Chile: Próxima temporada de cerezas podría presentar efectos de estrés sin un riego adecuado durante febrero, explica experto
La campaña 2016/2017 de cereza chilena, ya está llegando a su fin. Una temporada con algunas características inusuales, que dejan una herencia importante y que productores deben considerar para conseguir fruta de buena calidad en la próxima temporada.
Alrededor de 94.450.000 kilos equivalentes a 18.890.000 cajas de 5 kilos, fueron exportados hasta la semana 5, de los cuales, 77.611.000 kilos equivalentes a 15.522.000 cajas de 5 kilos, aproximadamente, se fueron con destino al gigante asiático.
En Portalfruticola.com, conversamos con Carlos Tapia, director técnico de Avium, empresa dedicada a la asesoría, investigación y desarrollo en el cultivo del cerezo, quien nos explicó los detalles de la campaña por finalizar.
“En general, mi perspectiva de producción se cumplió. Pensaba que iban a haber 20 millones de cajas, me quedo un poco corto, pero también se puede demostrar a quienes estaban pesimistas, que no fueron 13 o 14 millones de cajas que todos creían que iban a tener”, señaló.
“Claramente había zonas que estaban más afectadas que otras con respecto a las heladas, pero finalmente salió la fruta que tenía que salir”.
Según informó Tapia, en términos técnicos, no ha sido una temporada que se ha caracterizado por gran calidad de fruta.
“Eso no solamente lo vimos con respecto a la fruta en la fecha de cosecha, sino que también se ha hecho presente en cuanto a comentarios de la fruta en destino, principalmente en Lejano Oriente, donde hubo algunos reclamos por pedicelo más débil”, indicó.
Para el experto, esto sería efecto de una cosecha muy adelantada.
“Nuestra plena flor en zona central, rondó entre el 15 y el 20 de septiembre, lo que es normal. Sin embargo, la fecha de cosecha en algunos lugares se adelantó hasta 15 días. Esto significa que, en una especie, que es de fenología muy corta, tuvimos 15 días menos de fenología, lo que, en términos de construcción de fruta, afecta bastante”, explicó.
Si bien este efecto causó algunos comentarios negativos, Tapia asegura que, en una temporada tan adelantada, no se podría esperar tener una calidad en condición de fruta excelente.
“Sin embargo, a pesar de los reclamos y cuestionamientos, a mi parecer, los precios de venta se han portado bastante bien”.
“Tenemos que reconocer que muchas veces el mercado se puede flexibilizar ante una temporada inusual como esta, o definitivamente el cliente chino podría aceptar una cereza de menor calidad, entre comillas, sin abusar de esa condición. Tenemos que apostar a que vamos a enviar cereza de excelente calidad”, sugirió.
Para Tapia, que las cosechas hayan sido muy rápidas, marcó la campaña, ya que “todo va de la mano”.
La temporada de cereza comienza inmediatamente después de la cosecha, con todo lo que significa postcosecha, y que las plantas pasen un muy buen verano en términos de que están finalizando los procesos de inducción floral y están en pleno proceso de diferenciación de flores.
Bajo este contexto, Carlos Tapia enfatizó que “hemos pasado uno de los veranos más calurosos de los últimos años en la zona central, y eso incide directamente en la formación de flores para la próxima temporada y también en la acumulación de reservas”.
“Para mí, la nueva temporada de cerezas ya comenzó, hay un factor muy importante de la respuesta de la fruta de producción de cada año, que es cómo podemos trabajar la planta en función de que no sufra estrés hídrico-térmico”.
Explicó que en temporadas como esta, muchas veces se intenta lo mejor, pero la demanda atmosférica y la temperatura son tan potentes que muchos huertos no son capaces de soportar esa demanda atmosférica por agua.
“Cuando estamos con una herencia de verano caluroso, en algunas variedades se puede reconocer frutos dobles o deformes, característicos de veranos calurosos anteriores”.
“Desde el punto de vista de manejo, estamos en pleno proceso de recuperación de los huertos en términos nutricionales”, informó.
“Estamos regando en función de 100% o quizás hasta 120% de la evaporación, y creo que eso se debería extender por lo menos todo el mes de febrero, y quizás en zonas muy calurosas, sea necesario hasta la primera semana de marzo”.
“Sin duda, el riego es el factor más importante para prevenir este tipo de estrés”, destacó.
Tapia indicó que, más que la cantidad de agua, le otorga más importancia a la distribución de agua para llegar a todos los puntos de raíces, considerando que, a partir de la última semana de diciembre, o primera semana de enero, hasta la última semana de febrero, se encuentra en las plantas, el flash más importante de crecimiento de raíces.
“Por lo tanto, también tenemos que responder a ese cambio y aprovechar esta nueva creación de raíces para fertilizar y mantener la planta recuperada para enfrentar la próxima temporada”.
“Hay que preocuparse muchísimo del riego por lo menos todo lo que queda de febrero. Los que no se preocuparon antes, creo que no tienen mucho que hacer en términos de recuperación, si las plantas están a un nivel de estrés importante, es muy difícil recuperarlas”, concluyó.
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