Se trata de Southern D’Light, una variedad que surge gracias al trabajo conjunto del Consorcio, la industria frutícola, la Universidad Católica de Chile y Corfo.
La principal razón de una nueva disminución de la estimación de la cosecha nacional se atribuye a los menores rendimientos envasados en la región del río Hex hasta la fecha.
Las exportaciones alcanzarán 64.518.065 de cajas estandarizas, reflejando una baja de 13,2% respecto a la temporada pasada y una caída de un 4%,
Se abordarán temáticas como fitosanidad, inocuidad, nutrición vegetal, comercial y marketing, innovación y sostenibilidad, entre otras.
Las temporadas anteriores estuvieron marcadas por el Covid-19 en 2020, luego la lluvia de 2021 y, en 2022, la industria enfrentó grandes problemas de logística y transporte.
Este crecimiento es el resultado de la maduración de las parras, dado que la superficie de viñedos aumentó sólo 2% antes de 2020-21 y 2021-22.
La temporada chilena de uva de mesa se encuentra actualmente en su sexta semana, con cosechas tempranas que muestran volúmenes estables para las variedades blancas tradicionales.
En el transcurso de las próximas semanas los exportadores viajará a EE.UU. a conocer en terreno la recepción de la fruta e interiorizarse del proceso con el recibidor.
La uva White Seedlees ha sido la más enviada durante este periodo por Perú, representando el 49 % de lo exportado.
Se espera que los volúmenes de exportación de nuevas variedades de uva de mesa chilena superen la oferta de variedades tradicionales.