Según el informe elaborado por la Dirección General de Aguas, si bien la situación continúa siendo deficitaria, ha mejorado en relación con los meses pasados. Actualmente, el volumen disponible representa un 40,6% de la capacidad total de almacenamiento.

El Ministerio de Obras Públicas, a través de la Dirección General de Aguas, dio a conocer la situación hídrica del país apoyado en el informe preparado por la Unidad de Hidrología del servicio sectorial.

Según el boletín, el país continúa en una situación deficitaria, pero ha mejorado sustancialmente en relación a los meses anteriores.

Así, a nivel de embalses, durante el mes de septiembre, la tendencia fue al aumento de las reservas, llegando a calcularse un crecimiento en torno a un 10,7% en relación con el mes pasado. Pese a esto, la diferencia con el promedio histórico es de un -38,4% y de un -1.2% a igual fecha el año pasado. Además, el volumen disponible representa un 40,6% de la capacidad total de almacenamiento, un 4% más que el mes anterior.

Cabe destacar que durante septiembre la mayoría de los embalses mantuvo sus volúmenes o subió levemente. Las únicas excepciones fueron Colbún y Ralco, embalses que presentaron un aumento de un 25%.

Al igual que en los meses pasados, el comportamiento de los embalses varío según su tipo. Así, mientras los dedicados exclusivamente a la generación aumentaron un 13.7%, los de multiuso (riego y generación) crecieron en un 13,9% y los de riego un 1,2%. Por su parte, en el caso de los embalses de agua potable, no se registró variación.

Con relación a los caudales, la mayoría aumentó sus niveles con respecto a los meses anteriores gracias a los primeros deshielos de la temporada.

Al fraccionar la variación por sectores, el boletín destaca la situación del río Copiapó, en la región de Atacama, el cual aumentó su caudal. Lo mismo sucedió desde la cuenca del río Limarí, en la región de Coquimbo, hasta la cuenca del río Mataquito, en la región del Maule. A partir de esta última zona al sur los caudales presentaron leves disminuciones, tal como se había pronosticado.

En cuanto a las precipitaciones, gracias a las ocurridas en junio y julio primordialmente, en las regiones de Atacama y Coquimbo se mantiene el superávit. Distinta es la realidad de la región de Valparaíso y O’Higgins, dónde el déficit se mantiene cercano al 35%. Situación aún más crítica es la de la región Metropolitana, dónde la escasez de lluvia alcanza el 50%. Desde Angol al sur, se repite la situación deficitaria de precipitaciones, pero en menor medida,  llegando al 15%.

En tanto, tal como en meses anteriores, las precipitaciones sólidas se mantienen debajo de los promedios históricos, con excepción de la región del Biobío, donde la que la acumulación nival presenta un superávit de un 36%.

Fuente: MOP