Argentina: Los productores tucumanos esperan que se dicte la emergencia agropecuaria

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Argentina: Los productores tucumanos esperan que se dicte la emergencia agropecuaria

Las intensas heladas que se registraron en la provincia entre los últimos días de junio y la primera parte del mes actual, llevó a que representantes de productores citrícolas y cañeros extendieran al Poder Ejecutivo un pedido para que se declare la"Emergencia Aropecuaria". Hacia fines de junio pasado, la zafra azucarera tenía un ritmo interesante de molienda con buenos valores de calidad fabril. Entre el 2 y 3 de julio se registraron heladas de fuerte intensidad, que afectaron casi toda área cultivada con caña en Tucumán. Esta contingencia tiene una consecuencia directa sobre la calidad de la materia prima y la disponibilidad de caña semilla.

El secretario de Producción, Jorge Feijóo, ratificó que el gobierno provincial está trabajando en este sentido. La medida se toma a raíz del castigo sufrido por la producción del campo debido a las heladas en las últimas semanas. "Se podrá solicitar apoyo a la Secretaría de Agricultura de la Nación a fin de contar con los recursos para ayudar a los productores", indicó el funcionario, al tomar en cuenta consultas de los referentes del campo. Además señaló que la medida iría en conformidad con lo dispuesto por el gobierno nacional que resolvió apoyar a la producción rural afectada por las condiciones climáticas con un conjunto de medidas, entre las que se destaca, subsidios y beneficios en impuestos.

Por su parte, la entidad que conduce Raúl Robín, Federación Económica de Tucumán, elevó una nota al Ejecutivo provincial solicitando la medida. Es ante el duro escenario que se abre luego de las fuertes heladas que se abatieron sobre la provincia. El directivo aseguró que el limón, la caña de azúcar y las hortalizas son las producciones más afectadas por el fenómeno.

Entre el 13 y 15 de julio, el Grupo Caña de Azúcar del INTA EEA Famaillá, integrado por Roberto Sopena, Juan Vallejo y Arturo Felipe, con la colaboración del Grupo de Sistemas de Información Territorial, a cargo de Pablo Benedetti, realizaron un recorrido por toda la zona cañera para registrar y caracterizar el nivel de daño producido por las bajas temperaturas. El estudio cubrió el 90 por ciento de las 245.000 ha con caña que tiene Tucumán, incluyendo a las tres principales variedades cultivadas en la provincia: LCP 85-384, Tuc 77-42 y RA 87-3. Se analizó la intensidad de daños en el follaje.

En tanto, el área citrícola tucumana también se vio afectada por las heladas de julio, que causaron diversos daños al sector. Se calcula que del remanente por cosechar, 550.000 t, se perderá el 20 por ciento, es decir, 110.000 t, estimó Guillermo Torres Leal, técnico de la División Frutihorticultura del INTA Famaillá.

Los daños por las heladas tuvieron distinta magnitud. Las zonas norte (Burruyacu, Tafí Viejo, Cruz Alta) y sur (Río Chico, Alberdi, La Cocha) fueron las más afectadas; los menores daños se produjeron en el área central (Lules, Famaillá, Monteros, Chicligasta).

Torres Leal dijo que "debido a los daños, hay una menor cantidad de fruta fresca disponible para la exportación, que esta siendo destinada a la industria con menor valor económico". El técnico recomendó realizar una inspección de las quintas previo a la cosecha para determinar los lotes afectos y definir el destino de la fruta.

Roberto Sánchez Loria, titular de la Asociación Tucumana del Citrus habló con EL SIGLO y dijo que “nosotros pedimos la declaración de la emergencia agropecuaria para el sector, pero ahora dependerá de la secrtetaría de Agricultura y a las diferentes entidades, el estudio de nuestra denuncia y de los campos, para cercirorarse de tal efecto climático”. Al tiempo que explicó que son las autoridades, las que definirán el grado de afectación y las evaluaciones pertinentes a cada caso y a los lugares a realizarse.

Aspectos centrales de una norma necesaria pero que puede tornarse burocrática

Para explicar los pasos que se deben seguir ante este tipo de pedidos, consultamos a un experto en ingeniería agropecuaria, como lo es el ingeniero Roberto Páez. El profesional del campo, entrevistado por EL SIGLO, destacó que “se declara una emergencia, cuando por alguna situación en particular, normalmente relacionada con adversidades climáticas, cultivos o animales, sufren daños que afectan a la producción en diferentes magnitudes”.

Tradicionalmente, las declaraciones de emergencia solo servían para posponer pagos de deudas en bancos oficiales, o bien, para diferir los impuestos que gravaban a la producción. “Desde un tiempo a esta parte, y podría decirse desde la actual gestión de Gobierno Nacional, la declaración de emergencia trae aparejada algún tipo de compensación económica, que puede servir para paliar en parte las pérdidas, la recomposición de capital de trabajo, o compensar costos, dependiendo de la magnitud de los daños y de la disponibilidad de fondos”, agregó Páez. Asimismo, consideró que “lamentablemente, el trámite que implica la realización de la declaración, lleva un tiempo que es excesivo, y que en muchos casos relativiza la asistencia, ya que normalmente pueden durar al menos dos años; como ejemplo, baste decir que productores citrícolas y palteros fueron asistidos con una emergencia agropecuaria en estos días, para compensar daños por sequía del año 2009”.

Sostuvo que esta demora no obstante, tiene su explicación toda vez que implica una erogación del tesoro, que debe figurar en presupuesto, normalmente implica un cambio de destino de algún fondo destinado a fines específicos dentro del Ministerio de Agricultura de la Nación y por lo tanto, debe pasar por la Comisión de Presupuesto y Hacienda, lo que implica pérdida de tiempo.

“A mi criterio, en el proyecto de presupuesto original, debería incluirse un rubro específico que podría ser un fondo de contingencias, el que podría ser aplicado con mucha mayor agilidad para cubrir estas adversidades; paralelamente, dicho fondo podría ser usado como un “fondo de garantías”, que permita a los productores tomar créditos para capital de trabajo o cualquier otro destino ante estos eventos negativos, de manera de retomar rápidamente su actividad”, consignó. Aseveró a su vez que “de esta manera, de seguir el curso normal del pedido formulado al Gobierno, los productores (grandes, medianos y chicos) deberán tener la espalda económica suficiente para esperar el respaldo del Ejecutivo. Respaldo que se transformará en erogaciones de impuestos o descuentos y en el mejor de los casos, subsidios para cada caso y sector de la provincia”.

Fuente: www.elsigloweb.com

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