Chile: Las seis viñas más importantes de Chile revelan sus planes de investigación y desarrollo
Mejorar el manejo agrícola y de los viñedos, y proyectos de sustentabilidad están dentro de las iniciativas que ejecutan en torno a la investigación y desarrollo (I+D), seis de las diez viñas más importantes y que representan más del 38% de las exportaciones de vino y champagne en Chile.
Es así que Concha y Toro, San Pedro, Cono Sur, Santa Rita, Maipo y Montes se han volcado de lleno a desarrollarlos con el objeto de mejorar la eficiencia y aumentar su productividad y competitividad en el exterior. Actualmente, la industria se agrupa en el consorcio Vinnova y Tecnovid, apoyado por InnovaChile y donde participan cerca de 80 viñas. Si bien el sector, que exportó más de US$ 1.552 millones de vino y champagne en 2010, considera que gracias a ello se ha podido sentar las bases del crecimiento vitivinícola, poco a poco individualmente han comenzado a involucrarse y destinar recursos a este tipo de procesos.
“Hay cierto tipo de proyectos que requieren de asociatividad para lograr escala, atraer financiamiento y el talento para desarrollarlos. Pero hay otras iniciativas que son de escala abarcable por la viña por si sola”, explica Sebastián Allende, gerente de Innovación y Sustentabilidad de Santa Rita. Cuando existe un alto grado de competencia entre los mercados, realizar I+D es vital, acota Sylvie Altman, gerente área Alimentos de Fundación Chile.
Agrega, además, que “países de alta tradición vitícola, como son los europeos, que habían disminuido su participación en el mercado, se han renovado sobre la base de planes de innovación muy importantes y han recuperado espacios que habían cedido a otros países emergentes como el caso de Chile y también Argentina”, indica.
Proyectos de las viñas
Desde 2007 que la viña San Pedro ha invertido de forma directa sobre US$ 1 millón en I + D. Juan Cury, gerente Agrícola y de Abastecimiento de la vitivinícola, explica que en la actualidad están abordando iniciativas para mecanizar sus viñedos, para la búsqueda de materiales genéticos y además, están analizando el mayor potencial enológico de sus uvas y su momento óptimo de cosecha.
Cono Sur, en tanto, está trabajando en alianza con la Universidad Católica del Maule para investigar nuevas técnicas para el control orgánico de pestes y enfermedades, dice Adolfo Hurtado, gerente general de la firma, agregando que en 2010 obtuvieron la certificación Cemars que acredita una correcta medición de la huella de carbono, lo que “nos ayudará a contar con mejores técnicas para bajar las emisiones de CO2”.
Andrés Turner, gerente general de Viña Montes, en tanto, explica que los principales ejes de las iniciativas están ligados a sustentabilidad, eficiencia en uso del agua y desarrollo de variedades y terroirs. Actualmente están ejecutando un proyecto por $ 125 millones para optimizar el uso del agua en el fundo el Arcángel de Marchigue, con manejos agronómicos en sus plantaciones actuales y futuras.
Los virus y plagas son los focos de Santa Rita, por ello llevan varios años “desarrollando un banco de material genético libre de virus. Gracias a esto hoy contamos con variedades, clones y porta injertos de primera calidad para nuestras plantaciones futuras”, dice Allende. También ejecutan el proyecto margarodes (insecto que afecta a la productividad de las raíces de las vides), que les permitirá “saber cómo controlarlo y hoy estamos estudiando bloques de porta injertos resistentes a ello”, señala.
“Nos hemos enfocado a la I+D de la cepa Syrah en Chile, que cruza todo nuestro portafolio”, explica Paul Konar, gerente general de Viña Maipo. Por ello sus esfuerzos están centrados en mejorar las plantaciones en laderas, lograr frutales en altas pendientes a través de un sistema que permite el autosoporte de la planta y reducir la producción por hectárea en busca de vinos más concentrados.
Concha y Toro, en tanto, cuenta con resultados preliminares de la medición de la huella del agua. Encontraron que gran parte de ella viene de operaciones propias “lo que indica que la mayor parte de huella azul puede ser gestionada por la empresa. Además, nos da pistas para enfocar los esfuerzo en cuanto a manejo responsable del recurso”, dice Laura Noger, coordinadora de Desarrollo Sustentable de la viña.
Fuente: Diario Financiero