Por James Maude, vicepresidente de Acadian Plant Health.

Los bioestimulantes a base del alga marina Ascophyllum nodosum se están consolidando como una prometedora innovación en la agricultura de América Latina. Científicos, agricultores y líderes de opinión discuten y analizan las oportunidades y desafíos de este mercado en constante crecimiento, que busca fortalecer la cadena productiva.

Estos extractos desempeñan un papel fundamental al interactuar con los procesos internos de las plantas, proporcionando diversos beneficios, como resistencia al estrés abiótico y mayor eficiencia en la absorción de nutrientes. Tales características no solo mejoran la calidad de los cultivos, sino que también promueven prácticas sostenibles, alineadas con los principios de la agricultura regenerativa.

La aplicación de Ascophyllum nodosum ha mostrado resultados prometedores en más de 80 cultivos, incluyendo los de alto valor así como extensivos.

Estudios indican que el uso de bioestimulantes en las fases iniciales del cultivo logran mejorar significativamente las características de los frutos, como calidad, tamaño y su color.

Como empresa, Acadian Plant Health ha invertido en este ámbito durante cuatro décadas, reafirmando su compromiso con la investigación y el desarrollo de soluciones naturales para la agricultura.

Por ello, presentamos el concepto "Sea Beyond", que integra productividad y sustentabilidad, buscando traer soluciones innovadoras para restaurar la salud del suelo y mitigar el cambio climático.

Además, avanzamos en las buenas prácticas agrícolas, con un enfoque renovado en certificaciones, que garanticen la seguridad y calidad de los productos. La meta es universalizar estas normas, asegurando que todos los mercados tengan acceso a las mismas oportunidades.

Frente a las alarmantes previsiones sobre la degradación del suelo y el aumento de la población, que exigen un 56% más de alimentos en las próximas décadas, invitamos a todos los sectores a unirse a nuestra iniciativa. Creemos que la concientización sobre estos desafíos y el uso de tecnologías sustentables, son esenciales para enfrentar la crisis alimentaria y climática.