Algunas firmas ya superaron la recolección inicial de uvas blancas, pero la cosecha fuerte está con la primera puesta y los productores primarios ya lidian con un verdadero dolor de cabeza: cómo reunir a los cosechadores necesarios para las cuadrillas.

El problema, aducen, es que ante el temor de perder la asignación universal por hijo, muchos le dicen no a la vendimia mendocina, una situación agudizada por algunos problemas en las altas y bajas que temporariamente decide la Anses.

Recordemos que a principios de diciembre la presidenta Cristina Fernández anunció la extensión de las asignaciones familiares para los trabajadores temporarios y, en Mendoza, la medida fue celebrada desde distintos sectores ligados a la vitivinicultura, precisamente porque con esa medida se buscaba evitar la falta de trabajadores para la cosecha.

"Yo me quedo a trabajar, pero si me pone en los libros, me voy". Frases como ésta son cada vez más escuchadas en las fincas de boca de los trabajadores golondrina que para estos días llegan desde el Norte argentino, pero a cuentagotas en comparación con otros años. Sucede que, si bien debería ser automático, arrastran la experiencia de 2010 cuando, pasada la cosecha, para volver a cobrar la asignación universal debieron esperar hasta 3 meses.

Desde las Cámaras empresarias critican la falta de información al respecto que alimenta el temor y el rechazo de los operarios a quedarse. Por eso el martes hubo una reunión en la sede de la Anses en San Martín para buscar una solución, durante la cual desde el organismo reconocieron algunos problemas operativos en la suspensión de las liquidaciones, aunque con AFIP como co-responsable.

Como sea, la situación resulta alarmante en varias fincas, donde más de la mitad de los cosechadores llegan desde Tucumán y otras provincias del NOA.

"Para colmo, muchos vienen con sus familias y ahora no podemos dejarlos ingresar, porque con el fundamentalismo existente una inspección me puede costar una denuncia por trabajo infantil, aunque yo no tengo nada que ver con eso. Lo concreto es que hoy tenemos solamente la mitad de la gente necesaria y ni siquiera estamos preparados para una cosecha mecanizada como alternativa", relata Ernesto, productor-elaborador de San Martín.

El de Ernesto es sólo una de las caras que muestra la dificultad de conseguir mano de obra en el Este mendocino y, de continuar, afectaría a toda la industria, habida cuenta de que este problema se advierte en el mayor oasis vitícola de la provincia y el país.

Para el productor ya es una herencia de la temporada frutícola; de hecho, tiene como antecedente haber perdido dos cuadrillas para la cosecha de ciruela Dagen que también cultiva y a un costo laboral alto: según sus cálculos, un cosechador representa casi 30% de lo que un secadero paga por kilo de materia prima.

Soluciones

Para Mauro Sosa, gerente del Centro de Bodegueros y Viñateros del Este, "los trabajadores a veces ni siquiera quieren dar el DNI. Es recurrente y se ha agudizado de un año al otro por la asignación. No por el beneficio en sí sino por el miedo a perderlo. Por eso consideramos que hay que asegurar un mecanismo que haga fluido el sistema y se eviten las incongruencias entre Anses y AFIP, e inmediatamente salir a comunicarlo, en especial la estabilidad de la asignación".

La entidad, inclusive, lo expuso durante la última reunión de paritarias con el Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas para definir salarios y precio a pagar por tacho de uva (ver aparte) aunque los gremialistas tienen su propia visión del asunto.

Según el secretario adjunto de Soeva, Miguel Montaña, la dificultad para encontrar mano de obra se debe también "a los controles de indocumentados. Nos han pedido colaboración para poder disponer de mano de obra, pero el tema tiene dos caras: la mayoría son gente del Norte y los que viven en Mendoza a veces no quieren trabajar por lo que pagan por tacho".

Por lo pronto, técnicos de Anses y AFIP se reunirán el jueves 10 para trabajar en base a un simulador y evacuar dudas de los empleadores al momento del registro de los datos de cada trabajador y simplificar el trámite.

"El sistema está preparado para que no haya demoras con la reactivación de las liquidaciones, salvo que se carguen mal los datos de los beneficiarios. Depende de cómo AFIP transmite la información a su vez dada por el empleador, que debe hacer una reserva de puesto con el alta laboral y posteriormente una baja para que la asignación se siga cobrando.

Hay muchas quejas pero fundamentalmente mucha gente que no quiere trabajar por esta situación: es importante dejar en claro que no es un plan sino un derecho, que no "se cae" y cualquier persona puede cobrar vía asignación familiar si está registrado o con la asignación universal permantentemente", señaló Cristina Pérez, responsable de ANSES en la zona.

Luego del jueves 10, según Pérez, habrá una amplia difusión por "los medios que tengamos a disposición, dirigida tanto a empleados como a empleadores". En paralelo, desde la Subsecretaría de Trabajo de la Provincia adelantaron que al menos en el Valle de Uco el ingreso previsto de trabajadores responde a los valores de años anteriores.

Luego de coincidir en la raíz del problema, la directora de Empleo de la provincia, Dora Balada, reconoció que la dependencia hizo algunos aportes para la elaboración de un spot televisivo. Asimismo, descartó que esté en riesgo un acuerdo con Tucumán, por el que el gobierno de aquella provincia subsidia el traslado de trabajadores "inter-zafra" algodonera con destino a la Vendimia mendocina.

Fuente: Los Andes