Limón Tahití busca su espacio en el Valle de San Francisco en Brasil

En el nordeste semiárido de Brasil, especialmente en el Valle de San Francisco, el árbol del limón Tahití está ganando protagonismo como una alternativa prometedora para los fruticultores de la región, destaca una nota publicada por Embrapa Semiárida.
Por medio de un convenio entre esta entidad y Eletrobras, se han creado áreas de demostración de 0,5 hectáreas en explotaciones familiares del municipio de Casa Nova, en Bahía.
La iniciativa pretende demostrar el potencial del cultivo y fomentar su adopción por parte de los pequeños productores.
Según lo reportado, las investigaciones demuestran que el limón Tahití se adapta bien a las condiciones climáticas locales, produciendo frutos de alta calidad con técnicas de manejo más simples en comparación con otras especies de cítricos.
“Los resultados observados hasta ahora muestran que el cultivo puede ser una excelente opción para diversificar los ingresos en la región semiárida”, dijo la investigadora Débora Bastos, de Embrapa Semiárido, en declaraciones recogidas por Embrapa.
En los últimos años, el interés por el cultivo ha crecido, impulsado por la crisis que atraviesan otros estados productores de cítricos, como São Paulo y Minas Gerais debido al greening, que ha diezmado los huertos de todo el país.
Según Bastos, el clima semiárido ofrece un entorno menos favorable para el desarrollo del greening y otras enfermedades, lo que garantiza una mayor seguridad fitosanitaria. Esto, unido a la calidad de la fruta, hace que la región sea atractiva tanto para el mercado nacional como para el extranjero.
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Productividad de limón Tahití
Con un manejo adecuado y riego por goteo, indica la nota, la fruta ha alcanzado altos índices de productividad en la región semiárida.
En un área experimental de 0,5 hectáreas, cultivada con el cultivar 'CNPMF 02' y el portainjerto 'San Diego', se cosecharon 341 cajas de 25 kilogramos entre septiembre de 2024 y enero de 2025, con un total de 25,52 kilogramos por planta y 17 toneladas por hectárea.
Los datos económicos muestran que los ingresos brutos en 0,5 hectáreas alcanzaron los 29.000 reales, con precios que oscilaron entre 70 y 100 reales por caja.
Además, el escalonamiento de la producción permite atender los momentos de mayor demanda y mejores precios, por ejemplo entre agosto y noviembre.
Esta estrategia amplía las oportunidades de comercialización, tanto en Brasil como en el extranjero.
*Nota elaborada con información de Embrapa Semiárida | Fotografías Clarice Rocha