El sistema de raíz flotante es el método más sencillo para el cultivo de hortalizas de hoja en el hogar. Veamos cómo se construye uno.
La hidroponía urbana es una alternativa económica y sostenible para producir alimento en pequeñas superficies, donde —dependiendo del sistema establecido— es posible cultivar una gran diversidad de hortalizas de hoja y un variado abanico de hortalizas de fruto para la alimentación familiar.
En este sistema, las plantas se encuentran sobre una lámina, generalmente de poliestireno expandido (plumavit), que flota sobre el agua que contiene la solución nutritiva; de manera que sus raíces quedan completamente sumergidas en la solución. Para el desarrollo óptimo del cultivo es necesario oxigenar las raíces con una bomba de aire (Figura 1).
Para permitir que la tapa flote sobre la solución, y con ello posibilitar que las raíces de la planta queden sumergidas en ella, es necesario cortar los cuatro bordes de la tapa, tal como se ve en la Figura 2.
Con el taladro y la broca de copa, realizar la perforación de la lámina a tresbolillo, a una distancia adecuada dependiendo del cultivo. Para lograr establecer tres hileras en este sistema, la lechuga se distanció a 20 x 18 cm (Figura 3).
Diluir los fertilizantes indicados en el Cuadro en 50 L de agua potable. Posteriormente, trasladar la solución al sistema hidropónico.
Una vez llena la caja con solución, poner la lámina perforada sobre ella y depositar un canastillo por cada alvéolo (dejando uno libre para la manguera de la bomba). Posteriormente, trasplantar cuidando de que las raíces queden en contacto con la solución (Figura 4).
Finalmente, introducir la manguera de la bomba en el alvéolo libre de la lámina y enchufar al temporizador, procurando que la bomba trabaje 30 minutos con pausas de 30 minutos (Figura 5). Mantener el pH en rangos de 5,5 y 6, y la conductividad cercana a 2 mS/cm.
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