Chile: Agro Centro-Sur discrepa frente a las nuevas soluciones que proponen los fruticultores
Luego de la manifestación convocada por Fedefruta y la Asociación de Exportadores, Asoex, en la Sexta Región, se hacen más evidentes las profundas diferencias entre la agricultura del Centro-Norte, exportadora de riego y con clima privilegiado, y la del Centro-Sur que incluye a Ñuble, que produce principalmente para el consumo interno, con un clima más complicado y tierras de riego y secano.
En la jornada de rechazo a las políticas gubernamentales, Ronald Bown, presidente de los exportadores, y Antonio Walker, titular de los fruteros, pusieron en la mesa de diálogo 15 “soluciones”, que a su juicio se deben tomar para enfrentar la crisis agrícola.
Sin embargo los agricultores de Ñuble, que tenían considerado asistir a la manifestación como una forma de demostrar unidad del sector, lo que finalmente no se concretó, ya habían advertido que la actividad la estaban monopolizando los representantes de la agricultura exportadora, lo que incluso provocó que algunos dirigentes se opusieran a participar en la actividad, que 20 días antes ellos mismos estaban convocando.
El presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Fernando Serrano, que ha tenido mucho cuidado en las últimas semanas para evitar quiebres en el gremio a nivel nacional, señaló que las nuevas propuestas que hacen los exportadores las ve como “que le están cambiando los aperos al caballo a la mitad del río”, y que algunas de estas son como “tirarle ladrillos a la luna”. El dirigente explica que le gustaría más ver al gremio agrícola presionando por el cumplimiento integro de las 25 medidas que el Gobierno hizo suyas en el programa agrícola, que apuntan a la agricultura en general, no a sectores sesgados, y que corresponden a un sentir consensuado del gremio.
Exigen cumplimiento
La posición de la Asociación de Agricultores de Ñuble, que hasta el discurso presidencial del 1º de Mayo era muy dura respecto al Gobierno, se ha ido suavizando y los dirigentes están captando señales de avance en el cumplimiento del programa propuesto.
Con especial optimismo el agro local está observando los nuevos productos para el sector del Banco Estado, que ofrecen un acceso a crédito más favorable, lo mismo que las garantías de Corfo para el sector, punto del programa de Gobierno que se puede dar por cumplido. También en materia de flexibilidad laboral se está avanzando para adecuar la legislación en las peculiaridades que requiere la agricultura.
Además, Fernando Serrano señala que en el tema de transparencia del mercado internacional ya se ha ingresado una iniciativa legal para cambiar el sistema de salvaguardias, que permite colocar un sobrearancel temporal a productos importados ante un evidente o posible daño a la producción nacional. Originalmente la salvaguardia es de una año extendible a dos y la iniciativa propone que sea de dos con posibilidad de otros dos, como habían pedido los agricultores: “En lo de la transparencia del mercado externo hay un cumplimiento parcial, ya que falta abarcar una fórmula que contrarreste los subsidios que hacen los países desarrollados a su agricultura”.
Y en lo que se refiere a transparencia en el mercado interno, que es uno de los temas principales que le interesa al agro del Centro-Sur, el cumplimiento tiene poco avance, ya que se puede dar por cumplido el nombramiento de un “fiscal agrícola” en la Fiscalía Nacional Económica, pero falta que éste pueda actuar en forma más ejecutiva.
CUMPLIMIENTO CERO
Donde el cumplimiento es considerado nulo es en el tipo de cambio, donde al menos los agricultores del Centro-Sur, pese a tener presente el compromiso del Presidente Piñera de un “dólar estable y competitivo”, han comprendido mayoritariamente que no se trata de una promesa que pueda cumplir un gobernante, al menos en el sistema económico chileno y con los fenómenos internacionales del precio del cobre.
Curiosamente la divisa que cuando asumió Piñera era de importancia vital para la agricultura tradicional, que depende de los precios internacionales, ahora debido al incremento de los valores mundiales de los alimentos básicos no ha sido una carga tan drástica como lo es para el sector frutícola.
También se considera un avance nulo en la intervención de la empresa estatal Cotrisa en la regulación de los precios internos del trigo, como garante de un mercado transparente. “Es verdad que Cotrisa intervino, pero no como debía. No cumplió su papel. Ahora veremos este año... o reparamos este viejo sistema que es Cotrisa, para que funcione como debe ser, o creamos una forma nueva. Pero como fue este año, ni hablar”, lanza el líder gremial.
Lo que piden los fruticultores
El listado de las 15 demandas de la agricultura del Centro-Norte viene a sumarse a las anunciadas para la agricultura en general. Como lo publicó la Federación Nacional de Productores de Fruta, Fedefruta, en las “soluciones” que el sector propone para terminar, con lo que asegura, es la crisis más grave de rentabilidad que enfrenta el sector agroexportador en un cuarto de siglo, se detalla:
-La creación de una política de Estado para la agricultura chilena, que permita la recuperación de su importancia relativa, nos permita reencontrarnos y reencantarnos con la ruralidad, así como respaldar concretamente a nuestros agricultores y campesinos.
-Fomentar una política de financiamiento y fomento agrario desde el Estado, por medio de la creación del “Banco Agrícola de Chile”, para que de una vez por todas podamos contar con entidades que entiendan del negocio y sus riesgos. Tan sólo la agricultura de sustentación y la fruticultura requieren de recursos superiores a los 2.500 millones de dólares.
-Hacer extensivo los beneficios del DL 701 que hoy subsidia las plantaciones forestales, al sector agrícola para impulsar la reconversión de especies, plantaciones y variedades.
-Crear un fondo de promoción de los alimentos chilenos en el exterior por 150 millones de dólares, con cargo a los fondos ahorrados, lo que debe incluir una campaña de imagen país contundente.
- La creación de un fondo de estabilización competitiva por 30.000 millones de dólares, a fin de permitir elevar sustantivamente el ahorro en el exterior, siguiendo la línea noruega para enfrentar las distorsiones de la enfermedad holandesa que hoy nos afecta.
-Modificar la Ley Orgánica Constitucional del Banco Central de Chile, convirtiéndolo en un Banco Central de Reserva, tal como lo son la mayoría de las bancos centrales de mundo, impidiéndole que pueda operar con patrimonio negativo. Así evitaremos que el tipo de cambio se utilice como medida antiinflacionaria.
-En el corto plazo, incrementar sustantivamente las compras de dólares del Banco Central, en forma imprevista y en montos variables.
-Definir una política de control de los capitales especulativos que ingresan al país, en forma total y estableciendo encajes e impuestos imprevistos y de monto variable.
-Promover desde el Estado, un seguro de cambio automático para el sector exportador no cobre, cuyo costo sea compartido por aquellos que se ven beneficiados.
-La creación inmediata de una política energética y de cobro de tarifas no discriminatoria, empezando con la eliminación inmediata del sistema de horas punta para la agricultura en general, ya que lo consideramos expropiatorio.
-Establecer la posibilidad del pago de tarifas públicas en moneda extranjera, así como de los servicios públicos involucrados en la cadena operativa exportadora. Las variaciones negativas del tipo de cambio también deben ser asumidas por la autoridad, así se darán cuenta que significa disminuir su presupuesto de ingresos en un 30 por ciento en un breve plazo.
- Eliminar el impuesto específico a los combustibles
-Volver a recuperar e incrementar los niveles de apoyo a las actividades de investigación, desarrollo e innovación, especialmente en lo que se refiere a los consorcios tecnológicos.
-Apoyar las ingentes acciones que el sector frutícola ha realizado en materias de incremento de la productividad, con excelentes resultados, los que requieren ser aprovechados por todos nuestros productores y exportadores.
-Apoyar las acciones que se realizan en cuanto al fomento del diálogo social entre representantes de los trabajadores y empresarios. La mesa de diálogo frutícola ha sido una gran experiencia que debe proyectarse a otros sub-sectores.
Análisis académico.
El decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Raúl Cerda, discrepa con el análisis que hace de estas medidas el dirigente gremial Fernando Serrano y estima que en general se trata de iniciativas favorables para el agro y algunas específicas que apuntan a fortalecer la divisa a través de intervenciones no predecibles, como las actuales en compra de divisa, en ahorro de dólares en el exterior, a través de un fondo de estabilización o invirtiendo en el exterior en aspectos como el fondo de promoción de exportaciones.
El economista agrario manifiesta que es posible readecuar el Banco Central y evitar a través de plazos de encaje la llegada de “dineros golondrina”, que complican el tipo de cambio. También resalta más apoyo para la investigación como hito relevante.
UN PROBLEMA DE VOLUNTAD
Para el académico, ni las 15 soluciones de los fruticultores ni las 25 medidas para el agro del programa del Presidente Piñera son la panacea al tema agrícola, si no se logra una voluntad política a nivel de país para dar al agro la relevancia que el sector merece.
“Es la sociedad la que finalmente tiene que tomar la decisión. El Ministerio de Agricultura definió lo que es estratégico, incluso con el eslogan Chile Potencia Agroalimentaria, que ofrece una consistencia. Si uno ve las visiones de país y de mundo, los precios de los alimentos siguen subiendo. Lo que más va a requerir el mundo de aquí a futuro, es alimento. Si se busca un sector con potencialidad de futuro, es la agricultura”, señala el académico.
Pone por ejemplo a la agricultura de la comunidad económica europea, “que está dispuesta a invertir en el sector y si hay que subsidiar, así se hace. Ellos invierten el 50% de los recursos en la agricultura, porque saben lo que es pasar hambre”.
Cerda contrasta la situación con la que se observa en Chile: “la sociedad en general no tiene esa valorización del sector agrícola, esa es la impresión que yo tengo. No lo toman en cuenta, no saben la importancia que tiene”.
Y añade que no es decisión del Gobierno, ni del Ministro: “mientras la sociedad no se de cuenta de lo que está en juego, que es la alimentación, la soberanía alimentaria, el cuidado de los recursos naturales, no se puede avanzar. En el Gobierno anterior esto tampoco se dio y mientras no se tome conciencia, el problema va a continuar”.
Fuente: Diario La Discusión