La cuaja o no cuaja en cerezos se revela dentro de los primeros 25 días después de plena flor. Es decir, todo fruto que nos prospere después de esos 25 días simplemente no cuajó. Sin embargo, en muchas ocasiones esto se confunde con aborto o pasma, pero en la práctica se trata de fenómenos totalmente diferentes.
¿Cuándo podemos hablar de aborto o pasma? Después de 25-30 días de plena flor, cuando la fruta ya se ha formado y, posteriormente se cae, estamos hablando de pasma; dicha situación, en general responde a una razón, la que siempre tiene que ver con la competencia, principalmente, de azúcares y carbohidratos.
Un árbol con exceso de carga, por ejemplo, claramente va tratar de abortar más fruta por un tema de regulación natural y de competencia por azúcares. Por otra parte, está el exceso de vigor, pues claramente los árboles más vigorosos van a desprender más fruta, porque el árbol está consumiendo mucha más azúcar que uno menos vigoroso.
La cuaja de los frutos en los cerezos es un proceso crítico que impacta directamente en el rendimiento y calidad de la cosecha. Lograr una cuaja óptima depende de una serie de factores ambientales, de manejo y genéticos, que en conjunto deben ser gestionados adecuadamente para maximizar la producción. A continuación, exploramos las estrategias y recomendaciones clave para optimizar la cuaja en cerezos.
La elección de la variedad de cerezo y el portainjerto es el primer paso hacia una buena cuaja. Cada variedad tiene un requerimiento específico de frío y una capacidad distinta de cuajar. Las variedades que tienen alta compatibilidad con el portainjerto elegido tienden a mostrar mejores resultados. Es importante considerar:
Compatibilidad entre portainjerto y variedad: Los portainjertos pueden afectar la productividad, resistencia a enfermedades y adaptación a suelos específicos.
Requerimientos de frío: Las variedades de cerezo requieren ciertas horas de frío invernal para romper la dormancia adecuadamente y florecer en el momento adecuado. Es importante elegir una variedad que se adapte al clima local.
La polinización adecuada es fundamental para la cuaja en los cerezos, ya que la mayoría de las variedades requieren polinizadores compatibles para asegurar la fecundación. Consideraciones importantes incluyen:
Variedades polinizadoras compatibles: Seleccionar variedades que florezcan al mismo tiempo y sean compatibles en términos de polen.
Colocación de colmenas de abejas: Las abejas son los polinizadores más efectivos. Colocar colmenas en el huerto durante el periodo de floración mejora la polinización cruzada.
Condiciones climáticas durante la floración: Las temperaturas bajas y el viento pueden limitar la actividad de las abejas y reducir la polinización. Monitorear el clima y apoyar la actividad de polinizadores cuando sea posible.
El clima juega un papel crucial en la cuaja de los frutos. Las temperaturas extremas, la lluvia y las heladas pueden afectar negativamente el proceso. Es fundamental prestar atención a:
Temperaturas durante la floración y cuaja: Las temperaturas ideales para la cuaja de los cerezos suelen estar entre 15 y 25°C. Las temperaturas más bajas pueden reducir la actividad de las abejas y afectar la viabilidad del polen.
Control de heladas: Las heladas tardías pueden causar daños irreversibles en las flores y abortar la cuaja. Usar sistemas de protección como coberturas, aspersión antiheladas o calefactores en el huerto puede prevenir estos daños.
Manejo de la humedad: Las lluvias durante la floración pueden afectar la polinización y propiciar enfermedades. Además, la humedad excesiva puede generar condiciones desfavorables para la fecundación.
Un buen programa de fertilización es esencial para que el árbol tenga la energía suficiente para florecer y cuajar. Nutrientes clave incluyen:
Nitrógeno (N): Favorece el crecimiento vegetativo, pero un exceso puede resultar en menor floración y cuaja. Se recomienda aplicar en las dosis adecuadas previo a la floración.
Fósforo (P) y Potasio (K): Ambos son fundamentales para la formación de flores de calidad y el desarrollo de frutos. El fósforo está relacionado con la fecundación, mientras que el potasio ayuda a mejorar el tamaño y la calidad del fruto.
Boro (B) y Zinc (Zn): Estos micronutrientes son esenciales para el desarrollo de la flor y la fecundación. El boro mejora la viabilidad del polen y la germinación, mientras que el zinc ayuda en la formación de hormonas de crecimiento.
El agua es esencial para el crecimiento y la cuaja de los cerezos. Un déficit hídrico en el periodo de floración y cuaja puede reducir la formación de frutos, mientras que el exceso de agua puede aumentar la susceptibilidad a enfermedades. Consideraciones clave incluyen:
Riego en función del desarrollo fenológico: Durante la floración y cuaja, el árbol necesita una cantidad moderada de agua. Ajustar el riego para evitar estrés hídrico o excesos que pudieran afectar la fertilidad de las flores.
Manejo del riego por goteo: Este sistema permite una administración precisa del agua, minimizando pérdidas y optimizando el recurso en las raíces, especialmente en épocas críticas.
La poda es una herramienta importante para controlar la estructura del árbol y mejorar la calidad de la luz que llega a todas las partes del mismo. Una buena poda permite que el árbol enfoque sus recursos en una menor cantidad de flores y frutos, mejorando la cuaja. Para ello:
Eliminar ramas improductivas y estimular el crecimiento de ramas jóvenes: Esto mejora la distribución de luz y aire en el interior del árbol, reduciendo la incidencia de enfermedades y estimulando una floración homogénea.
Ajuste de carga frutal: Un ajuste en la cantidad de flores y frutos durante el periodo de cuaja asegura que el árbol no se sobrecargue, permitiendo que los frutos restantes tengan mayor tamaño y calidad.
Las plagas y enfermedades pueden debilitar al árbol y reducir la capacidad de cuajar. Es importante implementar prácticas de manejo integrado que incluyan:
Monitoreo constante: Identificar problemas a tiempo y aplicar controles específicos para evitar que afecten la cuaja.
Uso de productos fitosanitarios de manera adecuada: Emplear insecticidas y fungicidas según las recomendaciones, preferiblemente antes de la floración para evitar interferir con los polinizadores.
Control biológico: Favorecer la biodiversidad en el huerto puede ayudar a mantener bajo control las poblaciones de plagas sin necesidad de tratamientos químicos excesivos.
Lograr una cuaja óptima en cerezos requiere un manejo integral que considere desde la selección de variedades y portainjertos hasta el cuidado de la polinización, el clima, la nutrición, el riego y el control de plagas. Cada aspecto del proceso influye en la calidad y cantidad de los frutos que el árbol podrá producir. Implementando estas prácticas, los productores pueden aumentar la eficiencia de la cuaja y, como resultado, mejorar los rendimientos y la calidad de su cosecha, asegurando una mayor rentabilidad de su inversión en el cultivo de cerezos.
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