Sugandhadevi, una agricultora urbana de Kerala, ha estado cultivando arroz en azoteas de su casa durante los últimos diez años. Recientemente, fue galardonada con el título de «mejor mujer agricultora» en su panchayat (gobierno local).
Residente de Kollam, Kerala, Sugandhadevi siempre había soñado con dedicarse a la agricultura. Sin embargo, no fue hasta que cumplió 40 años que encontró tiempo para aprender lo que más le apasionaba, después de años dedicados al cuidado de su familia.
Todo comenzó cuando vio un video en Facebook sobre una mujer que practicaba la agricultura a gran escala. Inspirada por esto, Sugandhadevi acudió a funcionarios locales, quienes le proporcionaron 300 bolsas de cultivo a un precio de 13 rupias cada una (aproximadamente 0.15 euros). A diferencia de muchos agricultores urbanos que eligen cultivar verduras, ella decidió plantar arroz, un cultivo que consideraba más desafiante, lo que la motivó aún más.
Construyó bancas pequeñas con restos de madera de su hogar, las cubrió con láminas de plástico y colocó las bolsas llenas de una mezcla de tierra sobre ellas. A los 120 días, logró su primera cosecha: 45 kilos de arroz.
Hoy en día, Sugandhadevi, de 56 años, sigue cultivando arroz en su azotea, asegurando que su familia consume alimentos orgánicos. Esto, según ella, les ayuda a mantenerse saludables en una era de enfermedades serias. Además de arroz, también cultiva una variedad de verduras como tomates, coles, chiles, guisantes, berenjenas, okra (conocida como quingombó en algunos países) y mucho más. Esta producción no solo abastece a su hogar, sino que parte de la cosecha se vende a vecinos que se acercan a comprar directamente.
Sugandhadevi explica que el cultivo de arroz solo es posible durante la temporada de monzones, de junio a septiembre, ya que requiere un clima húmedo. El riego es el elemento más crucial y debe realizarse de dos a tres veces al día.
A pesar de que inicialmente consideró contratar mano de obra, decidió no hacerlo debido a los altos costos. Su yerno la ayuda a obtener los insumos necesarios, como semillas, fertilizantes y pesticidas, mientras que ella se encarga de todo lo demás.
Sugandhadevi comparte algunos consejos clave para quienes deseen intentar cultivar arroz en su propia azotea o terraza:
Nunca dejes que la bolsa de cultivo se seque: el riego debe ser frecuente y, si no es posible hacerlo manualmente, recomienda instalar un sistema de riego por goteo o aspersión.
Abono y fertilizantes: siempre mezcla ambos en agua antes de verterlos en la bolsa de cultivo. Nunca los añadas directamente sobre la tierra.
Control de plagas: revisa la planta diariamente en busca de plagas y aplica productos orgánicos como el aceite de neem cada 3-4 días.
Selección de semillas: la elección de las semillas es crucial para una buena cosecha. Sugiere conseguirlas en el panchayat local, donde generalmente se distribuyen de manera gratuita.
Sugandhadevi también recomienda buscar orientación de agricultores con experiencia antes de comenzar el proceso de cultivo. Esta sabiduría compartida es vital para evitar errores comunes y maximizar la producción.
Este caso es un excelente ejemplo de cómo la agricultura urbana puede ser una solución innovadora y sustentable para la producción de alimentos en áreas urbanas. La agricultura en terrazas no solo permite el autoabastecimiento, sino que también promueve la práctica de técnicas ecológicas y orgánicas, que son esenciales en la actualidad para contrarrestar los efectos del cambio climático y la degradación del medio ambiente.
El uso de recursos naturales como la luz solar, el agua de lluvia y fertilizantes orgánicos, como el estiércol de vaca, subraya la importancia de métodos agrícolas que no dependen de productos químicos dañinos. Esta práctica contribuye a la sostenibilidad alimentaria y fomenta una vida más saludable y equilibrada.
El éxito de Sugandhadevi demuestra que con dedicación y recursos limitados, es posible hacer una diferencia significativa. La agricultura en terrazas no solo ayuda a las familias a acceder a alimentos orgánicos y frescos, sino que también puede reducir la huella de carbono al disminuir la dependencia de productos transportados desde largas distancias. Además, prácticas como el riego eficiente y el uso de fertilizantes naturales reducen el impacto ambiental de la producción de alimentos.
Finalmente, este tipo de iniciativas pueden ser replicadas en otras partes del mundo, especialmente en áreas urbanas densamente pobladas, donde el espacio es limitado. Siguiendo el ejemplo de Sugandhadevi, muchas más personas pueden contribuir a la sostenibilidad global mientras mejoran su propia calidad de vida.
El cultivo de arroz en azoteas es una opción viable y ecológica para aquellos que desean experimentar con la agricultura sostenible. Casos como el de Sugandhadevi, que ha logrado crear un pequeño oasis de producción agrícola en su hogar, inspiran a otros a explorar formas alternativas de cultivar alimentos y cuidar del medio ambiente. La clave está en utilizar los recursos disponibles de manera eficiente y mantener un enfoque comprometido hacia la ecología y la sostenibilidad.
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