Agricultura biodinámica: con las fuerzas del cosmos

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Agricultura biodinámica: con las fuerzas del cosmos
Silenciosamente se abre paso con una mezcla de rigor científico y esoterismo. Los agricultores que se sumaron a esta forma de producir, aseguran sabores intensos, buena calidad y suelos más fértiles, a lo que hay que agregar un componente social.
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Fotografía: http://www.fen-bio-dinamico.cl

Según la Real Academia de la Lengua Española, la Biodinámica es la “ciencia de las fuerzas vitales”. La agricultura biodinámica consiste en ver a la tierra o el predio agrícola como un organismo. “Esto significa que todas las partes de la finca y las actividades que ahí se dan, tales como la producción de plantas y la cría de animales, están interconectadas”, explican Gabriela Franco y Erika Schlebach de la organización Aires de Campo, de México.

Según la Asociación de Agricultura Biológico-Dinámica de Chile, ABDChile AG, esta técnica plantea que la calidad de los alimentos no tiene que ver únicamente con las sustancias de las plantas, “sino que el ser humano pueda recibir la vitalidad de sus fuerzas”.

Para ello, incluye el uso de preparados que tienen en cuenta “las influencias cósmicas”, explican las expertas mexicanas. “Lo biológico tiene lugar en la biosfera, lo dinámico se refiere a las fuerzas, tanto telúricas como cósmicas, cuyo ámbito se extiende a las fuerzas solares, lunares, planetarias y zodiacales, las cuales son captadas por las plantas y los animales y pueden ser observadas y conocidas por el hombre”, aseveran en la asociación chilena.

Y es en este punto donde surgen las voces contrarias: “La principal crítica a la agricultura biodinámica es que es muy esotérica”, señalan Gabriela Franco y Erika Schlebach.

Para la defensa de esta práctica, aseguran que “mejoran notablemente la fertilidad de los suelos y gradualmente se logra ir reduciendo la carga de pesticidas”, agregan desde México.

Francisco Valenzuela Shulz, presidente de ABDChile AG, asevera que este tipo de agricultura es “eminentemente científica, en el más amplio sentido de la palabra, ya que se necesita tener un conocimiento acabado de cada una de las especies presentes, tanto vegetales como animales, incluidos los microorganismos del suelo”.

Según productores de manzanas biodinámicas de Chile, algunas de las que se venden en ferias ecológicas como la de la comuna metropolitana de La Reina; esta fruta tiene un sabor más intenso y excelente calidad.

Pero esta práctica además tiene un componente social. En la Asociación para la Agricultura Biológico-Dinámica de Argentina, AABDA, afirman que “el equilibrio que se intenta conseguir en el sentido biológico-ecológico también se procura en el social, tanto de las relaciones entre quienes trabajan la tierra, como con la sociedad”. Por ello, se abren a “distintas iniciativas sociales, terapéuticas y educativas”.

“El trabajo de la tierra si es hecho en el sentido de sanar la Tierra y devolverle fuerzas de vida, también sana a quienes lo realizan y a quienes entran en contacto con dicho trabajo”, puntualizan.

Si bien los procesos agrícolas industriales resultan incompatibles con la agricultura biodinámica, “puede darse un proceso de conversión de la empresa agrícola convencional hacia la agricultura orgánica o a la biológico-dinámica”,  que puede durar tres o más años, según ABDChile.

¿Cómo se inicio todo?

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Fotografía: http://www.fen-bio-dinamico.cl

La Agricultura Biodinámica fue desarrollada por el filósofo Rudolf Steiner (1861-1925) y se basa en el conocimiento de que la tierra, las plantas, los animales y el hombre trabajan conjuntamente en un organismo agrícola.

En 1924, un grupo de agricultores preocupados por el futuro de su actividad pidieron la ayuda de Steiner y éste respondió con una serie de lecciones, que dieron origen a la agricultura biodinámica, que ahora se practica en gran parte de Europa, Norteamérica y Australia, explican en Aires de Campo. “Actualmente, existen más de 4.200 productores certificados Demeter (ver más abajo) en más de 43 países”, agregan.

“En Chile su desarrollo aún es incipiente y se limita al trabajo particular que realizan unos pocos productores a lo largo del país”, señala Francisco Valenzuela Schulz.

Agrega que en naciones como Australia, Argentina y Brasil, entre otras, la agricultura biodinámica lleva desarrollándose más de 30 años y en Europa por encima de los 80 años.

Sobre ABDChile AG, explica que es una institución antroposófica creada hace sólo dos años, y ha estado abocada esencialmente a la formación de futuros agricultores biodinámicos y no tanto a aparecer en los medios de comunicación, “eso será para más adelante”, puntualiza el dirigente.

En Argentina existe la Asociación para la Agricultura Biológico-Dinámica, AABDA, nos cuenta el agrónomo Jorge Giusto y que surgió hace 13 años, aunque formalmente opera desde 1998. La organización se dedica al desarrollo y difusión de esta práctica, además de dictar cursos, talleres y fomentar pasantías.

Productos con certificación

El Ingeniero Agrónomo Eduardo Tilatti, es Coordinador del Servicio de Inspecciones Demeter de Argentina.

¿Qué es Demeter? “es la única asociación ecológica que ha constituido una red Internacional de Organismos Independientes de Certificación. Demeter Internacional fue fundada en 1997 para facilitar la cooperación en las esferas legal, económica y espiritual”, nos explica.

Estamos hablando de una organización sin fines de lucro con sede en Darmstadt, Alemania, cuyo fin es garantizar los productos biodinámicos comercializados a través de la certificación con la marca Demeter (www.demeter.net).

Eduardo Tilatti añade que la institución promueve la generación de espacios y organizaciones biodinámicas y de certificación Demeter en los diversos países, “motivando iniciativas locales, con la mínima incidencia de actores extranjeros, asegurando de esta manera la adaptación de las organizaciones a la realidad local”.

Actualmente, está formada por 18 miembros provenientes de Europa, América, África y Nueva Zelanda y representa a 3.500 productores en 40 diferentes países.

Sobre los requisitos a cumplir por parte de los productores, sostiene que por ejemplo, en Argentina se debe contar con un asesor reconocido por la Asociación Biodinámica local y emplear el método de producción según los lineamientos de las conferencias agrícolas brindadas por Rudolf Steiner, a principios del siglo pasado.

“El cultivo de uva para vinificar y la producción de vinos encabeza la demanda de certificación Demeter en nuestro país, persiguiendo la obtención de fruta de excelente calidad, logrando una materia prima adecuada para los mejores vinos”, asevera el experto.

Sobre los otros países, el profesional argentino afirma que actualmente existen diversas organizaciones desarrollando la producción agropecuaria biodinámica localmente, “lo que permite difundir estos conocimientos y la filosofía que los sustentan, promoviendo actitudes responsables en los agricultores y en los consumidores”.

Proyecciones en el mundo

Aunque en México el consumo de estos productos es muy escaso, según Gabriela Franco y Erika Schlebach, por falta de difusión, sostienen que su potencial exportador es alto, a juzgar por lo que actualmente sucede en Europa, donde son muy valorados.

“En Estados Unidos cada día es mayor el conocimiento de este tipo de productos por lo cual, se está convirtiendo en un mercado interesante para la exportación de los mismos”, afirman las expertas mexicanas.

Fotografías: http://www.fen-bio-dinamico.cl/

Fuente: www.videlabs.com/portalf

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