Por el freno a la importación de maquinaria agrícola, las ventas de tractores y cosechadoras están en caída libre.

Eso es lo que se desprende del último Informe de Coyuntura Agropecuaria (ICA) elaborado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, sobre la base de datos de la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores (AFAT), que agrupa a multinacionales que importan, como Agco, John Deere y CNH.

Según el trabajo, en marzo pasado las ventas de tractores retrocedieron un 36,9 por ciento respecto de febrero. Así, las firmas agrupadas en AFAT vendieron 178 tractores, menos que los 282 que comercializaron en febrero pasado.

En cosechadoras la situación tampoco fue mejor. Las ventas disminuyeron un 25,9 por ciento en marzo. En unidades, se comercializaron 100 equipos versus los 135 de febrero último.

En este contexto, el país corre el riesgo de volver a ver envejecido su parque de maquinaria. En los últimos años hubo una fenomenal inversión que había logrado reducir a poco menos de nueve años la antigüedad promedio de las cosechadoras. "Venía una tendencia de reducción de la antigüedad, pero ahora se puede volver a estirar de nuevo. Además, está en riesgo el uso de equipos cada vez más potentes, como estaba ocurriendo", señalaron en una empresa.

La industria nacional todavía no tiene capacidad para cubrir de golpe el bache de la importación.

Demanda, pero sin ventas

Varios industriales del sector explicaron a LA NACION, pidiendo reserva de su nombre, que hoy existe una fuerte demanda de los productores por esos equipos, pero que no se puede materializar en ventas porque sigue limitada la aprobación de licencias no automáticas por parte del Gobierno.

Además, si bien las empresas de capital nacional incrementaron sus ventas, no todos los productores eligen pasarse de un equipo importado a otro local. En el caso de tractores, entre 70 y 75% de las unidades que se comercializan son importadas, mientras que en cosechadoras ese porcentaje trepa a más del 80 por ciento.

"Se redujo la oferta disponible y eso impacta en las ventas", expresó un empresario. Otro industrial agregó: "La demanda está por encima de los ingresos [por la importación] que se pueden realizar. En algunos casos, el faltante se cubrió con productos que ya se hacen acá, pero no es todo".

En otra empresa indicaron que la situación afecta más a tractores. Y agregaron proyecciones de que, si se contabilizan hasta mayo último, las ventas de los primeros cuatro meses del año en este rubro estarían indicando una retracción del 29 por ciento. "Sin duda, el cierre está trabando las ventas, pero básicamente en tractores, donde, respecto de 2010, el período enero

mayo cayó 29 por ciento", afirmó la fuente, que estimó que las ventas anualizadas podrían terminar un 30% abajo.

"Los fabricantes nacionales elevaron su producción, pero no les resulta fácil reaccionar de golpe", añadió. Esto significa que no todo el bache de la oferta está siendo cubierto.

Esta situación se contrapone con lo que ocurre en otros rubros, como sembradoras. Según varias fuentes, las empresas del sector, en este caso en su mayoría nacionales, están sobrevendidas y en algunos casos con pedidos "para cuatro meses para adelante".

Fuente: La Nación