Me cancelaron el Booking ¿Ahora quién podrá defenderme?

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Me cancelaron el Booking ¿Ahora quién podrá defenderme?

Por Florencia Rossi Valderrama, abogada en ARM

Como habíamos anticipado, estamos enfrentando una grave crisis de contenedores en el país. En las últimas dos semanas, varios clientes nos han informado que una importante naviera ha cancelado reservas confirmadas y ha limitado el programa previamente acordado.

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Para abordar este tema, debemos considerar dos momentos distintos. Primero, la cancelación de una reserva confirmada. Muchos de nuestros clientes consultan si las navieras son responsables de este hecho. La respuesta es clara: sí, las navieras son absolutamente responsables por los daños causados por la cancelación de una reserva. Aunque no se haya emitido un conocimiento de embarque, el contrato de transporte marítimo nace tan pronto como se acuerdan el precio del flete y los puertos de origen y destino.

El conocimiento de embarque es una prueba del contrato, no el contrato en sí. Por lo tanto, cancelar un booking confirmado es una violación del contrato y la naviera debe asumir la responsabilidad por los perjuicios causados.

En segundo lugar, tenemos un tema más complejo. Muchos exportadores entregan programas de embarque con suficiente antelación, lo que permite a las navieras planificar la capacidad de las naves y ajustar sus servicios. Esto ayuda a los exportadores a conocer las tarifas y programar sus envíos con anticipación. Sin embargo, algunos clientes han recibido comunicaciones de proveedores de transporte marítimo indicando que reducirán unilateralmente los espacios confirmados para la temporada, entre un 50 y un 90%. Esto implica que los compromisos acordados no se cumplirán y las semanas previstas tendrán solo una fracción de los espacios comprometidos.

La responsabilidad de la naviera en este caso es clara. La reducción unilateral de espacios obliga al exportador a buscar un nuevo proveedor, lo que generalmente implica costos más altos. Además, existe el riesgo de que la mercancía pierda valor debido a su obsolescencia o, peor aún, que deba venderse en el mercado nacional a un precio mucho más bajo.

Esta situación podría calificarse como una responsabilidad precontractual, es decir, aquella que surge antes del perfeccionamiento del contrato, basada en las negociaciones previas de buena fe. Los exportadores, al entregar sus programas con anticipación y recibir confirmaciones de espacios, cuentan con información vital para planificar sus envíos durante la temporada. Si la naviera cancela un programa de embarque, demuestra que no se realizó una adecuada proyección de la demanda y debe ser responsable por ello.

Sabemos que para nuestros clientes su principal preocupación es la exportación de la fruta, no ser responsables de reclamar a las navieras. Sin embargo, ante la adversidad de la situación, es importante recordar que nuestro sistema jurídico protege a los exportadores en sus posibles reclamaciones.

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