Aunque décadas de investigación avalan el papel de los cranberries o arándanos rojos en la salud, nuevos estudios siguen descubriendo más beneficios potenciales, destaca una publicación de The Cranberry Institute. 

“Los beneficios del consumo diario de cranberries en la prevención de las infecciones del tracto urinario han quedado bien establecidos en numerosos metaanálisis de ensayos clínicos”, afirma Amy Howell, doctora e investigadora científica asociada (jubilada) de la Universidad de Rutgers. 

“Sin embargo, la investigación está indicando que los cranberries pueden tener efectos positivos en una serie de otros objetivos importantes para la salud, incluyendo mejoras en el microbioma intestinal y la reducción de los factores de riesgo de úlceras de estómago y enfermedades del corazón”, agregó.

Aunque la mayoría de los cranberries se recolectan entre septiembre y octubre en Estados Unidos, todas sus formas de consumo (zumo, frescos, como salsa o deshidratados) son saludables, señala The Cranberry Institute.  

Este fruto es rico en compuestos bioactivos saludables, entre ellos polifenoles como las proantocianidinas (PAC), antocianinas y flavonoides. Además, son el único alimento rico en PAC de tipo A, que les confieren la capacidad de inhibir la adhesión bacteriana en el organismo.

“Su alto contenido en PAC los sitúa en lo más alto de la lista de los berries al momento de elegirlos por sus beneficios para la salud. De hecho, en comparación con otros berries ricos en antocianinas, se ha demostrado que las antocianinas de los cranberries son las más disponibles para el organismo”, refleja la nota de The Cranberry Institute.

Los polifenoles del cranberry también ayudan a prevenir la formación de biopelículas de bacterias que son perjudiciales para el organismo. De igual forma, se ha demostrado que este fruto favorece la salud intestinal; un microbioma intestinal sano ayuda a proteger el cuerpo contra los gérmenes y contribuye a mantener la salud general y la inmunidad. 

Los compuestos bioactivos beneficiosos y la fibra de este pequeño fruto rojo ayudan a mantener sana la microbiota intestinal, que contribuye a descomponer y utilizar los compuestos beneficiosos para la salud de los alimentos.

Una nueva guía, The Berry Best Guidebook, entrega información detalla de los beneficios de este fruto en: estómago, microbioma intestinal, salud del tracto urinario, apoyo a las células nerviosas y la cognición, salud bucodental, salud cardio metabólica, menor riesgo de mortalidad general, salud cardiovascular, control de la diabetes y el azúcar en sangre, hígado graso no alcohólico, lucha contra el cáncer e inmunidad y control de virus.