La presidente Cristina Fernández de Kirchner presentó el lunes las metas del Plan Estratégico Agroalimentario 2020, aunque no brindó precisiones de los mecanismos en los que se apoyará el programa para alcanzarlas. Entre los objetivos principales mencionó el salto en la producción de granos a 160 millones de toneladas (desde las casi 100 millones actuales), la ampliación de la superficie cultivada de 34 a 42 millones de hectáreas y una facturación por exportaciones agroindustriales y agroalimentarias de u$s100.000 millones.

La mandataria realizó los anuncios desde Tecnópolis, la muestra permanente de ciencia y técnica montada por el gobierno en Villa Martelli, ante un publico tan numeroso como variado del que no participó ninguna figura de la Mesa de Enlace. Sí estuvieron presentes representantes de segundas líneas de Federación Agraria (FAA) y Coninagro; el presidente de Aapresid, Gastón Fernández Palma; miembros de la Bolsa de Comercio de Rosario, La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Maizar, Argentrigo y del Consorcio ABC de frigoríficos exportadores de carne bovina.

‘Queremos que la Argentina sea un líder a nivel global en agroalimentación. Las metas que proponemos van a quedar cortas‘, señaló Cristina Fernández, entre otro tantos pasajes propios del discurso de los chacareros en las protestas de 2008. ‘En este plan -dijo- están condensados los sueños de muchos argentinos: los que hunden sus manos y agachan su lomo en la tierra, de los productores, los industriales que siguen invirtiendo, y de todos‘. O si no: ‘La Argentina tiene posibilidades de ser líder global en materia agroalimentaria, lo que ya es hoy. Es el primer exportador de biodiesel y harinas de soja; segundo de girasol, preparados de maní, maní con cáscara, entre otros productos, y tercero en porotos de soja y ajo‘.

Entre una detallada enumeración de la pujanza actual y las potencialidades del sector, la presidente remarcó algunos conceptos centrales del programa. ‘El cooperativismo -indicó- debe ser uno de los instrumentos más valiosos para que los productores participen en la cadena y obtengan mejores precios”. Tambíen remarcó que ‘la rentabilidad está directamente vinculada al agregado de valor‘ y para ello demandó “industrializar la ruralidad”.

La palabra ausente

Luego de la presentación las repercursiones no tardaron en notarse entre los máximos referentes del sector agropecuario.

Por medio de un comunicado, FAA manifestó: “los pequeños y medianos productores necesitamos políticas públicas que asignen un rol clave a los que trabajamos en menor escala e instrumentos que garanticen la democratización del uso y tenencia de la tierra. El PEA debería explicitar la defensa de la chacra mixta y un modelo de desarrollo territorial. De lo contrario, vamos camino a la extinción”. La observación se realizó tras reconocer al gobierno nacional por haber “cambiado el tono en sus discursos hacia el sector” y considerar “un avance que se aborde el tema de la extranjerización, que se mencione el rol del cooperativismo o el agregado de valor en origen”.

En Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) fue el presidente, Juan Carlos Goya, quien marcó diferencias con el gobierno. ‘Es una iniciativa que no hemos podido acompañar porque si no sinceramos la realidad, si no compartimos el diagnóstico, es imposible que podamos compartir sus conclusiones. Sinceremos la realidad como el primer paso para poder cambiarla. Por ejemplo qué hacemos con la comercialización de los granos, ¿seguiremos cómo estamos hoy?”, objetó.

Fuente: El Litoral