El director del Centro de Innovación para el Desarrollo de la Universidad de Chile, aseguró que "el sector agrícola va a desaparecer" si las autoridades chilenas insisten en subordinar el tipo de cambio al rol de principal variable para absorber shocks externos -en este ciclo de alto precio del cobre". El economista participó de un evento organizado por PMA.

Utilizando la producción de uva de mesa como ejemplo, el economista y director del Centro de Innovación para el Desarrollo de la Universidad de Chile, Francisco Arroyo, se refirió al impacto del tipo de cambio en la economía chilena y cómo afecta la sustentabilidad del sector agrícola exportador.

Su presentación fue parte de un “desayuno informativo” organizado por Produce Marketing Association (PMA), el cual estuvo dirigido a sus miembros en Chile.

Durante su exposición el economista aseguró “que si las autoridades chilenas insisten en subordinar el tipo de cambio al rol de principal variable para absorber shocks externos, en este ciclo de alto precio del cobre, el sector agrícola va a desaparecer”.

En la ocasión, Arroyo presentó los resultados de su investigación realizada este año, en la cual demuestra que “para lograr un 10% de rentabilidad, una empresa frutícola de excelencia necesita liquidar sus dólares a $700 pesos”. Por ello concluye que “para lograr una fruticultura sustentable y próspera se debe garantizar a los exportadores un tipo de cambio de $700 por dólar”.

Añadió que “el problema existente no es de productividad como sentencian sin ninguna evidencia los defensores del modelo cambiario, sino de consensos genéricos que los actores del sector no han sabido enfrentar. De hecho la productividad de la actividad en dólares es buena”. Por eso, enfatizó que “mientras se mantenga el actual escenario que sindica al sector de baja productividad y se crea que necesita de subsidios para sobrevivir, no va a conseguir un tipo de cambio adecuado”.

Las conclusiones del estudio son desafiantes. Según el director del Centro de Innovación para el Desarrollo, ninguna intervención en el mercado cambiario va a devolverle la sustentabilidad al sector agrícola. ¿La Razón? “No hay ningún seguro ni ninguna intervención del Banco Central que vaya a llevar el tipo cambio a $700 en el escenario que hoy tenemos”.

En su opinión “el sector debe demostrar su situación con estudios que demuestren su realidad, pero como no los tiene debe invertir en ellos, de otro modo la permanente caída en el tipo de cambio, que genera la actual política cambiaria,  los va destruir”.

En sus conclusiones, aseguró que “el país requiere una nueva política cambiaria, no sólo para la agricultura sino para que Chile diversifique sus exportaciones y logre dar un nuevo paso en su evolución económica. Si esto no ocurre pronto será un país prácticamente monoexportador con inmensos problemas de desempleo, especialmente en el sector rural”.

Según Arroyo hay que reformular la política cambiaria, ya que ninguna intervención va a hacer capaz de mejorar la situación. ¿La  propuesta? Conseguir un seguro cambiario estatal automático para exportadores, por el porcentaje del valor FOB exportado que es necesario liquidar para pagar los costos que se pagan en pesos, como la mano de obra, solo así se logrará aíslar la parte vulnerable del negocio frutícola de las variaciones del mercado cambiario y generar un nuevo dinamismo en el sector.

El economista también indicó que hay que ayudar a las autoridades económicas para que se den cuenta de la situación real y revisen sus posiciones y su obstinación con el modelo actual.

A través de un estudio comparativo, Arroyo también demostró que hay países con mejores políticas que las de Chile. Actualmente el país –en cuanto a la composición de sus exportaciones en términos de commodities versus exportaciones industriales y alta tecnología–se asemeja a naciones como Ecuador y Perú.

En Chile no ha ocurrido la transformación de la oferta exportadora que sí ha ocurrido en países emergentes exitosos, como Corea del Sur. Las cifras demuestran que las exportaciones chilenas no han sufrido una gran evolución: “Chile no ha pasado a ser un proveedor de soluciones, sigue siendo un proveedor materiales y commodities”, afirmó Arroyo.

Por ello, es que para el académico de la Universidad de Chile el sector tiene que invertir como primera prioridad en su sustentabilidad. “Esto es en generar su propia agenda en los asuntos regulatorios y legislativos. Debe ser capaz de proponer su agenda de política cambiaria y exigir sustentabilidad. Además, ello es esencial a la hora de pretender generar una visión común, cuya ausencia hace a los agricultores desunidos y los deja extremadamente vulnerables a la agenda que otros colocan”, concluyó el experto.

Fuente: www.videlabs.com/portalf