Ecuador: Exportadores asumen arancel que dejó Atpdea

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Ecuador: Exportadores asumen arancel que dejó Atpdea

Las empresas confían en que EE.UU. renovará las preferencias, mientras tanto evitan perder a sus clientes.

Han transcurrido 43 días desde que caducó la última extensión del Tratado de Preferencias Arancelarias Andinas (Atpdea, por sus siglas en inglés),  mediante el cual, cerca de 800 productos ecuatorianos ingresaban al mercado estadounidense sin pagar impuestos.

Sin el Atpdea, con el fin de no reducir sus ventas, los productores y exportadores del país decidieron asumir el costo del arancel que,  de acuerdo al tipo de producto, oscila entre 3% y   30%.

El presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportaciones (Fedexpor), Felipe Rivadeneira, señaló que aún no hay cifras precisas sobre las pérdidas que eso genera, pues admite que entre sus socios se mantiene  la esperanza de que  Estados Unidos renueve el Atpdea  con  carácter retroactivo y se les  restituya el pago del arancel.

Los más afectados serían los exportadores de brócoli, alcachofa y textiles, cuyo arancel va del 15 al 30%. “En el caso del brócoli tenemos reportes de cancelación de algunos pedidos”, comentó.  

Pedro Guarderas, exportador del vegetal, confirmó  que algunos de sus clientes norteamericanos han preferido comprar en  México y  Guatemala por la  incertidumbre que existe con  el precio del vegetal ecuatoriano.

La preocupación se agudiza porque los contratos  previamente firmados con importadores estadounidenses vencerán entre  junio y julio próximos, y hay quienes anuncian que no se renovarán debido al alza del precio.

Empleos en riesgo sin Atpdea

Anualmente el Ecuador exporta 25 millones de dólares en brócoli. Sin el Atpdea, Guarderas estima que las ventas caerían en  un 50%, lo que pondría en riesgo a 5.000  familias, principalmente de la Sierra centro, que se dedican a esta actividad.

“Hemos decidido  asumir el valor del arancel, en unos casos el productor y en otros el cliente, pero   con la esperanza de que se nos devuelva  el valor  pagado”, insistió.

Por otra parte, Gino Descalzi, representante de  Expoflores, anunció que las fincas harán todo lo que esté a su alcance con el fin de no perder a sus clientes, lo que implica absorber el valor del arancel. 

Al año, el país exporta 600 millones de dólares en flores, de los cuales el 45% tiene como  destino el mercado norteamericano. Por ello, se estima que las pérdidas alcanzarían los 16 millones de dólares anuales si no se renuevan las preferencias arancelarias.

Aunque el arancel varía del 3,5 al 8%, según el tipo de flor, Descalzi indicó que los efectos aún no son graves debido a que Colombia, su principal competidor, atraviesa por la misma situación.

No obstante, pidió al Gobierno que insista en la renovación del Atpdea con EE.UU., al que considera un mercado irremplazable porque concentra a  310 millones de consumidores con un ingreso de  12 dólares la hora.

Lo que más interesa a los exportadores es que la renovación sea a largo plazo, es decir, por  al menos dos años. En ese período esperan que el   Ecuador pueda alcanzar nuevos acuerdos comerciales con los EE.UU. y  la Unión Europea.

Compensación después de 60 días 

Días atrás, la ministra coordinadora de la Producción, Nathalie Cely, se comprometió a buscar mecanismos de compensación que ayuden a mitigar la situación por la que atraviesan los exportadores.

El planteamiento era que, si en 60 días (hasta el 13 de abril) no se reanudaba el Atpdea, el Gobierno tomaría decisiones. No obstante, ya se puso a disposición de los afectados una línea de  crédito en la Corporación Financiera Nacional (CFN), un recurso que aún no han tenido necesidad de utilizar,  manifestó Rivadeneira.

Los exportadores confían en ese compromiso, pero aseguran que aún no han recibido  un pronunciamiento oficial, pero sugieren que como medida compensatoria se les exima del pago del anticipo al impuesto a la renta.

Según el representante de Fedexpor, se estima que las pérdidas bordearían los  60 millones de dólares al año, si no se renuevan las preferencias arancelarias, pero lo que más les preocupa es perder el mercado norteamericano.

Fuente: El Telégrafo

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