Chile: Fundación Chile buscará bajar su rol controlador en los nuevos proyectos
El nuevo presidente de la entidad, Alvaro Fischer, indica que desean potenciar el papel de coordinador en las iniciativas que impulsan.
Un nuevo modelo impulsará durante su gestión el presidente de Fundación Chile, Alvaro Fischer, quien llegó a la institución hace tres meses. Ello implica cambiar el rol "controlador" que había tenido la entidad en los negocios en los que participaba, lo que se traducía en que "construía las empresas, las gestionaba y aportaba capital. Ese modelo está abandonado. Ahora hay más gente que hace innovación y otros financistas. Hay todo un ecosistema de innovación", afirma Fischer. Por ello, el foco de la fundación será articular, detectar oportunidades y ser minoritario respecto de la propiedad de las compañías, pero no administrarlas. "Esto nos permite ser un interlocutor válido, y como somos una institución público-privada, sin intereses especiales, somos percibidos como un "agente honesto, lo que refuerza nuestra capacidad orquestadora", agrega el presidente.
Aunque advierte que no habrá un quiebre respecto de lo que se hizo hasta ahora, algunos criterios cambiarán, como disminuir la cantidad de recursos que se arriesgan por proyecto, ya sea en dinero o gente. "Cuando pones muchos recursos y, además, estás preocupado de articular, no puedes seguir bien esas inversiones. Al poner muchos recursos te transformas en el actor principal, el responsable del desarrollo y creemos que no es rol de la fundación. Por eso queremos bajar el nivel de recursos que ponemos en los proyectos", afirma Fischer, quien es miembro del Consejo de Innovación.
En este esquema, la idea es que el mercado juzgue la viabilidad de un emprendimiento. "Que el tamiz no sea la fundación, sino el mercado el que diga si hay validez, que el sector privado haga las apuestas y si traemos a la mesa puras leseras, vamos a quedar fuera del mercado", afirma Fischer.
Otro cambio tiene que ver con permanecer en los proyectos sólo el tiempo necesario, aunque esto implique acelerar el cierre de algunos, en caso que no generen los resultados esperados.
"En algunos proyectos nos hemos quedado más tiempo de lo necesario. Vamos a acelerar su cierre o venta cuando no puedan seguir. Si anda bien, salimos. Si anda mal, salimos", agrega.
Con un volumen de negocios de US$ 36 millones, el plan es aumentarlo, sin dirigir emprendimientos en ninguna dirección específica.
Ha definido tres áreas que impulsará en su período: Tecnologías de la Información (TI); Clean-tech -tecnologías limpias- y Biotech, relacionada con los procesos bioproductivos.
Entre los proyectos que vienen está llevar agua dulce de la zona central al norte mediante tuberías submarinas y desarrollar energía solar fotovoltaica en el Desierto de Atacama.
Fuente: La Tercera