Arándanos colombianos con interesante proyección de crecimiento

Actualmente, Colombia posee alrededor de 700 hectáreas cultivadas de arándano. En ese contexto, Portalfruticola.com entrevistó al gerente de operaciones de Elite Blue en Colombia, Miller Preciado. Elite Blue es la empresa con la mayor producción de hectáreas cultivadas de arándanos en el país.

Preciado indicó que existe una gran expectativa por el 'nacimiento de la revolución azul'. Dijo que, como país, están muy optimistas en crecer en el cultivo de arándanos y destacó que Colombia posee una característica relevante: "Tenemos la posibilidad de ofertar fruta todo el año, ya lo hemos corroborado y creo que en este momento estamos en un nuevo inicio del proceso de cultivo del arándano”.

¿En qué situación se encuentra actualmente la industria de arándanos en Colombia?

Estamos liderando el proceso de crecimiento del cultivo, porque somos la empresa más grande del país actualmente en áreas sembradas y en exportación de arándanos, por lo que estamos impulsando la conversación, acompañando a los productores para que las nuevas inversiones se hagan de la manera correcta, con un paquete tecnológico adaptado.

Aquí no estamos implementando el paquete tecnológico chileno, ni peruano, ni mexicano, realmente es un modelo de agricultura de trópico alto, que es diferente por el manejo de aguas, las plagas y enfermedades que tenemos acá.

Miller Preciado, gerente de operaciones de Elite Blue en Colombia.

Estamos en un momento de crecimiento en la empresa, porque nos acaban de aprobar la siembra de nuevas hectáreas, con una inversión cercana a los 25 millones de dólares adicionales, para iniciar el cultivo el próximo año. Por lo que tendremos nuevas hectáreas al cierre del año y proyectamos duplicar nuestras hectáreas y, en ese mismo ritmo, muchos de los productores de arándanos han comenzado nuevos proyectos.

Actualmente, tenemos 100 hectáreas de arándano; el próximo vamos a cultivar otras 100 hectáreas, por lo que terminaríamos el 2025 con 200 hectáreas propias y con unas 100 hectáreas en alianza estratégica con pequeños y medianos agricultores. Y de seguro en el 2026 continuaremos las siembras hasta completarla las 300 a 350 hectáreas propias y, a un ritmo medianamente acelerado, crecer con aliados estratégicos que vienen de otros gremios que los estamos apalancando como empresa ancla, desde el punto de vista técnico y comercial.

Eso nos va a permitir a finales de 2025 estar cercano a las 150 hectáreas con aliados; eso nos puede dejar en 350 hectáreas como grupo consolidado y para el 2026 cercana a las 500 hectáreas. Si hoy Colombia tiene 700 hectáreas en total, nosotros creemos que en los próximos 12 a 24 meses vamos a lograr sembrar un área entre 350 a 500 hectáreas, con fruta propia y la de terceros.

¿Qué representación tiene Colombia en las exportaciones de arándanos a nivel mundial?

Nosotros todavía no figuramos en el mapa de las agroexportaciones, porque somos relativamente nuevos en el área, por lo que el volumen que se oferta al mercado internacional no se refleja todo lo que producimos.

Colombia tiene un mercado interno muy interesante, que está dispuesto a pagar 8 hasta 10 dólares el kilo, entonces mucho del arándano que se siembra en nuestro país se está quedando en el mercado local, por esa buena posición de precio.

Nosotros no estamos descuidando el mercado local, estamos también enfocándolo y desarrollando, permitiendo que crezca. El consumidor colombiano está empezando a valorar mucho la buena alimentación y obviamente el arándano.

Estamos detectando que nuestra fruta tiene una oferta organoléptica muy interesante, porque estamos en el trópico alto y la concentración de azúcares, sumado al balance de dulzor y acidez, es muy competitiva.

Por el otro lado, tenemos oferta las 52 semanas del año, por lo que el productor puede programar el cultivo para el mes que quieras o puede dejar la planta abierta durante todo el año y produce fruta todo el año.

Tenemos una noticia muy próxima, que va a revolucionar el crecimiento del sector, que es el Systems Approach, el cual está próximo a ser aprobado y si esto sale, nosotros entraríamos a Estados Unidos sin tratamiento en frío, con tránsitos desde Cartagena o desde Barranquilla de cinco días de tránsito. 

Esperamos que el Systems Approach se logre durante el presente año y si es así, a partir del próximo año vamos a tener una ventaja adicional. Entonces eso nos va a permitir posicionarnos como una ofertante de fruta de nicho, centrado en las características organolépticas y con un nivel de cercanía muy alto, especialmente para la costa este y obviamente para Canadá.

Nuestras zonas de producción en arándanos, hoy se concentran entre los 2.400 y los 2.800 metros. Hay muchas zonas en Colombia que se podrían convertir en zonas productoras de arándanos en el mediano plazo.

¿Cuál es la proyección de crecimiento del mercado de Estados Unidos?

Veo que Colombia va a poder desarrollar y posicionarse en el mercado americano de manera muy rápida, porque los compradores ya han venido a Colombia.

Proyectamos que Colombia pueda llegar a unas 7.000 a 7.500 hectáreas de arándanos establecidas, con un proceso relativamente rápido que se puede acelerar mucho entre el 2025 y 2026, en la medida en que proyectos como lo que nosotros estamos liderando empiecen a mostrar estas estos resultados.

Debemos crecer bien, con una buena planificación, entender muy bien la genética, con qué variedad vamos a crecer, cuál va a ser nuestra variedad base y qué variedades vamos a empezar a evaluar.

Por eso todavía hay mucho camino por recorrer, pero tenemos una posibilidad de crecer basándonos en la experiencia, tanto positiva y negativa de los países productores, como por ejemplo Chile y Perú.

¿Cuáles son las principales variedades que se cultivan en Colombia?

Emerald es una variedad que nos funciona muy bien, la fruta llega en buenas condiciones, la apariencia cosmética es muy buena, los calibres son muy buenos, entre 22 a 26 y concentra buenos azúcares. Emerald y Biloxi son las principales variedades, tenemos algunos productores con Victoria, que les va muy bien en suelo. Nosotros tenemos el cultivo en hidroponía y macetas.

Creemos que el crecimiento va a estar centrado en las nuevas variedades, pero la base está en Emerald, pero rápidamente va a ir evolucionando, cuando los resultados preliminares de todas las nuevas variedades empiecen a salir a la luz.

¿Cuáles son los principales desafíos productivos que ha enfrentado la industria?

El principal desafío para nosotros es traer modelo de cultivo a Colombia y tropicalizarlo, pero eso no funcionó; intentamos hacer lo mismo que se hace en Perú o en Chile.

Aquí tenemos que entender que estamos en condiciones de trópico alto, que las precipitaciones en las zonas donde estamos son superiores a los 1.400 hasta 2.000 milímetros al año. Esa oferta hídrica, que es un plus para Colombia, hoy también es la principal limitante, porque si yo tengo un cultivo en suelo o sin cubierta, va a aumentar el nivel de exposición de plagas y enfermedades.

Otra limitante, es entender que, si Colombia quiere ser competitivo en el mercado, tiene que hacerlo bajo cubierta, las cuales se convierten no solo en un escudo para los temas sanitarios, sino que también permiten que la fruta llegue con las condiciones de calidad idóneas.

Hoy en nuestros proyectos, entre el 65 y 70% del agua que consume, proviene de agua lluvia; luego nosotros llevamos el agua a canales recubiertos, los cuales son redirigidos a reservorios y tenemos la posibilidad de almacenar el agua que queramos, lo que nos permite tener una autonomía en el manejo hídrico.

El agua era un problema, ahora se convirtió en una gran solución, pero para hacerlo necesitamos hacer un cultivo bajo cubierta y eso al final deriva en una mayor inversión por hectárea.

Otro desafío es entender que producir todo el año suena muy bonito, pero tiene retos importantes, como entender la fisiología del cultivo y aprovechar eso, que en su momento se convirtió en una limitante, hoy es una gran oportunidad.

Otro de los problemas es que en Colombia no tenemos configurado dentro de la estructura de apalancamiento, el financiamiento de la Banca local, porque recién están entendiendo la rentabilidad del negocio, configurando líneas de crédito especializadas para este cultivo, y eso limita a pequeños y medianos agricultores. Confiamos en que la Banca, tanto la nacional, como de inversión, ayude a que ese salto sea más rápido, para poder acceder al capital y que los agricultores puedan apalancar sus proyectos.