Ecuador: cultivo sustentable de la naranjilla

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Ecuador: cultivo sustentable de la naranjilla
En algunos lugares la conocen como lulo o nuquí, sin embargo, comúnmente es llamada naranjilla. El cuidado de esta planta, cuyo nombre científico es Solanum quitoense, ha desencadenado varios problemas para la naturaleza, pero el más preocupante “es la contaminación que genera el inadecuado y exagerado uso de plaguicidas”, menciona Wilson Vásquez, líder del Programa Nacional de Fruticultura del Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (Iniap).

Por este motivo, varios expertos del Iniap han desarrollado estudios, por 10 años, para determinar las alternativas que existen para realizar un cultivo ecológico de dicho producto, con la finalidad de que no se afecte a la economía, al ambiente ni a la salud.

Estas iniciativas las plasmaron en el ‘Manual del Cultivo Ecológico de la Naranjilla’, que fue publicado la semana pasada.

¿Qué hacer?
Al ser la región Amazónica uno de los lugares donde mayor producción de naranjilla existe, el Iniap analizó los factores que afectan su producción y pudo determinar que el inadecuado uso de plaguicidas altera tanto a la productividad como a la naturaleza.

“Los cultivos convencionales usan muchos pesticidas, por lo que queremos cambiar a una agricultura orgánica”, enfatizó Vásquez.

Para cumplir con esta finalidad, el experto comentó que se requiere un plazo de 10 a 15 años, ya que tienen que realizar muchos cambios, inclusive en la hibridación de la naranjilla.
“Lo importante es conocer cómo actúa la planta y sus plagas para saber el momento en que se debe actuar y no desperdiciar insumos”, aclaró.

La recomendación que realizan a los productores es usar pesticidas de tipo biológico, es decir, aquellos que están elaborados a base de plantas o microorganismos benéficos.

Repercusiones negativas

El empleo de plaguicidas químicos es contraproducente para la salud de las personas, así como para la naturaleza. Estos productos “contaminan el suelo y el agua y matan a la microflora y a la microfauna benéfica”, según Wilson Vásquez, del Iniap.

Datos

El uso de portainjertos es otra alternativa que proponen para evitar las plagas. En la Amazonia existen 5.025 hectáreas cultivadas con naranjilla.
Fuente: La Hora

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