Después de enviar cientos de cartas en las que pedía a los productores que le informaran con 48 horas de anticipación la fecha y la hora del comienzo de la cosecha de soja, en plena cosecha, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) comenzó a visitar con sus inspectores los campos en varias zonas productivas del país. Incluso lo hacen subiéndose a las cosechadoras y, según contaron algunas fuentes, ya se da una situación inédita: los hombres del jefe del organismo, Ricardo Echegaray, ingresan en establecimientos sin aviso previo.

De US$ 8642 millones que va a recaudar el Estado por retenciones a los granos, casi el 80% va a ser por la soja.

"La tranquera estaba abierta y entraron. Eso fue la semana pasada cerca de Gorostiaga [Buenos Aires]", comentó una fuente. Según otro productor, ese campo no había recibido la carta de la AFIP.

Ante una consulta de LA NACION, un vocero del organismo negó que los inspectores ingresaran sin autorización previa. "La AFIP no hace nada irregular; no entran sin autorización en un lugar privado", indicó el vocero, que agregó sobre las críticas al organismo: "Dicen cualquier cosa".

Mientras tanto, los operativos continúan, y si bien no se conoce aún cuántos establecimientos fueron inspeccionados, hasta hace quince días la suma daba unos 60, según confiaron autoridades del organismo a autoridades de la Federación Agraria Argentina (FAA) en una reunión.

Entre otras zonas, muchos productores ya recibieron a la AFIP en Córdoba. Guillermo Grippo es del sudeste cordobés, hermano de Pablo Grippo, el arquitecto que le construyó el hotel Los Sauces al ex presidente Néstor Kirchner en El Calafate, y recibió la carta del organismo como un productor más.

"Estuvieron en dos campos, en la zona de Monte Buey e Idiazábal", dijo. Según contó Grippo, en un campo los inspectores se subieron a una cosechadora para verificar el rinde. Y lo hicieron justo cuando en el lote el monitor de rendimiento marcaba un rinde espectacular, que no reflejó toda la realidad del lote: 68 quintales. "Subieron en una pasada de la máquina, pero tendrían que haber estado en todo el lote", señaló. Al final, ese lote tuvo un promedio de 50 quintales y los inspectores de la AFIP pusieron en su planilla 54 quintales.

"Habrán estado 45 minutos; no podés tomar un dato como toda la realidad [del lote]. Y hay lotes que rindieron mucho menos", señaló Grippo, que añadió: "Somos los enemigos públicos número uno del Gobierno".

Agustín Nottebohm también recibió la visita de los inspectores tras el envío de la carta de la AFIP. Estuvieron en un campo cercano a Wenceslao Escalante (Córdoba). "Les dije que no estaba de acuerdo con que subieran a la cosechadora por si se resbalaban y había un accidente, pero me dijeron que estaban asegurados", contó.

A Nottebohm le vieron un lote de maíz que rindió 100 quintales, un buen resultado; pero, además, él mismo les solicitó que también estuvieran en uno que había sido afectado por una tormenta y tenía menos producción. "No vinieron mal predispuestos. Les pedí que lo tuvieran en cuenta [al otro lote] porque no quería que pusieran un promedio de 100 quintales y volvieron al otro día", contó. "No me parece mal que hagan un relevamiento, pero no estoy de acuerdo con el modo", dijo.

Anfitrión

A Arnolfo Calvo también le tocó ser anfitrión de la AFIP y su carta. Los inspectores fueron a un campo a 50 kilómetros de Wenceslao Escalante, en el sudeste cordobés. "Estaba rindiendo 28 quintales [la soja] y se llevaron ese dato solo y nada más", expresó. La mayoría de los productores recibió la carta de la AFIP de Río Cuarto. Esa sucursal está manejada por Diego Garayzabal, ex funcionario de la Oncca que, en una reciente entrevista con el diario Puntal, calificó de "pavadas" las denuncias sobre las irregularidades en ese organismo.

En tanto, Néstor Roulet, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), con base en Córdoba, afirmó: "Son operativos exagerados". Los inspectores también le están poniendo el foco a la provincia de Buenos Aires, mientras toma fuerza la cosecha. Desde Alberti, un productor dijo que allí están preguntando si el personal está en blanco.

Fuente: La Nación