Costa Rica: Nuevo banco de germoplasma trata de mejorar cítricos
El material vegetal viene de EE.UU y servirá para atacar una enfermedad
El Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza ( Catie ), en el cantón de Turrialba, Cartago, abrió un banco de germoplasma de cítricos, con el propósito de fortalecer esta variedad de plantas contra distintas plagas y enfermedades.
“Germoplasma es cualquier parte de una planta (semillas, estacas o la planta entera) que se puede conservar por un tiempo determinado para usar en el futuro”, dijo Wílliam Solano, investigador del Catie.
Este proyecto cuenta con 330 árboles, correspondientes a 66 variedades de cítricos traídas al país por el Servicio Fitosanitario del Estado y el Catie.
Las variedades entregadas al Catie provienen del banco de germoplasma de la Universidad de California en Riverside (EE. UU.), uno de los bancos de germoplasma más prestigiosos del mundo.
Con este banco los productores de cítricos podrán disponer de variedades mejoradas de cítricos que presentan mayor longevidad, mayor producción, resistencia a virus y frutas más jugosas.
Además, a través del banco de yemas se estarán proporcionando yemas certificadas para que los viveristas del país puedan producir plantas libres de plagas.
La enfermedad
Hoy en día, la principal amenaza de la citricultura mundial es la enfermedad conocida como “Huanglongbing” (HLB), enfermedad asociada a la bacteria Candidatus liberibacter.
Ella ocasiona la “muerte económica” del árbol, ya que las plantas infectadas dejan de producir frutos aptos para el comercio.
Las naranjas y las toronjas son los cítricos más susceptibles a esta enfermedad.
El HLB se propaga con rapidez y tiene a todas las variedades comerciales como su objetivo.
“Las características que presentan las plantas con la enfermedad son varias. Por ejemplo, aparecen hojas con moteados amarillentos que se presentan inicialmente en los brotes. También las nervaduras se vuelven corchosas y, en algunos casos, la forma de las hojas se vuelve puntiaguda”, dijo Solano.
“Además, los frutos presentan una deformación y maduración anormal y una caída prematura. Finalmente, la planta llega a morir”, añadió el científico.
Fuente: La Nación