Alerta en Grecia: Detectan por primera vez a la mosca oriental de la fruta
El 27 de junio las autoridades fitosanitarias griegas comunicaron que detectaron por primera vez en el país la Bactrocera dorsalis o mosca oriental de la fruta, en una trampa en la zona del sector de Atenas Central de la región de Ática.
La presencia fue confirmada en el marco del programa de inspección implementado por las Direcciones de Economía Agraria y Medicina Veterinaria de las Unidades Regionales.
Ahora las autoridades helénicas están realizando prospecciones fitosanitarias alrededor del punto de detección, para verificar la presencia del insecto en el territorio. Además, se están instalando trampas adicionales en las cercanías del lugar y se está llevando a cabo una campaña de divulgación para concientizar a los operadores profesionales y a la población.
En Europa se registraron detecciones en años anteriores en Bélgica (2023), Francia (2019) e Italia (2018).
La llamada mosca oriental de la fruta es un díptero no europeo y está dentro de las 20 plagas prioritarias para la Unión Europea. Es una especie polífaga que se encuentra en varias frutas, como albaricoque, melocotón, aguacate, cítricos, guayaba, piña, vid, cereza, mango, papaya y maracuyá, entre otras.
Las principales rutas de movimiento y dispersión del insecto son el transporte de cargamentos de frutas, tanto por viajeros comerciales como comunes. De esta forma, el insecto puede 'viajar' largas distancias, ya sea como huevo o larva dentro del fruto.
En el caso que el tiempo de traslado sea largo, el insecto tiene la oportunidad de completar su desarrollo durante el trayecto. También es posible transportarlo como ninfa a través del suelo u otros sustratos vegetales.
Los síntomas de la infestación por Bactrocera dorsalis son similares a los que provoca la mosca del mediterráneo o Ceratitis capitata.
*Fotografía Scott Bauer