Costa Rica: Agro eleva alerta por vuelta de ‘La Niña’
La reaparición del fenómeno de La Niña en las aguas del Pacífico elevó la alerta en el sector agropecuario costarricense, que se prepara para un eventual aumento de lluvias.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) reunió a los directores de programas nacionales, a los de direcciones regionales y a otros funcionarios de las diversas zonas para preparar una estrategia y afrontar la situación.
Así lo explicó, este domingo, Erick Quirós, director superior de operaciones regionales del MAG.
Según Quirós, se pondrá especial atención en cultivos como café, hortalizas y caña de azúcar, así como en la ganadería de leche.
También habrá vigilancia en toda la faja costera del Pacífico Central y Sur, en particular en los cantones de Quepos y Parrita, así como en varias zonas del Valle Central.
Estos cultivos y lugares fueron muy golpeados por el fenómeno el año pasado, recordó Quirós.
Lluvia. Ese fenómeno causa un baja en las temperaturas de las aguas del océano; en la faja costera del Pacífico, un aumento de las lluvias.
El año pasado se presentó este fenómeno y se creía que se había disipado, pero desde julio anterior se presentaron características para prever su reactivación, según un informe del Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
La semana pasada, la Secretaría del Consejo Agropecuario Centroamericano (SE-CAC) alertó a los ministros de Agricultura del istmo acerca de la reactivación.
El informe se basó en que la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) anunció, el 8 de setiembre pasado, la reaparición de La Niña en las aguas del Pacífico Ecuatorial.
Según un comunicado de la SE-CAC, la NOAA predice que la intensidad de La Niña se fortalecerá gradualmente hasta diciembre de este año, y enero y febrero del 2012.
Impacto. Los cafetaleros se enfrentan al problema de que un aumento de las lluvias en lo que resta de este año e inicios del 2011 coincidirá con la época de recolección del grano.
El exceso de lluvia ocasiona la caída y la pérdida del grano maduro; además, a los recolectores no les gusta ingresar en los cafetales cuando llueve.
Además, el hongo “ojo de gallo” se reactiva fuertemente con la mayor humedad, causa pérdidas de la producción actual y merma la preparación de la planta para la cosecha siguiente, recordó Quirós.
El exceso de agua en las fincas es también particularmente complicado para las hortalizas, y en especial las denominadas “de hoja”, como lechugas, repollo, tomate y chile, entre otros.
La actividad lechera sufre también porque los pastos se pudren con la humedad, las vacas dejan de caminar y alimentarse, y, por consiguiente, se reduce la producción.
En este caso se requieren pacas, heno, melaza y otros insumos para la alimentación del ganado.
El otro problema que preocupa al MAG es la destrucción de los caminos que conducen a las fincas.
Fuente: Nación