Argentina: Por falta de mano de obra, la cosecha de uva terminaría en mayo

Argentina
Argentina: Por falta de mano de obra, la cosecha de uva terminaría en mayo

A sólo tres semanas, según lo previsto, para terminar la vendimia en Mendoza, recoger a tiempo los nueve millones de quintales de uva pronosticados en la zona Este requeriría entre 12.000 y 13.000 personas, pero hay, según estimaciones, un 20% menos.

Esto se traduce en una cosecha que sólo en la región viene retrasada un 15%, en parte como resultado de la tardía madurez de las uvas pero también por la falta de mano de obra, lo que para los productores obligará a extender el plazo una semana más como mínimo.

El cuadro es casi idéntico en otras áreas vitícolas, como la Primera Zona y el Oasis Sur, desde donde descuentan que por imperio de las circunstancias (aún queda entre 30 y 50% de la materia prima en las hileras) por primera vez en mucho tiempo habrá vendimia hasta inicios de mayo. Desde el Centro de Viñateros y Bodegueros de Este, Mauro Sosa corrobora que el problema existe y señala que "es difícil cuantificar la mano de obra faltante por las diversas realidades de cada viñedo, pero prevalece la escasez".

En realidad, hay un mix de factores que no se revierten y un efecto cascada: una campaña que arrancó complicada por el zonda y las lluvias, y que se atrasó más ante el menor flujo de trabajadores del Norte argentino y al hecho de que los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) tuvieran temor de perder el beneficio con un contrato (algo que es erróneo pero el Gobierno no ha comunicado lo suficiente).

Y los que están, dicen los productores, piden más dinero por cada ficha a la hora de cobrar: en algunos casos, el tacho ya trepó de $ 3,50 a $ 5,50 según la zona y el rendimiento de cada finca, afirman.

Condiciones y costos

Rolando Adi es un productor rivadaviense dueño de 120 hectáreas. En condiciones normales, necesita una cuadrilla de 40 personas para levantar la uva a buen ritmo. Sin embargo, este año consiguió menos de la mitad, en condiciones más difíciles: "Como saben que faltan cosechadores, se plantan a media mañana y piden más plata, pero ni pagando la ficha a tres pesos conseguís completar la cuadrilla".

Al margen de los rendimientos mayores, situaciones similares se plantean en Luján o Maipú, donde los productores afirman que "el tacho cada día sale más caro", y ya toca picos de $ 5,50, al igual que el cabernet o malbec del Sur, donde el piso son los $ 3 para la uva criolla. La gran mayoría de los cosechadores empleados en la vendimia son obreros golondrinas de Tucumán, de Jujuy y en menor medida, de Bolivia.

El no correr riesgos de resignar planes sociales o la AUH son un factor detectado a principios de marzo pero que aún no se disipa. "Si bien cada año se verifica una disminució, la vigencia de esos beneficios dificulta más la contratación de trabajadores, que piden no ser registrados, si bien la presidenta Cristina Fernández aclaró que la asignación por hijo es un derecho y no se pierde", explica Sosa.

"Tuve que completar la cuadrilla de 20 personas con obreros de la finca que estaban en otras tareas y eso que tengo uva criolla que le rinde al obrero", cuenta Antonio García, propietario de 36 hectáreas en la zona de Montecaseros.

Ante la dureza de las multas, la mayoría de los productores prefieren tener obreros en blanco. Hay casos: en San Rafael, donde 75% posee menos de 7 hectáreas, Afip ya aplicó multas de hasta $ 30 mil a fincas de 2 o 3 hectáreas al detectarse cosechadores que eligieron trabajar en negro para "cuidar" su beneficio previsional. Según Pablo Asens, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de San Rafael, "la problemática es terrible.

A la madurez de la uva se suma falta de cosechadores por desconocimiento; creo que el Gobierno debió comunicar más y mejor lo de las AU. Pero lo cierto es que el INV deberá extender una semana la cosecha, como mínimo". En el área vitícola del Sur no son pocas las cuadrillas que de 80 personas el año pasado hoy apenas llegan a 40. Respecto a que la remuneración sea otro motivo de la escasez, desde el Centro de Bodegueros del Este lo niegan: "quien completa 50 tachos cobra un mínimo de cien pesos".

¿Mecanización para todos?

Por si faltaran motivos, de la mano de los controles oficiales sobre el trabajo infantil, también se observa que son cada vez menos las mujeres cosechadoras, ya que muchas son acompañadas por sus hijos. "Si de riesgos se trata, ningún viticultor quiere correrlos al recibir a obreros con sus familias", lo resume Asens.

En las bodegas la preocupación por cumplir las metas sin demasiados apremios está a la orden del día. Como lo refleja Pablo Profili, enólogo de Renacer, en Luján: "nos corre el clima, porque puede venir alguna helada temprana. Primero el zonda, despues la falta de agua y ahora esto".

En este contexto, la cosecha mecánica ha mostrado un crecimiento del 40% y ya son 500 hectáreas de espalderos cosechados así sólo en zona Este. Roberto Bin, de la empresa Alma de Vendimia, dice que "el alquiler de las máquinas termina siendo opción para el productor que no consigue gente".

Asens reflexiona: "Este año va a marcar un punto de inflexión sobre reconvertirnos a la mecanización, aunque implique menos gente del mercado laboral; por eso creo que esta política de presión laboral y beneficios sociales hace que la gente no quiera trabajar".

Fuente: Los Andes

Suscríbete a nuestro Newsletter