Chile: Alza mundial de alimentos se sentirá en tres meses más en Chile y abre disyuntiva para el BC y Fisco
Si bien expertos creen que el traspaso a precios locales será leve y menor que en 2008, prevén que el Central enfrentará el dilema de cuánto subir las tasas sin afectar el tipo de cambio ni frenar la economía. Para Hacienda, la pregunta será si puede ahorrar más para apoyar el ajuste y evitar una mayor caída del dólar.
Se trata de la segunda escalada mundial en el precio de los alimentos en tres años y ya golpea a los emergentes con mayor inflación, expectativas de tasas de interés al alza e incluso amenazas de revueltas sociales. Pero sus efectos esta vez en Chile tendrán un matiz distinto, aunque no menos complejo para la autoridad.
Si bien los expertos creen que el impacto en precios a nivel local se sentirá a partir de dos o tres meses más, estiman que el traspaso será acotado y lejano a lo ocurrido en 2008. De todas formas, el nuevo escenario abre una difícil disyuntiva sobre cuánto ajustar la tasa de interés del Banco Central para frenar la inflación y cuál será rol del Fisco en materia de gasto, en momentos en que el tipo de cambio sigue peligrosamente deprimido. De hecho, el banco de inversión JP Morgan ya ha alertado sobre el posible endurecimiento "alarmante" y "sincronizado" de la política monetaria mundial (ver infografía) y los costos de aquello en las monedas locales.
ALIMENTOS EN ESCALADA
La actual escalada global de precios se evidenció luego de que la sequía redujo la producción agrícola rusa, las inundaciones arruinaron cultivos en Australia y Canadá y la producción estadounidense amenazaba con debilitarse. Pero la espiral de alza de precios también responde a la demanda creciente de naciones como India y China, y a la especulación en el mercado. Todo esto ha provocado que productos como el trigo y el maíz se hayan encarecido en torno al 60% durante los últimos 12 meses.
En Chile los comercializadores, productores y expertos en granos minimizan un impacto de proporciones en los precios finales de alimentos como el pan, el pollo o cerdo (ver recuadro). En la misma línea, un estudio de la gerenta de Estudios de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Ema Budinich, estima que si bien habrá un impacto en los precios locales, aquello será leve y con un rezago de tres a cuatro meses.
"Es probable que estas alzas no se traspasen a nivel local de forma inmediata ni completamente, por varias razones. En el caso de los granos, las cosechas que están desarrollándose en este momento permiten cubrir unos 6 a 8 meses del consumo interno, y se han pagado a precios algo más bajos que la paridad de importación", afirma la ejecutiva, quien estima que hay un importante componente especulativo en la actual alza internacional de alimentos.
Es por ello que el estudio plantea como factible que las recientes alzas de precios se vayan frenando, aunque serán sensibles a como evolucione el precio del petróleo.
"El traspaso de estas alzas a los precios internos dependerá de cuánto duren estas condiciones de volatilidad en los precios externos. En todo caso, será más lento y en menor magnitud si es que las presiones internas de costos derivadas de los precios de los combustibles y la energía sean controladas", afirma el estudio. Budinich plantea que las empresas locales en la actualidad tienen los márgenes necesarios para evitar un traspaso brusco de precios.
Es por ello que Budinich teme que el alza de tasas que pueda imprimir el Banco Central en la economía vaya más allá de lo necesario para este ciclo. Esta misma alerta fue dada hace una semana por Guillermo Calvo, economista y profesor de la Universidad de Columbia, quien cree que el aumento en el valor de los alimentos es estructural y que, frente a ello, una mayor restricción monetaria puede incluso dañar la economía. "Yo no usaría la política monetaria agresivamente para luchar contra este tipo de inflación (...) mientras no se espiralice, a este fenómeno no hay que darle importancia", dijo el economista argentino en entrevista con La Tercera.
En 2008 el Banco Central "apretó" innecesariamente la política monetaria para enfrentar el escenario de alza de alimentos, recordó también Calvo. Es así como tras la quiebra de Lehman Brothers, los precios cayeron y el instituto emisor tuvo que bajar aceleradamente las tasas de interés.
LA DISYUNTIVA EN CIERNES
Lo cierto es que el debate el rol del Fisco y el Banco Central ya está incubándose en el mercado. Las últimas proyecciones de JP Morgan apuntan a que la inflación en Chile estará cerca del 5,5% a diciembre, muy por sobre el promedio del mercado local, impulsado por los no transables, los crecientes costos laborales y los alimentos. Es por ello que las expectativas del banco de inversión apuntan a una tasa de interés de 6,5% hacia fin de año.
Hermann González, de Zahler & Co, matiza y cree que el impacto del shock de precios externos en la inflación local no será de la misma magnitud del 2008 y estima que la inflación llegará al 4% al cierre de este año, impulsado también por otros factores locales como los cierres de brechas de capacidad.
"Las holguras de capacidad se han cerrado y eso genera presiones inflacionarias. Además, el mercado laboral está muy apretado", resume el economista, quien espera el traspaso del alza de los precios internacionales en el país hacia el segundo trimestre.
A partir de ese momento, cree González, la autoridad deberá decidir si sube agresivamente las tasas de interés para frenar los efectos de segunda vuelta de la inflación o moderar el endurecimiento monetario para no afectar el tipo de cambio ni trancar la economía.
"El problema es que las expectativas de IPC a dos años están desancladas y existe la sensación de que hay 'manga ancha' con la inflación y eso no le gusta al Banco Central, por lo que creemos que subirá significativamente la tasa de interés", asegura González, quien cree que la tasa de política monetaria estará en 6,5% hacia principios del cuarto trimestre.
"Dará una señal fuerte para anclar las expectativas", añade.
Pero el economista es claro en sostener que junto a este escenario más restrictivo de alza de tasas, debe haber también un esfuerzo por parte del Fisco. "Esperamos una señal de parte del Fisco este año, y creemos que hay espacio para ello. Falta una contribución del gobierno con el tipo de cambio", afirma el economista de Zahler & Co. Un mayor ahorro fiscal también ayudaría a hacer menos severa el alza de tasas.
Con todo, González cree que la evolución del petróleo será gran riesgo en el horizonte para la inflación y la política monetaria.
Fuente: La Tercera