Jaca: La reina de todas las frutas
Khadiga Khanom no solía dar gran importancia a la jaca. En Gazipur, su distrito natal, a unos 50 kilómetros al norte de Dhaka —la capital de Bangladesh—, Khadiga había visto muchas jacas en su vida. Es difícil no verlas: son frutos verdes, oblongos y con puntas, que pueden pesar varios kilos cada uno.
Incluso había cocinado jaca en sus curry junto con otros ingredientes. Pero nunca imaginó que un día se convertiría en uno de los principales medios de vida de su familia.
Todo surgió después de que esta ama de casa de 37 años participara en una serie de talleres y capacitaciones en los que aprendió a elaborar toda una gama de productos que se pueden hacer con la jaca.
Con esta capacitación impartida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), pronto decidió dar un salto de fe y crear su propia empresa. Hoy produce toda una gama de productos a base de jaca: encurtidos, mermeladas, hamburguesas, pasteles, pizzas e incluso cuero vegetal.
Con la elaboración de unos 100 kilos de jaca al día y cinco empleados en una sala especialmente acondicionada en su casa, consigue ingresos de unos 400 USD al mes.
Explica con orgullo que ese dinero “me ayuda a mantener a mi familia e incluso estoy ahorrando para ampliar el negocio. Nunca pensé que la jaca cambiaría mi vida de esta manera”.
Jaca, el valor y potencial de la fruta
El aprendizaje formaba parte de la iniciativa de la FAO Un país, un producto prioritario (UPUP), que ayuda a los países a identificar los productos que tienen mayor potencial en los mercados y proporciona apoyo para maximizarlo.
Para Bangladesh, segundo productor mundial de jaca, era una elección natural. La jaca es también la fruta nacional del país y simboliza la abundancia. Sin embargo, gran parte del potencial de esta fruta seguía sin explotarse.
Los obsoletos métodos de agricultura de subsistencia y las pérdidas posteriores a la cosecha debidas a un almacenamiento deficiente hacen que muchas jacas se pudrieran antes de llegar a los mercados.
Para Ramij Uddin, agricultor de Sreepur Upazila, en el centro de Bangladesh, la jaca siempre ha formado parte de su vida. Pero al igual que muchos agricultores de Bangladesh —que dependían de técnicas agrícolas tradicionales— sus rendimientos eran a menudo irregulares y de baja calidad.
Fue en 2023 cuando Ramij participó en una sesión de capacitación de la FAO y aprendió técnicas modernas de producción, incluyendo el uso adecuado de estiércol, fertilizantes y control de plagas. A partir de entonces, sus resultados fueron impresionantes.
En la siguiente temporada de cosecha, sus árboles de jaca producían un 30% más de fruta. El tamaño, la forma y el color de las jacas también habían mejorado notablemente, lo que le permitió venderlas a más del doble del precio del año anterior.
“Nunca imaginé que podría ganar tanto con las jacas”, dice. “Ahora, me siento orgulloso cuando llevo mis productos al mercado porque sé que son de la mejor calidad. Esta capacitación ha cambiado por completo mi forma de cultivar”.
Con modernas técnicas de producción, manipulación posterior a la cosecha y métodos de elaboración, Ramij y otros agricultores están viendo los resultados de la iniciativa UPUP. No se trata solo de cultivar más jaca, sino de producir jaca de mejor calidad, lo que a su vez se traduce en mayores ingresos y mejores medios de vida.
El futuro de la jaca
Desde que Bangladesh se sumó a la iniciativa UPUP en 2022, la capacitación de la FAO ha beneficiado no solo a los agricultores, sino a todos los involucrados en el proceso de producción de la jaca. La atención se ha centrado en el desarrollo verde de la cadena de valor de la jaca, integrando prácticas climáticamente inteligentes y respetuosas con el medio ambiente, haciendo hincapié en la innovación en la producción, el almacenamiento, la elaboración y la comercialización.
Aún queda camino por recorrer. Para que la jaca de Bangladesh disfrute de un mayor acceso a los mercados, su producción requerirá una mayor modernización —como el envasado al vacío— y el cumplimiento de las normas internacionales.
Pero ya, con el apoyo de la FAO para maximizar el potencial de la jaca, los agricultores y empresarios locales están demostrando que puede abrir las puertas a mejores medios de vida. Los mercados locales rebosan ahora de una gran variedad de productos derivados de la jaca, desde aperitivos a postres, que no solo satisfacen los gustos locales, sino que también atraen el interés de mercados internacionales más amplios.
*Material original FAO - Reportajes
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