OPINIÓN: Las sombras que oscurecen el futuro de la industria frutícola chilena

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OPINIÓN: Las sombras que oscurecen el futuro de la industria frutícola chilena

Por Jorge Neira V, Economista Agrario- IMTrading

En un seminario al que asistí el viernes pasado, hablé con el nuevo Ministro de Economía y le expuse una serie deantecedentes que afectan a más del 40% de las diversas explotaciones agrícolas en el país.

No pude dejar de anotar un tema clave que el mismo Ministro expuso y que pienso el sector frutícola lo puede hacer agenda común. Tema que aduce al excesivo costo de financiamiento que la banca aplica a los diversos sectores productivos y sobre todo el que se refiere a la tasa máxima convencional que aunque es legal,  es escandalosamente excesiva.

En el mismo seminario, un expositor noruego señaló cómo la autoridad apoyaba la defensa de la gestión productiva, involucrándose a veces en el negocio e incluso comprando participación, como un verdadero socio estratégico en diversas ramas de la actividad económica. Los resultados están a la vista, pues es así como Noruega es uno de los países más ricos del mundo, con gran capacidad de ahorro y un gran bienestar social.

Me parece que eso es, en el fondo, lo que al Estado chileno le ha faltado. Involucrarse y comprender más  el negocio, y llegar a ser casi un socio estratégico. Me habría gustado ver a personeros del Ministerio de Agricultura hablando y explicándole al Banco Central que se necesitaba una política de largo plazo con el tipo de cambio, pero hace varios años atrás, ahora ya es tarde. Hasta directivos del BID cuestionaron  la tardía intervención y la ligereza con que se actuó frente a la llegada de capitales especulativos de corto plazo, que llegaron a beneficiarse de la tasa de interés.

Juan Guillermo Espinosa, ex director ejecutivo del BID señaló “que el Banco Central de Chile, no puso ningún obstáculo a que entraran todo tipo de capitales, sin perjuicio del daño que le estaban haciendo a la paridad, que descendió sistemáticamente al punto que tuvo que intervenir cuando el tipo de cambio real estaba llegando a su límite inferior en más de 14 o 15 años".

Chile tiene regiones casi completas, que viven de la actividad frutícola. Hay una serie de externalidades positivas hacia otras actividades como el transporte, la necesidad de mano de obra, la especialización en la que se ha invertido, el gran aporte como contribuyente en impuestos que es el sector y todo el beneficio social que  ha traído a las zonas donde se desarrolla.

Me habría gustado también que la autoridad que fija las tarifas eléctricas no hubiese “castigado” con los precios y el sistema de tarificación que actualmente sufre el sector por el uso del recurso eléctrico. Eché de menos a los representantes políticos de las zonas frutícolas, senadores y diputados de todas las tendencias que hoy aparentemente, no tienen en su agenda el tema del costo energético que afecta al sector frutícola, situación que espero se enmende en el corto plazo.

Y un punto que no quiero dejar de mencionar es el bajo apoyo estatal a la actividad  viverista, tema estratégico para lograr nuevas variedades que necesite el mercado y así evitar el excesivo pago en royalties por producir variedades nuevas y de mayor demanda en el mercado, pero que deben ser importadas cuando en nuestro país contamos con una gran capacidad profesional y productiva para desarrollar esta actividad.

Insisto que es bajo el apoyo, pues si la industria frutícola genera tantas externalidades positivas, lo menos que puede hacer la autoridad es desarrollar una política de largo plazo que permita cada vez un desarrollo creciente, eficiente y competitivo de la actividad. Un ejemplo  a considerar es que la Comisión Europea ayuda con un bono de hasta 12 centavos de euro por kilo, la cosecha de fruta en el caso de los nectarines y duraznos. Y sin ir más lejos, en Argentina se acaba de entregar un aporte de 12 millones de dólares, no reembolsables al sector frutícola de la provincia de Río Negro.

Los temas que he expuesto anteriormente, consideran aspectos que a mi juicio afectan directamente la competitividad. Espero más adelante poder profundizar en otros aspectos sugeridos por los propios actores de la actividad frutícola y así ponerlos en la vitrina de la contingencia.

Por Jorge Neira V, Economista Agrario- IMTrading

www.portalfruticola.com

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