Aunque todavía le faltan detalles, el nuevo plan estratégico trazado por la industria vitivinícola para la próxima década, denominado "2020", ya cuenta con algunos objetivos claros, para hacer esta actividad más sustentable y relevante a nivel del internacional: crecer en valor y en volumen más de 100%, y elevar el precio promedio de los envíos sobre los US$ 35.

Y es que no sólo el dólar capta hoy la atención de las empresas, sino que también la búsqueda de una fórmula para volver a los niveles de crecimiento que tuvieron en la década de los 90.

En ese sentido, trascendió que uno de los aspectos fundamentales de esta iniciativa considera que Chile debiera alcanzar en el año 2020 exportaciones por US$ 3 mil millones al año, lo que representa un salto cuantitativo respecto de lo que hoy la industria despacha que llega en torno a US$ 1.400 millones.

Para llegar a esta cifra, la hoja de ruta plantea que se debe invertir producción, incrementando la superficie plantada de viñedos y de bodegas y, en segundo término, elevando los aportes al presupuesto de imagen de la industria, los que comparados con la competencia son casi tres veces más bajo.

Pero no sólo eso, el documento pone especial énfasis en el incremento del precio promedio de los envíos. Postula que hay que volver a retomar el crecimiento que mostró la industria, previo a la crisis, donde éste alcanzó US$ 29, mientras que hoy llega a US$ 26.

En este caso, la estrategia es poder subir a US$ 36, considerando que la actual cifra deja poco margen para invertir en una mayor promoción y aumentos de calidad.

Respecto a este último punto, el presidente de Vinos de Chile, René Merino, reconoció que "en términos de precio promedio no estamos más arriba que el resto de nuestro competidores y creo ahí tenemos una deuda, sobre todo, porque la calidad de nuestros vinos nos debiera permitir vender más caro".

Esto permitiría, además, elevar la demanda, lo cual sería resorte para subir el número de cajas exportadas desde cerca de 48.000 que se exportan en la actualidad a unas 100.000, con un consiguente impacto en el precio promedio.

Con todo, esto supone tasas de crecimiento de 9% en valor y 7% en volumen anual y aunque no hay una mención implícita al dólar, claramente lograr tener un precio promedio más alto, aleja la presión constante de tener un tipo de cambio variable y que nuevamente tiene en alerta a las empresas del sector.

Foco en la promoción

El plan "2020" advierte que todo este esfuerzo no podrá ser posible de no mediar también un incremento importante en materia de promoción y con enfásis en cepas como el Carmenère, Cabernet y Sauvignon Blanc.

Y es con cerca de US$7 millones invertidos, la industria vitívinicola se encuentra por debajo de países como Nueva Zelanda, Australia y Francia que desembolsan recursos en torno a los US$ 20 millones.

Fuente: Diario Financiero

Portal Fruticola