Ubicado entre el primer y tercer lugar en producción de orgánicos, Michoacán se encuentra consolidado en el tema con más de 1.5 millones de hectáreas, aglutinando a por lo menos 200 productores dentro de la red que ha ayudado a formar el Centro de Agronegocios de Michoacán, que lejos de esperar el fin de la administración, se ha fijado metas para los siguientes meses.

Sólo en la Costa michoacana hay un mil 200 hectáreas de producción orgánica de coco, mango y ganado para carne, a las cuales se deben sumar otras 400 hectáreas dedicadas al aguacate y alrededor de cuatro mil hectáreas de maíz orgánico, número que para el director del centro, José Trinidad Díaz Vilchis, son suficientes para ubicar a Michoacán en el primer sitio en producción orgánica.

Aunque para la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) la entidad está ubicada en la tercera posición, Díaz Vilchis considera que es difícil dar una cifra definitiva sobre la presencia de productos orgánicos en el país, pero asegura que Michoacán debe estar en mejor situación que los demás estados, sobre todo por su variedad.

Y es que mientras que en otros estados, la producción orgánica se enfoca en un solo producto, como pudiera ser el caso del café en Chiapas, Michoacán cuenta con producción orgánica de diferentes frutas, hortalizas, granos, leguminosas e incluso carne de pollo, pavo, res y cerdo, así como de mil, para lo cual ya se han destinado más de 600 cajones.

“Actualmente Michoacán es el primer productor de coco, aguacate y carne orgánicos, tal vez también de maíz, pero eso es difícil de saber, ya que hay muchos productores orgánicos que ni siquiera los conocemos, no requieren certificación porque son de autoconsumo, les basta con saber qué es lo que ellos consumen”, comenta al respecto.

Cuando fue creado en 2007 el Centro de Agronegocios se hizo con otra visión, prueba de ello es que los proyectos apoyados en ese año no tenían nada que ver con la producción orgánica. Tras valorar la posibilidad de cerrar el centro, lo que no se podía hacer por estar contemplado en la Ley de Desarrollo, fue que el gobernador invitó a Díaz Vilchis a ponerse al frente, dando así un giro a este espacio.

Para ese momento ya algunos productores habían realizado el cambio hacia lo orgánico, pero encontrándose muchas veces con dificultades para comercializar sus productos, como es el caso de un productor de pavos, quien en ese tiempo producía dos mil animales, los cuales difícilmente podía comercializar, hoy produce cinco mil pavos que prácticamente se encuentran vendidos.

Esto también da cuenta de que en la entidad empieza a crecer el interés por consumir este tipo de productos, aunque no como se quisiera, pues a decir de Díaz Vilchis, que el quince por ciento de los cuatro millones de michoacanos lo hicieran ya sería un avance bastante bueno, pero al que aún no se llega.

Retos para los siguientes meses

Lejos de esperar que llegue el fin de la administración, Díaz Vilchis asegura que hay dos importantes objetivos que el Centro de Agronegocios se ha planteado llevar a cabo, uno de ellos es la planta de bombardeo electrónico, con la cual se cumplirá con una de las normas internacionales que el próximo año se impondrán para toda exportación agrícola.

Los productores michoacanos, particularmente los de guayaba orgánica, han mostrado su interés en poner en marcha esta planta y actualmente sólo resta que se apliquen los apoyos del gobierno estatal, que como señala Díaz Vilchis, ya están acordados y no duda que podrían llevarse a efecto en los próximos meses.

El segundo proyecto se trabaja con la Secretaría de Economía federal (SE) para convertir al centro en una organización intermedia (similar a Cexporta), con la cual podrán apoyar a productores que ya requieren de apoyos más importantes pero que aún no son tan fuertes como para recurrir al costoso crédito que hay en el país, algo que actualmente el centro no puede hacer con un presupuesto de cinco millones de pesos anuales.

Fuente: La Voz de Michoacán