El ESAT de l’Odet en Bretaña fabrica la invención de Jean-Jacques Peuziat, el Brass’compost, y podría convertirse rápidamente en indispensable para todas las personas que amamos el compost.
Hoy hablamos de una herramienta bautizada como Brass’compost, la cual facilita la aireación de los compostadores. La herramienta, que se asemeja a un gran sacacorchos, es en realidad un utensilio de jardinería. Se volverá esencial para todos los hogares que decidan instalar un contenedor de compost en su jardín.
A primera vista, uno podría pensar que es un sacacorchos para una botella gigante o un objeto de arte contemporáneo. En realidad, es una herramienta de jardinería duradera, aún poco utilizada, pero que probablemente verá un aumento en los próximos años. Este utensilio ha sido fabricado en los talleres del ESAT de l’Odet, por trabajadores en situación de discapacidad. Es una idea simple e ingeniosa: un aireador de compost.
Es una idea simple para un uso sencillo. La herramienta se presenta como un gran resorte con un mango circular en uno de sus extremos. Basta con sostener el mango y girar el resorte en el contenedor de compost para airearlo.
El Brass’compost se usa cada vez que se añaden residuos, acelerando su descomposición. El compost resultante es de mejor calidad gracias a la aireación frecuente. "Gracias a la ergonomía de la herramienta, no dudamos en repetir esta operación", explica el ESAT.
En 2009, la ciudad de Quimper ya deseaba organizar talleres de compostaje y buscaba voluntarios. Jean-Jacques Peuziat, el inventor del Brass’compost, ofreció sus servicios interesado en el proyecto. Junto a su esposa, enfrentaron la dificultad de airear el compost, una tarea laboriosa y física. Imaginó el Brass’compost, lo patentó, fabricó y comercializó a través de los talleres del ESAT.
El antiguo profesor de física y química del IUFM de Quimper no era nuevo en la invención. También había creado un kit para aprender electricidad y los rudimentos de la electrónica, fabricado por un ESAT en Morbihan. Sin embargo, el Brass’compost es su invención de la que se siente más orgulloso.
En el ESAT de l’Odet, el Brass’compost ocupa a dos personas a tiempo completo: Annie, encargada de la atención telefónica, y Thomas, quien gestiona los pedidos que han ido en aumento durante los últimos dos años a través del sitio web. "Esto me ha dado más confianza en mí mismo«, explica el joven. «He visto que puedo gestionar los envíos de pedidos, he ganado soltura en informática", añade Thomas.
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