tengo ninguna duda de que esta solución simple pero efectiva se extenderá ampliamente.
Mi familia se dedica a la agricultura a tiempo completo desde el período Edo (siglo XVII), y yo mismo disfruto cultivando verduras y frutas a pequeña escala, aunque las plagas pueden dificultarlo. Cultivar tus propias frutas y verduras y comerlas frescas vale la pena.
Masami Shimoda, Escuela de Posgrado de Ciencias Agrícolas y de la Vida de la Universidad de Tokio.
Este estudio subraya la importancia del color de las redes agrícolas como un método de control de plagas óptico, basado en la visión de color de los insectos. El uso de redes rojas, aprovechando que muchos insectos no perciben este color, ofrece una estrategia innovadora y sostenible para el manejo de plagas. Además, estas redes tienen el beneficio adicional de mejorar la transpirabilidad y reducir el riesgo de infecciones fúngicas debido a sus mallas más grandes.
Beneficios Ambientales de las Redes Rojas en la Agricultura
El uso de redes rojas en la agricultura como alternativa a los insecticidas sintéticos presenta múltiples beneficios ambientales. Esta sección detalla cómo la adopción de redes rojas puede influir positivamente en la biodiversidad local, la salud del suelo y las aguas subterráneas, y contribuir a mitigar la problemática de la resistencia a los pesticidas.
Preservación de la Biodiversidad Local
Las redes rojas actúan como una barrera física que selecciona contra las plagas específicas sin afectar a otros organismos. A diferencia de los insecticidas, que tienen un espectro de acción amplio y pueden ser tóxicos para una variedad de especies no objetivo, incluyendo polinizadores cruciales como las abejas, mariposas y ciertos tipos de aves y mamíferos benéficos, las redes rojas ofrecen una solución de control de plagas que es selectiva y no invasiva. Esta selectividad ayuda a preservar y proteger la biodiversidad en los ecosistemas agrícolas, manteniendo las funciones ecológicas esenciales como la polinización y el control natural de plagas.
Mejora de la Salud del Suelo y las Aguas Subterráneas
El uso reducido de insecticidas gracias a las redes rojas disminuye la acumulación de compuestos químicos tóxicos en el suelo. Los pesticidas convencionales pueden alterar la microbiota del suelo, reduciendo la descomposición de materia orgánica y afectando la fertilidad del suelo a largo plazo. Además, la lixiviación de pesticidas hacia las aguas subterráneas puede contaminar fuentes de agua potable, afectando la salud humana y de la vida acuática. La implementación de redes rojas minimiza estos riesgos, contribuyendo a un entorno más saludable y sostenible.
Contribución a la Lucha contra la Resistencia a los Pesticidas
Uno de los desafíos más significativos en la gestión de plagas es el desarrollo de resistencia a los pesticidas por parte de las especies objetivo. El uso repetido de los mismos compuestos químicos ha llevado a la evolución de poblaciones de plagas que ya no se ven afectadas por dosis previamente eficaces. Este fenómeno obliga a los agricultores a buscar alternativas químicas más potentes y potencialmente más dañinas o a aumentar las dosis de aplicación, exacerbando los problemas ambientales. Las redes rojas ofrecen una estrategia de control físico que evita la presión selectiva que induce resistencia en las poblaciones de plagas, asegurando una herramienta de manejo sostenible a largo plazo.