Previamente, Mauritz se desempeñó en viveros Fall Creek Chile.

El ejecutivo norteamericano asegura que “la industria crece año a año sin embargo, cuenta con variedades antiguas”. Destaca de todas formas que Chila ha logrado posicionarse en el mercado estadounidense, transformándose en una “real” opción para abastecer a Norteamérica y Europa.

Respecto de los desafíos de esta creciente industria, Mauritz insiste en la necesidad de renovar variedades e iniciar cultivos con aquellas que están siendo solicitadas por retailers e importadores en el mundo: “Supermercados como Costco y Wal Mart están comprando variedades como Star y Ochlokonee”.

Al respecto, enfatiza que el mercado preferirá Star por sobre O´neal o Legacy en vez de Briggita. Mauritz insiste que en términos de variedades y genética, Chile tiene una gran tarea pendiente y lo ejemplifica con la variedad Elliot: “Es la última variedad en madurar, la más viable y realmente no tiene reemplazo (…) El problema es su acidez, lo cual es de origen genético porque el mismo gen que codifica su madurez tardía codifica también su acidez”.

Según el representante de Curry&Co, a muchos no les gusta el arándano Elliot pero es el único. Enfatiza que “que la persona que obtenga una nueva variedad tardía que no sea tan ácida, ésa será ‘la’ variedad”. En este recambio de varietal llama a tener visión de largo plazo.

La escasez de mano de obra es otro de los problemas que Chile debe enfrentar y ante el cual Mauritz llama a potenciar y poner mayor énfasis en la mecanización de la cosecha.

Arándanos argentinos

Uno de los problemas que actualmente enfrenta la industria de arándanos de Argentina es, según Todd Mauritz, que de a poco ha ido perdiendo la ventana –entre octubre y noviembre– debido al desarrollo y expansión que ha experimentado la industria chilena.

Como ejemplo recurre a cifras entregadas por el consultor estadounidense Cort Brazelton, quien detalló que entre 2008 y 2010 la producción anual de Argentina creció un 5.7% mientras que la chilena lo hizo en un 41%.

Al respecto Mauritz detalla que “en el norte de Chile, en Ovalle, hay producción que está compitiendo directamente con la ventana argentina”.

Enfatiza que Argentina tiene una serie de desafíos a enfrentar: “Tienen escasez de mano de obra, altos costos de producción, y procesos fitosanitarios como la fumigación de la fruta”. Para Mauritz son problemas que la industria debe solucionar para lograr exportar una fruta de gran calidad a los mercados internacionales, y particularmente a Estados Unidos.

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