Presencia de pesticidas en alimentos procesados genera preocupación en consumidores chilenos
Se trata de diversos productos derivados de frutas y verduras como jugos, sopas y alimentos para bebés. Esto se debería a que fueron elaborados a partir de materia prima a la cual se le aplicó importantes dosis de pesticidas.
Alarma generó un estudio difundido por la Liga Ciudadana de Consumidores de Chile, que demostró la presencia de pesticidas en algunos alimentos procesados para bebes y adultos mayores.
Ante esta situación, la subsecretaria de salud, Liliana Jadue, llamó a los consumidores a estar tranquilos, señalando que “los productos son seguros y cumplen absolutamente todas las normas sanitarias de la reglamentación chilena”.
Añadió que los "productores agrícolas utilizan productos autorizados en Chile, y tienen normas y reglas de cómo se utilizan, las concentraciones y los tiempos que deben esperar antes de cosechar para poder ser comercializados".
Juan Luis Castillo, jefe de laboratorio de Andes Control –al cual se le encargó el análisis de los alimentos– explicó a Portal Frutícola que “existe una alta probabilidad de encontrar residuos de pesticidas en productos agroindustriales, toda vez que estos fueron elaborados a partir de materias primas a las cuales previamente se les aplicó dosis de pesticidas”. Añadió que es necesario realizar estudios para determinar una correlación entre los niveles de residuos presentes en la materia prima y el producto final.
En el documento de la Liga Ciudadana por los consumidores se señala que las papas, manzanas, frutas cítricas, el maíz, la soja y el trigo pueden estar particularmente contaminados.
Castillo explicó a Portal Frutícola que la relación entre el contenido de residuos de pesticida en el producto alimenticio final, no siempre es proporcional o coherente con la cantidad presente en la materia prima que se utilizó para su preparación, “ya que el proceso de elaboración implica cambios físicos, químicos y biológicos que afectan de diferente manera la concentración de el o los residuos”.
Al respecto, especificó que “cada proceso de elaboración de un determinado alimento afecta el contenido de cada residuo de pesticida particular (...) en Andes Control hemos podido observar que, en determinados casos, ciertos residuos de pesticidas no sobreviven a un proceso productivo particular; otros sí lo hacen, pero disminuye su concentración sustancialmente, mientras que algunos incluso parecen verse potenciados por el nuevo medio donde se encuentran”.
Los resultados
Los análisis determinaron que tres colados para bebes de la marca Nestlé, una sopa de espárragos para adultos mayores –distribuida por el Ministerio de Salud chileno a través del programa “Años Dorados”– y un jugo de naranja de la empresa Watt´s tenían presencia de pesticidas.
El estudio midió los residuos de pesticidas en alimentos procesados que contienen ingredientes como frutas, hortalizas y/o cereales.
Los colados ciruela-pasa de Gerber-Nestlé, Tutti Fruti y Durazno de Nestlé presentaban la sustancia Iprodine, un fungicida tóxico usado en la agricultura. Los valores encontrados en los colados de ciruela-pasa y durazno fueron de 0,04 mg/kg y 0,08 mg/kg, respectivamente, sobrepasando los límites máximos establecidos como aceptables para residuos de pesticidas en alimentos infantiles según la norma de la Comunidad Económica Europea (CEE).
En el caso del colado de Tutti Fruti, de acuerdo a los resultados, está en el límite máximo establecido como aceptable para pesticidas en alimentos infantiles en la CEE (0,01 mg/kg).
El jugo de naranja Watt´s también presentó residuos. En este caso fue el Carbaryl, un insecticida altamente tóxico que en altas dosis podría generar degeneración de nervios.
Además, la sopa de espárragos - “Años Dorados” - destinada a adultos mayores como parte del Programa Nacional de Alimentación Complementaria del Adulto Mayor (PACAM), presentaba pirimifosmetil.
Cómo minimizar los riesgos
La presencia de residuos de pesticidas en los productos que llegan al consumidor final, depende de una multiplicidad de factores como la fecha de aplicación, el tipo de compuesto, la cantidad de compuesto, su concentración y combinación con otras sustancias, el estado sanitario del huerto, entre otros.
Cada compuesto que es autorizado por la autoridad agrícola y sanitaria cuenta con una tabla de degradación o disipación que es entregada por el propio fabricante, explicó Juan Luis Castillo, de Andes Control.
Por ello, el profesional enfatizó que “esta información debe ser considerada por el productor a la hora de aplicar pesticidas a sus cultivos, ya que resulta clave para evitar que estos lleguen al consumidor final en concentraciones por sobre lo permitido”. Por lo tanto, asegura que es necesario considerar todos los factores relevantes y luego aplicar una gestión trascendental que cubra cada aspecto”.
Fuente: www.portalfrutícola