Pérdidas de cultivos, baja productividad de frutales como paltos y un aumento en la cesantía en las provincias y comunas agrícolas, son algunas de los efectos de la sequía que afecta a gran parte de la región.

Sergio Gómez, presidente de la Federación Campesina Nueva Victoria, que agrupa a unos 300 pequeños productores de Quillota, explicó que en el caso de las hortalizas ya muchos perdieron sus cosechas y otros sólo podrán salvar el 10 o 20 por ciento de la producción.

“Debido a la falta de agua, si un agricultor tenía dos hectáreas, plantó sólo una, pero ahora ni esa hectárea a podido cosechar. Tenemos muchos socios que ya perdieron todo, otros sacarán algo, pero que no alcanza para pagar los créditos ni para la casa, estamos complicados”, explicó Gómez.

En el caso de los cultivos de frutales y especialmente en paltas, Santiago Matta, presidente de la Asociación de Agricultores de Quillota, explicó que la sequía produce un daño progresivo, que aún no es posible cuantificar.

“La falta de agua primero hace que se caiga fruta, luego la que queda en el árbol no crece lo suficiente y baja el calibre, finamente tenemos la pérdidas del árbol que puede llegar a varias hectáreas. Es prematuro estimar las pérdidas, pero sí vamos a tener una baja producción de paltas esta temporada”, manifestó Matta.

Declaración con atraso

Según Sergio Gómez, la declaración de emergencia agrícola llega atrasada para algunos productores.

“La emergencia debió declararse antes, ahora en muchos casos no hay solución, ya se perdió la producción. Creo que se tomó la decisión tarde, nosotros desde diciembre que informábamos que la cosa estaba mal, que estaba haciendo crisis, ahora espero que los recursos que lleguen permitan solucionar en algo en problema”, dijo el dirigente campesino.

Explicó que una de las alternativas para apoyar a los pequeños agricultores es apoyarlos con créditos para poder reiniciar sus labores productivas y también congelar o postergar las cuotas e intereses de las deudas vigentes.

Para Santiago Matta, lo importante en este caso es que se declaró la emergencia agrícola, porque permite incrementar recursos a la región.

“En el 2007, producto de las heladas, el Indap pudo apoyar a los medianos agricultores. Esperamos que esta ocasión se pueda hacer lo mismo, ya que la emergencia agrícola favorece principalmente a los pequeños productores, pero hay otros campesinos no usuarios de Indap que también están muy afectados y hay que buscar alternativas para apoyarlos”.

Fantasma de la cesantía

Otro de los efectos de la sequía es el incremento de la cesantía en las comunas y provincias agrícolas de la región.

“Habrá una baja en la producción de paltas y otros productos durante este temporada, lo que también tendrá un efecto en la generación de empleo. Se contratará menos gente para las labores de cosecha y las labores de parking. En la región creo que las más afectadas serán Petorca y Quillota, en ese orden”, anticipó Santiago Matta, presidente de la Asociación de Agricultores de Quillota.

El jefe comunal agregó que es necesario mantener y aumentar los cupos de empleo de emergencia en las comunas con emergencia agrícola.

“A nosotros ya nos redujeron 60 cupos de empleo. Yo entiendo que hay que buscar trabajos mejores, pero acá hay una situación de emergencia, en los meses de invierno siempre aumenta la cesantía, ahora será peor con la sequía. Lo estamos diciendo ahora en marzo, hay que tomar medidas ahora, no en mayo o junio, cuando ya tengamos dos dígitos y cientos de desempleados en nuestras comunas”, manifestó Mella.

El concejal Alejandro Villarroel afirmó que “hay daño que ya está hecho”, vale decir, existe pérdida de producción que no se va a recuperar en el mediano plazo, repercutiendo negativamente durante todo el resto del año

Fuente: El Mercurio de Valparaíso